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El efecto era tan notorio, y probado de manera científica, que encontrar a tu alma gemela ya no solo significaba que eras especial, si no que pasabas a formar parte de un selecto grupo de personas que no solo recibían mayor sueldo, o mejores seguros de vida, sino que además cada vez que una pareja realizaba el Primer contacto, eran prácticamente noticia nacional.

Harry recordaba haber visto hace algunos años atrás en las noticias una nueva pareja de recién Conectados siendo anunciados casi en cadena nacional con bombos y platillos, como si de alguna manera de estos dos energúmenos pudiera nacer la condenada reencarnación de Cristo.

La realidad científica es que estos dos individuos provocan entre ellos una serie de reacciones químicas que los hacen de alguna manera sentirse más felices. Harry aún no entendía muy bien, pero era la misma endorfina que se libera cuando, por ejemplo, comes chocolate, haces yoga o caminas por un parque en un día de verano. Todas estas hormonas eran liberadas constantemente en tu cuerpo, por montones y montones (el equivalente a obtener la felicidad que te da comer mil chocolates, o recibir la sonrisa de alguien que te gusta, solo que con mayor intensidad y a todo segundo). Y no solo eso. Todo tu cuerpo se activaba para trabajar a nivel celular de una manera tan desmedida que los científicos describían a los Conectados simplemente como súper humanos. Había leído por ahí que el cerebro de un Conectado percibía y trabajaba de manera distinta al del resto, y quizás esto explicaba el vínculo que tenía con su pareja, y por qué todos de repente se convertían en súper genios de un día para otro.

Y pensar que lo único que tenías que hacer era realizar el Primer Contacto.

Pero esto es el mundo real, y Harry era probablemente el mejor abogado de toda la ciudad, y no solo eso, también era probablemente el mejor y más atractivo profesor que estuviera ejerciendo jamás en la Escuela de Leyes de Harvard, pero para destacar lo obvio, el título del mejor abogado, del mejor profesor y el más atractivo de la ciudad de Cambridge (y probablemente del país, seamos sinceros) no se le da a alguien que no es capaz de sopesar los beneficios y desventajas de alguna situación, ni siquiera cuando se es autoproclamado.

Entonces bien, los beneficios por si solos suenan como algo que podría atraer al ciudadano común y corriente, pero, ¿Qué ocurre con las desventajas?

Pasa que, aunque de cierta manera, encontrar a esta súper improbable (porque enserio, es más fácil ganar la lotería en China que ser un Conectado) otra mitad de repente en tu vida te otorga la felicidad eterna, también tiene una serie de desventajas que Harry no estaba dispuesto a aceptar.

Primero que nada, y ¿ya lo había mencionado, no? Te hacía alguien totalmente dependiente.

Si. Es comúnmente sabido que una pareja de almas gemelas es incapaz de vivir separados. La completa separación, por más de cuatro días, podría producir insomnio, casos graves de depresión, agotamiento sin ninguna razón y en casos extremos hasta alucinaciones.

Lo peor de todo, es que si uno de ellos muere, el otro muere al poco tiempo después. Es justo y como los caballitos de mar.

Además de la dependencia, la nula capacidad de elección, y lo que creía era el efecto de vivir drogado 24/7, la idea romantizada de las almas gemelas, esa misma que se muestra en las películas de Hollywood, las series de televisión o en los libros actuales, no hacían más que guiar a las personas en un frenesí desamparado para encontrar en el resto la promesa de la felicidad eterna, destruyendo en el proceso toda la diversión que se puede tener al conocer a otra persona e iniciar una relación romántica con alguien con quien no hayas sentido la conexión.

Harry lo sabía, las relaciones comunes no tenían sentimientos, y ni hablar de aquellos matrimonios que de pronto comenzaban a sentirse descontentos por la idea de pasar sus vidas con alguien que no estaba destinado a ellos, pero para ser justos, algunas personas (como él por ejemplo) no pensaban tanto en el asunto, y de cierta manera hasta llegaban a despreciarlo, pero otras, estaban prácticamente obsesionadas con el tema, o mantenían la creencia de que la felicidad eterna solo llegaría Primer contacto.