Capítulo 34.

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Ese día, Chanyeol se había preguntado qué hacía ahí, frente al campus, frente a ese edificio, bajo la lluvia y envuelto en frío, no lo sabía. Sin embargo su corazón lo había guiado a salir de su departamento y correr al campus esa noche cuando la lluvia caía con una fuerza decidida a no dejarlo avanzar.

Evidentemente llegó a donde su corazón lo empujaba contra la tempestad, pero en su cabeza aún no había nada claro además del hecho que había pisado un charco y se mojó los pies. Claro que nada podía estar claro a menos que la viera, pero seguro lo trataría de loco. Y aún así la vio, la atrayente figura de ella apareció entre las sombras del edificio como una luz que brilla inesperadamente en la oscuridad, en su oscuridad.

Parecía milagro para él, y aunque no lo tuviera claro aún, corrió hacia la chica y se aferró a ella como si fuera su última esperanza, y vaya que lo era. Porque si no lo hubiera hecho esa noche tal vez las cosas no habrían ligeramente cambiado, no habría tenido la oportunidad de aclarar todo lo revuelto en su cabeza. Porque si no hubiera corrido hacia su última esperanza esa noche, mientras que la lluvia caía, si no lo hubiera hecho no habría despertado al día siguiente al lado de su rostro con el rumor continuo de la lluvia.

MYDOL .ㅡCHANYEOLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora