18

3K 125 3
                                    

Louis dejó a Freddie en sus brazos y besó su cabeza a la vez que sonreía. Su hermana miraba al pequeño como si fuese la criatura más hermosa del mundo, como si lo amara más que a su propia vida. Con cuidado, jugaba con sus dedos y reía. Reparó en que Liam la tomaba y en que sus ojos se habían cristalizado suavemente. Eso era lo que ellos tanto esperaban. Y sí, serían una hermosa familia.
-¿Y cómo fue que te pasó?-preguntó Briana tomando a Freddie para darle su leche.
Tomaron lugar en una mesa en el parque y ella miró a Liam confundida.
-¿Cómo pasó qué cosa?-cuestionó él.
-Lo de quedar embarazada.
-Lo decidimos.-dijo ella y Liam tomó su mano.
-Briana...-advirtió Louis.
-A esa edad no se decide tener un hijo.-rió.
-Nosotros sí.-dijo Liam molesto y se juntó más a Max.
-Además, se va a ir, Max. Te acompañan en el embarazo y después se van.-miró a Louis y negó riendo.
-Él no va a irse. Vamos a formar una familia.
-Yo decía lo mismo. Y miralo a tu hermano. Hasta donde yo sé, no somos una familia.
-Adiós, Briana.-dijo Louis poniéndose de pie y haciéndole una seña a Liam.
Los tres se fueron sin despedirse de ella. Besaron la cabeza del pequeño y subieron al auto que Louis había llamado.
-Ella no quería una familia.-suspiró Louis.-Lo dijo para molestarte.
-No me cae bien.- susurró con ambas manos en su vientre.
Liam la rodeó con sus brazos y entrelazó las manos de ambos con cuidado. Besó la frente de ella y suspiró molesto.
-A mí tampoco.-volvió a besar su frente y la acercó más a él.-Creo que hasta Noah está enojado. Nadie tiene que hacer que su mamá se sienta triste.
Ella rió suavemente y miró a Louis antes de lanzarle un beso y volver a soltar una risita. Su hermano negó divertido y se aproximó a sentir los movimientos del pequeño.
-Hoy está tranquilo.-dijo ella.
-Mejor así. No nos deja dormir este pequeño terremoto.-rió Liam.
-Max era igual.-dijo Louis.-Mamá creía que ella iba a salir bailando. Y cuando nació, era la chica más tranquila que habíamos visto. Creció y nunca tuvo un problema. Nunca lloraba ni peleaba con nadie. Hasta qué entró en la adolescencia y se rebeló.
-Me acuerdo que una vez llegué a tu casa...-rió y volvió a mirarlo.-... tenía todo el pelo teñido de rojo y me había llenado la oreja de los aros de imán.-soltó otra carcajada y Louis igual.
-Tenía también uno en la ceja y otro en el labio. Casi la mato ese día.
-Hasta que se dio cuenta de que eran sólo imanes y que la tintura se iba tras un par de lavados.
-¿Y el tatuaje temporal? Un día llegó y tenía todo el brazo tatuado.
-Se desmayó.-rió ella mirando a Liam.
-Y cuando me desperté ella estaba llorando y prometiendo que no iba a hacer más maldades.-suavizó la mirada y le sonrió a ella.-Te habías asustado.
-Claro que sí. No sabía si estabas bien. Yo sólo quería reírme un rato, no hacer que te desmayaras.-admitió.-No le hice más bromas después de esa.
Louis vio como brillaban los ojos de Liam mientras más se hundía en la vida de ella. Sonrió y bajó. Habían llegado al hotel.

Tres meses después, Max lloraba en su cuarto mientras los demás ensayaban. Harry la esperaba pero ella no daba señales de ir.
- Ya vuelvo.-avisó y corrió escaleras arriba en el hotel.- ¿Max?-el suave llanto lo obligó a abrir la puerta. Ella estaba en sostén, acariciando su vientre con el rostro enrojecido.-Ey, ¿qué pasa?
-No me entra.
-¿Qué cosa?
-La ropa.-lloró y él se sentó a su lado sonriendo con suavidad.-Estoy muy gorda y ya no me entra.
-Estás embarazada.-dijo él.-Dentro de poco son ocho meses.
Ella dejó que su cabeza descansara en las rodillas de él durante un largo rato hasta que recordó un sencillo vestido negro que guardaba. Lo tomó y se lo puso antes de enjuagarse las lágrimas.
-Te queda perfecto.-dijo Harry, rodeándola con ambos brazos y besando su frente.-Vamos con los demás.-ella negó y retrocedió un paso.
-No quiero salir. Andá a ensayar. Todo está bien.
-Max...
-Sólo estoy muy cansada.
Él, poco convencido, se marchó, pero no para ensayar sino para buscar a los demás. Tenían que solucionar ese pequeño problema. Nadie quería ver mal a Max.
Ella permaneció tumbada, llorando. No le gustaba. Liam no había ido en la noche. ¿Qué si ya no lo atraía como antes? ¿Y si él no se sentía atraído físicamente ahora que lucía como una ballena?
Se deshizo en llanto y abrazó uno de los enormes almohadones. Tenía tanto miedo de arruinarle todo a Noah. Para colmo, la familia de Kyle estaba molesta porque ella quería que el pequeño llevara el apellido de Liam.
No sabía qué hacer, se sentía completamente perdida y abrumada.

Pequeña TomlinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora