La periodista

15.7K 1.6K 150
                                    

(Por: Axel)


—¿En serio, Axel? ¿Abigail Lester?

Franco sonaba agotado por la frustración.

—¿Qué pasa con ella? —Pregunté en medio de un mordisco a mi sándwich.

—¡Sigues yendo a la biblioteca! Toda la escuela está hablando de eso, deja de perseguirla. Te advertí que no fueras.

—Y yo te advierto que empieces a poner pegamento a tus ojos, porque Abigail Lester te los podría arrancar si te escucha.

Franco puso una cara de horror muy divertida. Abrió la boca para decir algo, pero la llegada de Romina lo detuvo.

—¿Es verdad todo lo de Abigail Lester?

¿De verdad no eran capaces de hablar de ella sin pronunciar su nombre completo?

—¿Qué es "todo lo de Abigail Lester"? —Pregunté con mi mejor cara de inocencia.

—Que es tu nueva conquista —ella escupió las palabras hacia mí, así que aparté mi sándwich. No me molestaba el intercambio de fluidos, pero prefería que fueran a través de mi propia boca, y no a través de mi comida.

—No estoy saliendo con ella —repetí como por quinta vez en el día—, solo voy a visitarla a la biblioteca para conversar.

Romina ni siquiera intentó creerme.

—Estás perdiendo tu nivel. A mí no me importaría pasar un rato contigo, si solo necesitas compañía .

Y luego dicen que los hombres somos los difíciles de entender.

—Abi es mi amiga, y nada más que eso. Ella es genial, por favor déjala en paz.

Y va a tomar como un insulto que la acuses de salir conmigo, así que mejor no te atrevas a decirle nada

—Siempre el mismo Axel Cruz, evitando responder a una insinuación para dejarte con más ganas —Romina se cruzó de brazos—. Deja de fingir, la visitas...

—Hablo con Franco todos los días y vamos juntos a todas partes —la interrumpí— ¿eso te dice que estoy saliendo con él?

Franco me lanzó una mirada mortal y Romina estuvo a punto de reírse.

—Mira, Abigail Lester puede ser una sabelotodo, pero no se merece que le hagas algo —dijo finalmente—. Sé que vas a intentar llevarnos la contra, pero no soy la única que se preocupa.

Mi paciencia empezó a acercarse a la línea de peligro.

—No. Estoy. Saliendo. Con. Abi —repetí, descargando mi rabia con mi comida.

El sándwich no lo merecía, pero al menos no obtenía una visita a la oficina del director por destrozarlo.

—Sí, claro —Romina se volvió un momento antes de irse—, voy a hablar con Abigail y contarle todo, para que sepas que no puedes usar el mismo truco con ella.

—¿Pero qué mosca le ha picado?

—Esa es la pregunta que todos estamos haciendo sobre ti —dijo Franco—. Sé sincero conmigo, ¿ya la besaste?

Como era imposible traer a mi sándwich de vuelta, hice un último acto de honor en su nombre y se lo tiré a Franco.

—¡Oye!

—Se supone que eres mi amigo —reclamé—. Estoy intentando por primera vez en mi vida tener una amiga que solo sea una amiga.

—¿Esto es una especie de experimento?

PROHIBIDO tener citasWhere stories live. Discover now