Puntos diferentes [COMPLETA]

Capítulo 2

Llevaba de brazos cruzados en el coche desde que me monté, mi madre estaba conduciendo hacia la peluquería y la habíamos discutido varias veces por lo que quería hacer, quería que me cortara las rastas, mi pelo.

Al llegar, clavé mis uñas en mis brazos y salí del coche siguiendo a mi madre, la cual estaba enfadada, según ella, por mis berrinches de niña pequeña.

Me senté en la silla y vi a la peluquera ponerse detrás de mí y coger unas tijeras, mi pulso de aceleró cuando vi que cortaba la primera rasta, luego otra, y luego otra, así hasta terminar con todas, no quería mirarme al espejo, tenía las rastas desde la raíz, por lo cual ahora llevaba el pelo corto, demasiado corto.

Cuando salimos de la peluquería mi pulso seguía igual de acelerado, mi labio temblaba y tenía la necesidad de llorar.

-El señor Gordon y su hijo vendrán a cenar esta noche – dijo mi madre conduciendo hasta mi casa.

-Pues que bien – dije susurrando para mí.

-No quiero tonterías esta noche Alexia, así que deja esa faceta tuya rebelde por la que estás pasando y compórtate como una adulta, el mes que viene cumples 18 – dijo con voz dura.

Negué con la cabeza riendo, me sorprende que se acuerde de cuando es mi cumpleaños, no recuerdo la última vez que me felicitaron en persona y no por un mensaje de texto.

Llevaba en la cama tumbada dos horas mientras oía como mi madre me había llamado varias veces, estaba vestida y arreglada para bajar, pero no quería, el señor Gordon y Lauren ya estaban aquí y supongo que mi madre estaría desesperada por que yo no bajaba.

Oí la puerta de mi habitación abrirse, cerré los ojos fuertemente sin darme la vuelta, sería mi madre y estaría que echaba chispas.

-Tu madre quiere que bajes – oí la voz de Lauren y fruncí el ceño – y por la voz con la que me lo ha dicho, está perdiendo la paciencia.

-Me da igual – dije sin mirarle.

-¿Qué le ha pasado a tu pelo? – dijo con la misma voz neutral. Tensé mi mandíbula para no mandarle a la mierda.

-No te importa – dije entre dientes.

-Cierto – dijo chasqueando la lengua – tu pelo no interfiere en el matrimonio – dijo burlándose.

Apreté mis manos en las sabanas formando puños y me di la vuelta todavía tumbada en la cama.

-Sal de mi habitación – dije mirándole, llevaba puesto un traje azul marino con una corbata a juego.

-No voy a bajar sin ti – dijo frunciendo el ceño – tu madre está cabreada y tu padre ni te cuento.

Maldecí por lo bajo y me levanté de la cama, le empujé haciendo que se tambaleara y se quitara de en medio de la puerta y salí de mi habitación bajando las escaleras con Lauren detrás.

Al llegar al salón el señor Gordon me miró sonriendo y mis padres giraron su cabeza mirándome enfadados.

-Buenas noches – dije dándole al señor Gordon una leve sonrisa.

Asintió con la cabeza sonriendo y sentí una mano en mi cintura haciendo que me tensara.

-Lauren va a una fiesta y le he dicho que puede llevarte – dijo el señor Gordon mirándome.

¿Una fiesta? Bien. Asentí con la cabeza y la mano que Lauren tenía en mi cintura me empujó levemente para que anduviera hacia la puerta.

-¿Dónde es la fiesta? – dije cuando cerré la puerta de mi casa.