-Las heridas de la lengua se curaran solas, pero las de los labios me temo que son demasiado profundas, tuve que suturarlas.- Dijo este, terminando de coser el labio de Lana.- Estará bien, puedes estar tranquila. ¿Puedo ir a tu baño?

-Claro, búscalo, ve, shu.- Dije y el a los pocos minutos se fue.

Camine y me senté frente a Lana, esta tenía la cabeza gacha y sus labios un poco inchados, abajo del ojo derecho su piel estaba un poco morada.

-Lana...- Dije con voz casi inaudible.- Perdon por todo esto... Tú no tenías que haber sufrido asi, dije que te protegería y mira nada más como te dejo el bastardo ese.- Lleve un mechón de su cabello hacia atrás de su oreja.- Vengare todo esto, eso puedo prometértelo, Aspen se arrepentirá de todo esto, y yo me encargaré de eso.

-T... T... Qui... Ro.- Balbuceo ella, levantando la cabeza, con lágrimas en los ojos.

-Yo también te quiero, eres mi mejor amiga y siempre lo serás.- Con cuidado ella se acercó a mí y me abrazo tiernamente.- Así, por qué puedes lastimarte aún más.- Correspondi su abrazo, apenada aún por todo lo que estaba sufriendo.- Y ya no intentes hablar, mejor escribe, en lo que mejoras.

Lana tomó su celular de la mesa y escribió una nota rápidamente, me extendió el celular y comencé a leer.

"Luke me ayudo, no duele tanto como creía, pero si duele demasiado, tú entiendes, y, por cierto, que tiene Castellan? Sigue mal por... Hum, eso? No puedo creer lo que hizo por ti, yo quiero alguien así."

Reí un poco por lo último y bloquee el celular.- Sí, tampoco lo creo, y tampoco me lo perdono, me siento demasiado culpable, y, eso no es todo... Sus ojos... Hmm...- No pude terminar ya que un agudo grito inundó el departamento.- Daniel.- Susurre para mis adentros, Lana y yo nos paramos de las sillas y corrimos a mi habitación, donde Daniel estaba sentado en la cama, con un pedazo de espejo entre sus manos.

Mierda.

-Daniel, yo...- Intente decir mientras me acercaba cautelosamente a él.

-Mis ojos.- Dijo él tan bajo que tuve que poner algo de esfuerzo para escucharlo.- ¿Qué mierda les pasó a mis ojos, Christian?.- Giro su cabeza bruscamente hacia dónde Lana y yo estabamos. Sus hermosas orbes grises se habían transformado en colosales platos cafés. Sin color, sin brillo.

-Daniel... Yo... Tu... Le diste tus dones a Shirley, para que no se llevara los míos.- Tartamudee un poco, pero termine la oración.

Mi habitación fue presa de un sepulcral silencio.

-Y... ¿Estás a salvo?.- Dijo el, dejando el espejo a un lado.- ¿Valió la pena?

-Si.- Dije aliviada, sentándome junto a él, tomando delicadamente su mano entre las mías.- No tengo palabras para agradecerte eso... Recuperaremos tu don, te lo aseguro.

-Aunque lo recuperes, jamás volverá a Daniel.- Tyler se adentró a la habitación, al escucharlo Lana dio un pequeño saltito.- M... Span... ste.- Dijo ella.

-¿Qué?.- Dije, girándome hacia Tyler.- Sí se lo quito puedo regresarselo a Daniel...

-No.- Dijo el, firmemente.- Una vez el don salido de un cuerpo, no vuelve, claro que tú eres una excepción ya que eres una Absoluta, y ahora, una completa.

-Tiene que haber algo que pueda hacer.- Puse mi cabeza entre mis manos, pensando en que podía hacer, las lágrimas se arremolinaban dentro de mis ojos, ahora sí me sentía mal, por mi culpa Daniel no volvería a ser el mismo. Y no sabia que hacer.

Lana sacó su celular y tecleo rápidamente, para después darme el celular.

"¿Y si es como en los cuentos de hadas? Que cuando de verdad se ama todo se puede y pam! Los dones de vuelta en Daniel! Puede funcionar."

-No creo, Lana.- Dije lanzando el celular al otro lado de la cama.- Esto es la vida real, no creo que un acto de amor nos salve de esto...- Las lágrimas comenzaron a salir de mis ojos.- Perdon...- Solloce mientras hundía mi cara en mis manos.

-Amor.- Daniel me atrajo hacia él para después abrazarme cálidamente.- No me arrepiento de lo que hice, por qué tú estás bien y completa; ¿A quien le importa un color de ojos y un don si tiene al amor de su vida? Al menos a mí no, por qué tú eres eso que le da sentido a mi vida... Eres como mi don, que no es mi don.

-Daniel.- Levante la mirada para encontrarme con sus nuevos ojos.- No podría pedir algo más, contigo lo tengo todo, lo siento, en verdad, pero haré lo posible para que tengas de vuelta lo que te hace tu. Te amo.

Lana tecleo algo muy corto y le dio el celular a Tyler.

-"Aww".- Leyó el en voz alta.- Oye, yo no quería decir eso.

Daniel atrapo mis labios en un dulce beso de amor.- Yo te amo aun mas.- Dijo él al separarnos.

-¿De qué me perdí?.- Dijo un confundido Luke, llegando a la habitación.

En eso, alguien tocó el timbre, Lana le dio unas palmaditas a Luke en el hombro.

-No he ni terminado de llegar y ya me estás corriendo.- Rodo los ojos y fue hacia la puerta.-

-¿Estarás bien, entonces?.- Pregunté irguiéndome un poco junto a Daniel.

-Si tú estás conmigo, siempre estaré bien.- Dijo el. Debo admitir que con Tyler viéndonos, esto se tornaba incomodo.

-Chicos.- Dijo Luke en el pasillo, casi llegando al cuarto.- No había nadie en la puerta, pero si había este libro, bastante antiguo, por cierto.- Llego a la habitación y sostuvo el libro en alto con ambas manos.- "Legión Difaglio".- Leyó el título.- ¿Será un libro de acción?

Daniel, Lana, Tyler y yo compartimos miradas de confusión y temor por varios segundos.

Aspen nos había devuelto el libro.

Y eso no era precisamente una buena señal.

DESPUÉS DE INFINIDAD DE AÑOS VUELVO A LAS ANDADAS, ahq.
Espero que les haya gustado este capítulo.
Los amo infinitamente, mis lectores.

Yours sincerely, Danna.

Prohibido EnamorarseWhere stories live. Discover now