Capitulo 9

2.8K 195 9
                                    

DRAKE

Me desperté sobresaltado,cerré de nuevo mis ojos con fuerza, apoyé mi cabeza de nuevo en la almohada mientras intentaba que mi corazón dejará de ir tan rápido.

Tome unas cuantas respiraciones profundas cuando sentí mi pecho empapado en sudor, me levanté y fui a la ducha, de todas maneras era las 6 a.m.

Cuando salí enrolle una toalla alrededor de mis caderas y fui directo a mi habitación, saqué unos calzoncillos cuando escuche mi móvil sonar.

Miré el número reflejado y estiré mi cuello antes de responder.

-¿Qué quieres?- pregunté con brusquedad.

-Bueno, hola a ti también.- dijo la voz borracha de Sophie.

-Sophie, son las seis de la mañana, ¿qué quieres?- volví a preguntar.

-Quiero que vengas a por mi.- mis cejas se levantaron al escuchar su orden.

-Y lo haría porque...- comencé a vestirme, fui a mi armario y saqué un traje azul marino.

-Porque se que me quieres.- rió tontamente, puse mis ojos en blanco.

-¿Dónde estas, Sophie?- pregunté al no escuchar ningún ruido.

-Estoy en casa sola, Drake.- intentó poner voz sexy pero solo le salió entonación de más borracha.

-Entonces no me necesitas.- iba a colgar cuando me respondió.

-Estoy sola en la cama, Drake, pasando mi mano por mis muslos...- escuché la respiración acelerada de ella- Como lo hacías tu, pero no se siente lo mismo.- se quejó haciendo un puchero.

-Adiós, Sophie.- colgué antes de que pudiera seguir hablando.

Abotone mi camisa y el móvil comenzó a sonar, resople y lo cogí.

-Te he dicho que adiós.- dije molesto.

-Y yo te digo hola.- escuche la risa de López.

-Mierda...- hice una mueca- Hola, López.- le salude de vuelta.

-¿Algún problema, huevón?- preguntó serio.

-No, nada serio.- dije restando importancia- ¿Y tú, algún asunto importante?- pregunté al recordar la hora que era.

-Necesito aún Pacchiani...- suspiró ruidosamente- Y aparte de tú padre eres el único en el que confío.

-¿Qué ocurre?- me senté en la cama y busqué el arma debajo de mi cama.

-He encontrado a Zafir, Drake.- mi respiración se detuvo por completo- También va detrás de mi por haber ayudado a tu padre.- escuche como suspiraba de nuevo.

-¿Dónde esta? ¿Lo tienes?- dije acelerado.

-No, se escapó.- contestó molesto- Pero venía a matarme, él mismo me lo confeso.

-Esta bien.- tragué saliva sin saber que decir o hacer- ¿Puedes quedar ahora?

-Si, claro, no he podido dormir en toda la noche.

-Estaré en tu casa en quince.- dije colgando.

Salí apresurado de la casa dirección a la casa de López.

** *

Toqué el timbre de la mansión de López, a los pocos segundos un López con ojeras y en albornoz abrió la puerta.

-Carajo, quieres no hacer ruido.- susurró dejándome entrar.

-Pensé que estabas despierto.- entrecerré mis ojos

-Mi mujer y mis hijos no.- murmuró dirigiéndose hacia su despacho.

-Tengo que saber todo lo que ha pasado, López.- dije cerrando la puerta y sentándome en un de sus sillones.

-Estaba en mi nave, dejando la mercancía, cuando alguien entro.- se fue al minibar y preparo dos copas- Pensé que eran algunos de mis hombres, pero me equivoqué.- me paso la copa y se sentó en frente de mi.

-¿Y qué más paso?- miré la copa y como una gota se deslizaba por el vaso.

-Me dieron un golpe, me defendí...Estaba tan cerca de tenerlo- negó con la cabeza- Tan cerca carajo.- dio una patada a la mesa baja.

-Voy a encontrarlo...- recuerdos bombardearon mi mente, me bebí mi copa de un trago intentando despejar mi cabeza.

-Drake, voy ha hacer cualquier cosa por mantener a salvo a mi familia.- juró López- Haz lo mismo, pendejo.

-Lo haré.- me levanté del sillón y fue cuando escuchamos la puerta abrirse.

Una mujer un poco más joven que López apareció por la puerta.

-No sabía que estabas reunido.- se disculpó cerrando la puerta.

-No, Sara, pasa.- dijo López con un tono que jamás había escuchado venir de él.

La mujer se puso a su lado mirándome en todo momento.

-¿Va todo bien?- preguntó un poco temerosa.

-Lo estará, amor.- dijo López apartando un mechón de la frente de la mujer.

-Yo ya me voy.- comenté algo incómodo al ver de la manera que se comían con los ojos.

-Claro, Drake..- una sonrisa se dibujo en la cara de López- Te acompaño.

-No hace falta. Un placer conocerla, señora.

-Lo mismo digo.

Me marché cerrando la puerta detrás de mi.

** *

-Abuelo.- llamé a la puerta antes de entrar.

Al pasar me di cuenta que todo estaba demasiado en silencio, mi abuelo tenía la mirada perdida en la pared.

-Abuelo.- toqué su hombro y comenzó a parpadear.

-Hola, Drake.- dijo algo desanimado.

-¿Pasa algo?- pregunté sentándome en el sillón, vi como mi abuelo se incorporaba en la cama.

-No ha venido en todo el día.- paso sus manos por las sábanas.

-¿Quién?

-Emily.- dijo como si hubiera sido la cosa más lógica del mundo.

-Quizás no haya podido venir.- intenté restarle importancia pero también me resultaba algo extraño.

-Desde que estoy aquí ha venido tres veces al día, Drake...Le ha tenido que pasar algo.- tu sonó de voz era entre preocupación y malestar- ¿Y si se ha perdido?- preguntó angustiado- ¿Y si...?

-No le ha pasado nada.- dije con firmeza.

-¿Cómo estas tan seguro? ¿Y si ha salido del hospital y a saber que le ha podido pasar?- me levanté de la silla.

-Abuelo, que no.- mi corazón se aceleró solo de pensar que le pudiera haber pasado algo a la pequeña Emily.

Alguien toco a la puerta, ambos miramos ansiosos y vimos entrar a un chico de unos 14 años sin cabello.

-¿Señor Pacchi?- preguntó el chico tímido.

-SI, SI, SOY YO.- respondió mi abuelo alterado.

El chico se acercó a mi abuelo y le entrego una barra de chocolate.

-Me ha dicho que si salía pronto y se encontraba bien intentaría venir.- murmuró el chico avergonzado.

Dicho esto el chico salió por la puerta deprisa.

-¿Vamos ya?- pregunté mirando a mi abuelo.

-Estamos tardando...

Una bala por escapar (#3)Where stories live. Discover now