Último día.

45 3 0
                                    

La mañana tiene ese sabor amargo característico del adiós. La nostalgia, chiclosa, se adhiere a la piel como calor.
El aroma a despedida se arrastra por las paredes e invade mis pulmones.
Hoy en los pasillos no se oye el barullo cotidiano de estudiantes con desvarios hormonales, hoy hasta en las risas se descubren tenues notas de tristeza, porque todos sabemos que posiblemente serán las últimas que compartamos.

Hoy será la última vez de numerosas cosas, últimas frituras chorreadas compradas con los pesos de todos, últimas respuestas susurradas clandestinamente en exámenes, últimos regaños de la bibliotecaria por reír demasiado fuerte mientras jugámos charadas, últimos dolores de estómago por cumplir retos de comida asquerosa, últimos besos en la frente al despedirse, últimas fotos tomadas en momentos inoportunos, últimos emparejamientos chuscos con tal de molestar, últimos recuerdos...
última vez que estamos todos juntos sobre el mismo lugar que pisamos tanto tiempo, porque todos sabemos que no habrá otra ocasión, que siempre faltaremos, que las promesas de graduandos no siempre se cumplen. Últimos recuerdos.
y un sin fin de otras últimas veces que ya sucedieron y yo no tuve la fortuna de enterarme para saborearlo un poco más.
Hoy es el último día de preparatoria, y no puedo evitar sentir que un gran pedazo de mi juventud se atrofia, se mutila, se me va.

Delirios de una patética soñadoraWhere stories live. Discover now