STAY BY ME [Jikook]

Capítulo 16. Parte [2/2].

*4/4*

Jungkook.

Sabía que no debía venir. Sabía que debía haberme quedado en casa dibujando.

En mi rostro caen las lágrimas que se iluminan con la luz se los faroles de la calle. Quiero irme. Correr. Volar. Desaparecer.

Sabía que pasaría. Tarde o temprano ocurriría, ¿y si ya lo recordó? No. Aún no. No todavía.

-¿Jungkook?- Siento que me llaman y me sobresalto al oír la voz de Haejin.- Así que los viste...

Limpio mi rostro antes de darme vuelta y verle la cara asintiendo.

-Debo irme, puedes decirle a Jimin...

-No soy paloma mensajera. Ve tú y dícelo.- Otra vez ese tono altanero, pero ya no estoy para soportarlo.

-Olvídalo.- Le digo rodando los ojos, volviendo a mi camino.

-Sabías que este día llegaría tarde o temprano...- Escucho aquellas palabras y me detengo.- Un amor no se olvida tan fácilmente.- Otra vez esas malditas lágrimas.- Creíste que con solo fingir estar enamorado de mi, él correría a tus brazos. A decir verdad... ahora que lo pienso te salió muy bien.

-Cállate.

-Los has retenido lo suficiente como para jugar con él.

-Cállate.

-Pero tenía que aparecer tarde o temprano. El amor de Jimin por Tae no moriría jamás, ni ahora ni nunca.

-¡Cállate!- Lloro desconsolado.

-¿Qué harás ahora, Jungkookie?- Aquellas palabras que siempre quise que Haejin las digas pero no de manera despectiva. ¿En que momento me convencí de querer a Haejin?

Lo sabía. Sabía perfecto en qué momento. En el momento en que Jimin me rechazó y terminó eligiendo a Taehyung.

-Por favor, ya basta...

-¿Alguna vez pensaste en él cuando hacías todo esto?

-Claro que sí... Le dije que no debía enamorarse de mi.- Le digo dándome vuelta, enfrentándolo aún con las lágrimas en mi rostro sin pudor alguno.- Le rogué que solo debíamos ser amigos. Sabía que era de él pero no podía apartarme. Me necesitaba...

-Pero te aprovechaste.

-No.- No. No me aproveché. Lo quise alejar. Le rogué que se alejara. Hasta me convencí a mismo de que a quien quería era a su hermano y no a él.- No quise...

-Admítelo de una vez.

-Lo juro. No quise... Debes saber, debes comprender.

-Les has hecho mucho daño. Pero no me preocupa, ¿sabes por qué?- Me pregunta con repugnancia.- Porque precisamente ahora estás pagando por todo el dolor que le provocaste.

Retrocedo cuanto puedo en un vano intento por escapar.

-¡Ohh...! Como disfrutaré cuando ese cabeza dura recuerde... Voy a disfrutar tanto el que se aleje de ti.

-Él no lo haría...

-¿Que no lo haría, en serio crees en esas palabras?

Claro que no. No creía ni en la décima parte de esa frase pero... él... él... me dijo que me era leal. No me abandonaría.

-Cuando recuerde a Taehyung y sus sentimientos por él, no quedará nada. Te quedarás solo, como te lo mereces.

Me abrazo a mi mismo intentando sentir algo de su calor pero no está. Está adentro, besando al amor de su vida. Sin saber aún que lo es.

-Eres patético. Me divertí demasiado hoy. Espero no volverte a ver, Jungkook. Solo fue por obligación, mi hermano te necesitaba, pero ya no más. Hasta nunca, Jeon Jungkook.- Me dice volviendo a entrar a la fiesta.

Dejándome sin palabras. Dejándome destrozado por las suyas.

No quería que llegue. Ese momento no debía llegar aún...

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Jimin.

Llamo y llamo pero su teléfono está apagando, obligándome a mandar el décimo mensaje en la noche.

*Kook por favor respóndeme, necesito hablar contigo.*

Vuelvo a guardar mi nuevo teléfono para hablar con Haejin una vez más.

-¿Qué es lo que te dijo? ¿Se sentía bien al menos?

-Ya te lo dije, cabezota. Se fue porque dijo que tenía cosas que hacer. Me dejó el recado a mi. Con un poco de coqueteo.

Ese era Jungkook, pero no me creía la parte de que se haya ido porque tenía cosas que hacer. Si me dijo que me acompañaría toda la noche.

No creo que se haya enojado por mi beso con Taehyung. Soy un idiota. No se me ocurrió que me estuviera viendo. Realmente me perdí en ese beso.

-De todos modos debo volver. Se hace tarde...- Antes de salir con Tae. Mi hermano me detiene tomándome del brazo.

-Dime que no es por él y te dejaré ir.

-No es por él.- Le digo apartando la mirada, ya que es claro que mentía. Necesitaba saber de él. ¿Qué le paso? ¿Por qué se fue así? ¿Está bien?

-Te llevo.- Me dice Tae y nos vamos a su auto estacionado, sin perder un segundo en entrar y ponernos en marcha.

Ésta vez, la vuelta se me hace eterna. Debí haber oído lo que tenía que decirme. Se veía que era importante, pero no, me dedique a salir a bailar.

Llegamos y Taehyung sale conmigo del auto.

-Jimin.- Me llama al notar la prisa que tengo.- Espera.

-¿Si?- Le digo impaciente, parándonos al frente del edificio.

-Me divertí hoy y quería agradecerte por... ya sabes.

-¡Oh! No te preocupes.- Le digo acariciando su cabello.- Debo irme.

-¡Jimin!- Vuelvo en mis pasos y, sin darme cuenta, él vuelve a unir su boca con la mía, sin embargo no se queda estático, sino que profundiza su beso provocando que me deje llevar a su ritmo. ¡Vaya! Aprende rápido.- Gracias...- Dice sin aliento y yo asiento porque el mio también falta.

Por amabilidad veo como se va en su coche, y una vez que se fue, recién entro al edificio.

Corro hasta mi departamento y entro rápido a mi cuarto para pasar a su balcón y abrir aquella puerta que nos separaba, sorprendiéndome por la vista.

Jungkook está recostado, con los brazos debajo sobre una valija que yacía casi completa sobre su cama, con signos de haber llorado toda la noche...