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A la semana siguiente, Liam apareció, puntual como siempre.

— Buenos días, profesor Styles — saludó

— Enviaste a un estudiante de medicina como tu remplazo — fue lo primero que dijo, Liam se quedó quieto en la entrada — dime una razón por la que debería dejarte entrar a mi oficina — lo miro con una ceja levantada. Su asistente de clases no se atrevió a mover un musculo.

Después lo vio toser discretamente — ¿Le molesto? — dijo entre sorprendido y asustado — Niall dijo que no habían tenido ningún problema...

No respondió, en vez de eso, Harry saco de su maletín algunos papeles que le tocaba revisar, y con su otra mano, acomodo sus lentes. Hizo un pequeño gesto para indicarle a Liam que le permitía el paso, y su ayudante se apresuró a entrar aun luciendo demasiado inquieto para su gusto. Harry ya había dado el tema por cerrado apenas puso sus ojos en el ensayo de alguno de sus estúpidos y poco iluminados alumnos, Liam por su parte, pensó lo contrario.

— ....Pe-pense que se habían llevado bien... Niall incluso me pidió su correo electrónico, dijo que quería comentarle un detalle...— Agrego nervioso.

Harry dejo de mirar los papeles sobre la mesa — ¿Y se lo diste?

— ¿Su correo?

Maldición, Liam. Harry asintió.

— S-si... Si se lo di — su ayudante ahora parecía más nervioso que antes — ¿No debí hacerlo?

Harry chasqueo la lengua — Vete y tráeme un café por favor...

No iba a admitirlo, pero una vez Liam se marchó Harry entro a su correo para revisar la carpeta de mensajes recibidos. La mayoría eran correos ya leídos de colegas de la universidad o mensajes de valientes estudiantes que se atrevían a consultarlo por algo que Harry nunca llegaba a leer (y no era su culpa de hecho él lo advertía a principio de clases, cualquier duda respecto a las clases Harry las respondía en su oficina. No tenía tiempo de leer mensajes de sus aburridos y acartonados alumnos. Los únicos mensajes que merecían su atención eran los de los clientes quienes pagaban su tarifa), pero ni en la carpeta de mensajes recibidos, o en la de Spam, aparecía algún mensaje que diera una remota pista de provenir de Niall, y si Harry de repente sintió decepción, prefirió no pensar en aquello.

Liam regreso con un café.

Era un maldito Latte con cinco kilos de azúcar.

Dos semanas más tarde (y no como si Harry lo estuviera esperando) recibió un correo que por el puro asunto, ya sabía era Niall

Asunto: Guantes de cuero negro.

De:

Para: HStyles@law.harvard.edu

Profesor Styles, soy Niall Horan (Ese que hace unas semanas atrás le llevo un café)

Tengo una pregunta ¿de casualidad tiene el link de algún reportaje o investigación sobre la eficacia de los Guantes de cuero para evitar el Primer Contacto? Estoy bastante interesado en el tema y me gustaría saber si hay algo que respalde su decisión.

P.D.: Por cierto ¿Le interesaría salir a tomar un café? Podríamos conversar sobre la inexistencia de dichos estudios. Creo que sería un tema de conversación interesante.

Atte. Niall James Horan.

Harry sonrió. Acababa de llegar de su habitual salida a trotar nocturna y la verdad es que no lo había hecho a propósito, pero después de releer el mensaje por segunda vez, contesto inmediatamente. Algo que no hacía con cualquier persona, en especial con alguien de quien no sabía más que su nombre y su completa falta de propiedad para tratar con él.

Asunto: Guantes de cuero negro.

De: HStyles@law.harvard.edu

Para: NiallJHoran@gmail.com

www.Google.com

(no)

Sonrió de nuevo, y completamente satisfecho por su respuesta se fue a dar una ducha. No esperaba que al salir Niall ya hubiera respondido. Para ese punto no sabía si el crio era valiente o increíblemente estúpido

Asunto: Guantes de cuero negro.

De: NiallJHoran@gmail.com

Para: HStyles@law.harvard.edu

Vaya, ¿enserio? Pensé que mi encanto natural había sido suficiente para convencerlo.

Debí haber escogido una línea mejor. ¿Qué tal ésta?:

¿Le gustaría salir a comer? Podríamos hablar acerca de nuestras películas favoritas, de cómo el congreso puede arreglar la Doctrina Erie, de la gente que cree que los guantes de cuero repelen el Primer contacto, o de paso, de los adultos que creen en Santa.. No lo sé. Usted escoja el tema.

Harry no iba a admitir que se rio (ni mucho menos dejarlo expreso en aquel intercambio escrito) pero lo hizo, y no podía dejar de sentirse extrañamente fascinado por la manera en que Niall podía mantener una conversación tan ridícula bajo comentarios completamente impredecibles. Era refrescante.

Asunto: Guantes de cuero negro.

De: HStyles@law.harvard.edu

Para: NiallJHoran@gmail.com

¿Sabes que puedo cobrarte por malgastar mi tiempo, cierto? Y creo haber mencionado que mi tarifa corre por sobre los $1000 dólares. Eso también incluye intercambios por correo.

Asunto: Guantes de cuero negro.

De: NiallJHoran@gmail.com

Para: HStyles@law.harvard.edu

¿Es esa su manera sutil de decir que quiere que nuestra cita sea en un restaurant elegante? Por qué la verdad a mí se me dan mejor las hamburguesas, papas fritas o pizzas baratas.

Asunto: Guantes de cuero negro.

De: HStyles@law.harvard.edu

Para: NiallJHoran@gmail.com

No sé por qué eso no me extraña para nada.

Niall no respondió. Ni ese día ni al día siguiente.

Harry estaba sorprendido. Aquel crio rubio era la primera persona que le había hecho malgastar su tiempo de manera tan deliberada desde que su madre había dejado de darle esos sermones de vida que tanto había maldecido alguna vez.

Aún no estaba seguro si disfrutaba aquello, o lo detestaba completamente.

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Black Leather  ; nsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora