Puntos diferentes [COMPLETA]

Capítulo 13

Otros 6 meses habían pasado desde que sabía la verdad, después de eso pensé que todo sería de color de rosa o por lo menos, mucho más fácil, pero no fue así.

Cuando volvimos de casa de sus padres yo me puse mi pijama y me fui a la habitación de Lauren a dormir de nuevo con él, pero prácticamente me echó de su habitación diciendo que era una tontería dormir juntos cuando no íbamos a durar una mierda.

Así que después de eso, me reprimí de nuevo en mi habitación sin querer salir, Lauren no quería salir conmigo a ningún sitio y se había vuelto más frío de lo que ya era.

Mi habitación se había convertido en mi cocina, mi comedor, mi todo, solo salía de allí para coger comida y luego, volvía a mi habitación para comer.

El timbré de la casa sonó, ahogué un grito y me levanté de la cama dejando mi comida en la cama, ni siquiera sabía si Lauren estaba en casa o no, sinceramente, hacía casi tres días que no lo veía.

Salí de mi habitación y bajé de las escaleras oyendo de nuevo el timbre, rodé los ojos y abrí la puerta, tensé mi mandíbula al ver a mi madre de brazos cruzados, estaba enfadada.

Dio un paso hacia delante entrando a la casa y cerró la puerta con el pie, di un paso hacia atrás cuando ella dio otro paso hacia mí y tragué duro.

Mi cara quedó girada cuando mi madre estampó su palma de la mano contra mi mejilla.

No hablé, me quedé callada como una tonta mirando a mi madre mientras ella me echaba en cara todo lo que alguna vez hice mal, por muy pequeño que hubiese sido mi error o por mucho tiempo que haya pasado, me estaba echando en cara hasta el más mínimo error que cometí en mi vida. Incluso me echó en cara el haber nacido, cuando yo ahí ni pinchaba ni cortaba.

Habían pasado horas desde la visita de mi madre, Lauren había vuelto a casa porque había oído la puerta de la casa abrirse. Yo seguía en mi cama abrazando a mi almohada mientras lloraba por todo lo que me había dicho mi madre.

Y luego pensé, Lauren está haciendo su vida, va a casa de sus padres, queda con su hermano, sale de casa. Mientras yo, me quedo aquí sola llorando, me levanté de la cama y abrí mi armario, esta noche saldría, y me da exactamente igual que Lauren no quisiera venir, porque tampoco le iba a pedir que viniera.

Cogí un vestido negro de tirantes y unos tacones rojos altos y me los puse delante del espejo, me fui al cuarto de baño y me maquillé con un poco de rímel en los ojos y con pintalabios rojo en los labios, sonreí al verme en el espejo.

Cogí un bolso de mano y metí mi móvil con las llaves de la casa y de mi coche, salí de mi habitación y bajé las escaleras sin encontrarme a Lauren, a no ser que estuviera en su habitación, no estaba en casa.

Me monté en el coche y metí la llave en el contacto arrancando el motor, ni siquiera sabía si había alguna fiesta esta noche, Lizi había dejado de llamarme y de mandarme mensajes cuando había fiestas poco después de que Lauren y yo nos casáramos y yo dejara de salir, así que ahora me tocaba a mí mandarle un mensaje preguntándole donde habría una fiesta esta noche.

Cuando llegué a la casa aparqué justo enfrente y entré con una sonrisa en la cara a la casa viendo a la gente bebiendo, bailando y riendo mientras hablaban.

Llevaba un buen rato bebiendo e iba muy borracha, y era justo lo que necesitaba, un chico se me acercó por detrás cogiéndome por la cintura, me di la vuelta y sin pensarlo mucho, le cogí de las mejillas besándolo, cuando me quise dar cuenta ya estaba en un cubículo del cuarto de baño de esa casa con el vestido subido hasta mi cintura y encima del chico con el que había entrado al baño.

Cuando terminamos el chico salió del baño y me quedé un rato apoyada en la pared con los ojos cerrado, empezaba a estar mareada, salí del cuarto de baño y lo primero que vi fue a Lauren apoyado en la pared de este, parecía que estaba esperando a que saliera cuando se dio cuenta de que estaba ahí, a su lado, me miró enfadado.

Hasta yo sabía que iba muy borracha, que me había acostado con un desconocido en el cuarto de baño de una casa donde había una fiesta a la que ni siquiera me habían invitado y no conocía ni al dueño de esta, pero esto es justo lo que necesitaba, y no me refiero al sexo, necesitaba beber, emborracharme, salir de esa maldita casa que me estaba consumiendo por dentro poco a poco.

Cuando me quise dar cuenta Lauren tenía cogido mi brazo bruscamente hasta el punto de estar casi clavando las uñas en él, me metió en su coche y se sentó en su asiento arrancándolo para ir a casa, en todo el camino me mantuve callada, ni tenía ganas de hablar y mucho menos de dar explicaciones, cosa que no tenía por qué dar, además todavía no sabía cómo Lauren sabía dónde estaba, porque si él me hubiera visto en la fiesta antes de que yo me metiera al baño con ese chico, él hubiera intervenido antes para que yo no hiciera nada de lo que hice allí dentro.

Cuando estuvimos dentro de casa me cogió de nuevo del brazo y me giré hacia él para mirarlo.

-¿Se puede saber en qué coño pensabas? – dijo gritando – ¡te podrían haber hecho fotos! ¡Por Dios Alexa te lo has tirado! – siguió gritando. A estas alturas yo ya no sabía lo que Lauren decía, solo oía gritos y gritos salir de su garganta, mientras yo lloraba en silencio.

Mi cabeza empezó a dolerme y mi rompí a llorar sin hacer que Lauren dejara de gritarme.

-No me grites tú también por favor – balbuceé llorando.

-Ni siquiera sé porque cojones me casé contigo – dijo alzando las manos – Dios ¿cómo pensé que podrías enamorarte de mí? Sigues siento una niña mimada que tiene que hacer lo que ella quiera – grito pasando de mí y subiendo las escaleras hacia su habitación.

A la mañana siguiente me desperté cuando Lauren entró a mi habitación de sopetón sin ni siquiera pararse a tocar la puerta, mi miró seriamente y dejó un papel en mi mesita de noche para luego darse la vuelta.

¿Qué es eso? – tosí al darme cuenta de que mi voz había sonado algo ronca y seca, estaba afónica.

-El divorcio – dijo sin darse la vuelta.

-Pero no han pasado los dos años – susurré.

-Me importa una mierda – dijo girándome para mirarme – esto se acaba aquí y ahora.