Pensamientos Oscuros | Libro Erótico | TERMINADA

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Un increible olor a tostadas me despierta la mañana del martes, abro los ojos y me veo tapado con el edredón de una casa a la que no recuerdo haber llegado. Me incorporo y reconozco mi ropa y la de Sofía, por lo que mi preocupación se difumina al saber que estoy con ella, me pongo el pantalon y salgo de la habitación, la cual podría ser igual de grande que mi mugrienta habitación de hotel de mala muerte.
Sigo la olor de las tostadas con la intención de encontrar a Sofía, y así es, la encuentro en lo que parece ser una cocina estilo industrial y bastante amplia y abierta al salón. Me apoyo en una de las paredes y disfruto viendo como su culo se mueve de un lado para otro de la cocina mientras lleva mi camisa blanca mal abrochada y le queda enorme. Parece darse cuenta de mi presencia y hace un movimiento apoyándose sobre la barra de la cocina.

Me mira con seducción y mueve su culo, marcado por sus bragas que se le metían más cada vez que lo movía. Acaricio mi mentón mientras una notable erección mañanera empezaba a pedir a gritos que hiciera algo con ese hermoso trasero.
Me acerco a ella y el olor de su fragancia me atrae aún más. Ella se gira mirandome a los ojos y yo, sin poder evitarlo, miro los suyos, son preciosos y profundos. Se pone de puntillas y besa mis labios mientras con sus brazos se agarra a mi cuello. Envuelvo mis brazos sobre sus curvas agarrando con mis enormes manos su voluptuoso culo.

En el momento en el que nuestra pasión iba a hacerse un hecho sobre cualquier parte de esa cocina, el sonido de una puerta abriéndose hace que Sofía me empuje hacia detrás. Un chico un poco mas bajo que yo y vestido con una chaqueta de cuero negra y de pelo oscuro nos mira atónito y con cara de rabia. Sofía intenta hablar pero el chico le corta.

-Me dijiste que ya no os veíais.-

Sofía vuelve a intentar justificarse pero parece que al chico, cuyo nombre es Shawn no parece conformarle. Jhon deja caer al suelo una pequeña maleta.

-No intentes justificarte.- Jhon levanta cada vez más la voz y comienza a señalarnos con el dedo. -Es el mismo chico de la portada de la revista.- Se forma un silencio incómodo y empiezo a sospechar que Sofía le estaba siendo infiel conmigo, una sospecha que en el fondo sé que es una realidad. -¿Sabes qué? Quédate con tu nuevo novio.

-Jhon no hagas esto.- suspira Sofía con los ojos llorosos.

Él la mira con cara de asco y a la vez odio.

-Mira me voy, que te den por culo a ti, y al gilipollas de tu novio.- Se agacha a por la maleta y antes de cerrar con un partazazo dice: - Ah, y dale las gracias a tu super amigo Darren, gracias a él he podido darme cuenta de lo guarra que eres. Que te follen, puta.-

La miro con la intención de que pueda darme alguna explicación tras un silencio algo incomodo para los dos.

-Lo siento muchísimo de verdad.- su rostro totalmente palido hace que empiece a imaginarme lo peor.

Empiezo a cabrearme ya que Sofía no quiere contarme nada y lágrimas empiezan a saltar de sus ojos.

-Sofía.- le grito desesperado.

-Está bien.- contesta con cierta dificultad.

Me lleva al sofá, pero no sin antes apartar las tostadas para no quemarlas.

-Buff.- suspira mirando al techo. -¿Por dónde empiezo?-

-¿Por el principio?- mi tono sarcástico y enfurecido parece no hacerle mucha gracia.

Sofía ofendida empieza a recriminarme y a victimizarse, cosa que no puede hacer ya que el que ha llevado los cuernos en esta "relacion" por llamarlo de alguna manera he sido yo. Qué en el fondo no es una relación, pero tampoco puedo llamarlo "un lío cualquiera".
En mitad de esta discusión sin sentido, Sofía dice algo que me hace volver al pasado, volver a recordarla.

-Nunca debí contratarte, nunca debí hacerle caso a esa jodida rubia.- sentencia con cierto rencor.

-¿Qué? ¿Qué rubia?- ahora mismo mi cara parece una jodida limonada, no puede ser, esto no está pasando y lo único que se me pasa por la cabeza es su nombre, el cual ya no me gusta recordar.