Capítulo 6

4.4K 283 11
                                    

-¿Vas a tirarte a tu hermana? – le pregunté mientras me vestía en su habitación.

-¿Qué? – le oí decir a Lauren detrás de mí.

Estábamos los dos en su habitación poniéndonos la ropa, dándonos la espalda mutuamente.

-Por lo de los condones – le recordé.

-No – dijo como algo obvio – solo lo dije para molestar a Carly. Lo que pasó con ella fue un error, cuando fueron al orfanato me la tiré antes de que supiera que me adoptarían, y cuando lo hicieron y llegué a esta casa la encontré aquí, fue el mayor error de mi vida.

Cuando estuve vestida con el vestido de anoche me di la vuelta para mirarlo, tenía puesto un traje sin corbata y sin chaqueta.

-Ya estoy – dije cogiendo mi pelo en una coleta alta dejando algunos mechones sueltos.

-Pues venga – dijo levantándose de la cama y mirándome – te llevo a casa.

Salimos de su habitación bajando las escaleras, el detrás de mí, bostecé y rasqué mi ojo, no era muy temprano, pero aun así, tenía sueño.

Me despedí de la madre de Lauren con un abrazo por su parte y de Carly con un simple adiós.

-¿Vas a pasar? – le pregunté una vez hubo aparcado el coche enfrente de mi casa.

-Entrare a saludar – dije sacando la llave del contacto y saliendo del coche.

Antes de que Lauren fuese a tocar el timbre agarré su mano para que no lo hiciera y me puse delante de él mirándole, lo vi fruncir el ceño y alcé una ceja.

-Me he quedado a tu casa a dormir – dije cogiéndole de las mejillas – pensaran que hemos follado, alegra de esa cara de amargado.

Rodó los ojos y me di la vuelta, sentí las manos de Lauren pasar por mi cintura y entrelazarse en mi estómago dejándolas ahí.

Toqué el timbre y luego fruncí el ceño, tenía las llaves de mi casa en el bolsillo.

-Alexia abre – dijo Lauren al otro lado de la puerta.

Abrí la puerta asomando mi cabeza – no puedes estar aquí – susurré mirando a los lados.

-Venga déjame entrar – dijo nervioso.

Mordí mi labio y abrí la puerta de par en par dejándolo entrar, una vez dentro cerré la puerta y cuando me giré hacia él, me estaba escaneando con la mirada.

-Deja de hacer eso por favor – dije sujetando mi cabeza con las manos – estoy muy nerviosa.

Se sentó en el sofá de la habitación y cerró los ojos suspirando – yo también – abrió los ojos y miró su móvil – dentro de dos horas estaremos casados.

-Lo sé – dije sentándome a su lado con el dichoso vestido puesto - ¿te ha dicho tu madre lo que esconden? –pregunté.

Mis padres y los suyos escondían algo, Lauren y yo pensábamos que era algún regalo de bodas, pero ¿qué podía ser tan secreto para no decírnoslo?

Lo único que nos habían dicho era que ya teníamos una casa disponible para vivir juntos después de casarnos.

-¿Y si nos escapamos? – pregunté mirándolo mordiendo mi labio.

-Ni lo pienses – dijo girando su cabeza hacia mí.

-¿Qué vamos hacer después? – pregunté.

Abrió la boca para contestar pero tocaron a la puerta, abrí mucho los ojos, Lauren no debería estar aquí, se supone que no debe ver a la novia antes de la boda.

-Alexia soy la madre de Lauren, ¿puedo pasar? – oí decir detrás de la puerta.

Empujé a Lauren hacia la puerta del cuarto de baño y el paró dándose la vuelta mirándome.

-Tengo una idea mejor – me cogió de la cintura y me dio la vuelta desabrochando mi vestido.

-¿Qué haces? – dije intentando que me soltara – Lauren no tiene gracia – dije entre dientes.

Al no oí respuesta por mi parte la madre de Lauren giró el pomo y abrió la puerta pillándonos a Lauren y a mí en un situación, para ella, comprometida.

-¡Lauren! – le regañó su madre.

-No te podido resistirme – dijo este detrás de mí.

Mordí mi labio y me encogí en los brazos de Lauren incómoda por la situación.

-Vengo a daros esto – dijo tendiéndonos unos billetes.

Los cogí mirándolos y mordí mi labio todavía más fuerte, era unos billetes de avión con destino a Italia.

-Tomaos el viaje como una luna de miel – dijo sonriendo.

-Gracias – susurré mirando los billetes de avión.

-Alexia – dijo mientras me zarandeaba – hemos llegado.

Abrí los ojos encontrándome con sus ojos grises y sonreí inconscientemente.

-¿Qué hora es?

-Las 4 de la madrugada.

-Se buen marido y cógeme en brazos – dije acurrucándome en el asiento.

-Ni de coña – dijo levantándose.

Abrí los ojos y vi a Lauren bajando las maletas de la parte superior del avión. Bufé y bajamos de este, para meternos en un taxi.

-No sabía que sabías italiano – dije al ver lo fluido que hablaba con el taxista.

-Español, inglés, francés, italiano y alemán – dijo mirado su móvil.

-Yo apenas hablo ingles... - dije susurrando. Los idiomas no eran mi fuerte.

Cuando el taxi paró, miré por la ventana, estábamos en un hotel que por la fachada, una noche aquí costaría un dineral.

Una vez fuera del taxi Lauren empezó a andar hacia la puerta, le cogí del brazo y lo apreté contra mí, era la primera vez que salía del país y sinceramente Lauren para mí era un completo desconocido, así que era como estar de viaje con alguien a quien no conozco.

-¿Estás bien? – preguntó susurrándome.

-Tengo sueño, estoy nerviosa – enumeré – y tengo 18 años y me he casado con un desconocido – las lágrimas estaban empezando a salir al ser consciente dela situación.

Lauren pasó su mano por mi cintura y me apretó contra él, sorbí mi nariz, ahora lo único que quería era estar en mi casa y llorar en mi habitación.

-Sé que no te gusta la idea, pero no soy tan malo – dijo después de hablar con el gerente del hotel y haber salido del ascensor que nos llevó a nuestra planta.

-No es por ti – dije abrazándome a mí misma mientras el abría la puerta de la habitación – es por el embarazo – contesté susurrando.

-Respecto a eso – dijo dejando las maletas en un lado y girándose hacia mí – he tenido una idea – dijo rascando su nuca nervioso – no sé si funcionara, pero... el contrato lo firmamos tú y yo – dijo señalándonos – y quizás el contrato no pueda romperse, no tengo ni idea, pero cuando volvamos, podríamos ir al abogado que estuvo delante cuando firmamos y... - me miró – quizás podríamos cambiar algunas cláusulas.

-Yo solo quiero cambiar una – dije dándole un golpe en el hombro.

-Lo que digas – dijo rodando los ojos – métete en la cama, yo voy a ducharme – dijo yéndose hacia el baño.

Puntos diferentes [COMPLETA]Where stories live. Discover now