Capítulo 31.

31 2 3
                                    

¿Saben qué es lo más raro de todo el asunto de la mudanza?, pues que sigas hablando mentalmente con tu hermana y amigo fallecidos.
Ya estaba a un punto donde me creía loca, pero cada vez, se hacía más real.

Lucía y Josh se habían hecho amigos nuestros después de lo que pasó, pero a pesar de todo, yo seguía sin considerarlos nada, sólo desconocidos.
Parecía ser que Matías y Chase se gustaban, y que estaban saliendo, mas sin embargo no importaba que Chase no me lo dijera, él tenía sus motivos.
Papá y yo siempre hablábamos sobre cosas, opinábamos sobre cosas distintas cada día; él me había sacado de mi depresión.

Era noviembre, una de mis estaciones favoritas.

Miré hacia la ventana, estaba lloviendo.
Creo que era muy lindo ver lluvia a la normalidad por aquí.

Creo que cuando me dejaban sola comenzaba mi fase de depresión porque así no había con qué distraerme y sólo pensaba en mi pasado.
Y había pensado las cosas, y Margo tenía razón, si quería volver a mi vida anterior moriría.

—Hola. —Ronald se sentó a mi lado mientras lo saludaba con un asentimiento de cabeza—. ¿Cómo estás?

—Supongo que un poco mejor. —Me encogí de hombros.

—¿Ya perdiste la confianza que teníamos? —Fruncí mis labios.

—Ya no confío ni en mi sombra. —Él asintió.

—La muerte no es tan linda cómo parece ser. —Asentí sin mucho entusiasmo—. Yo también quisiera haber conocido a la Michelle que no le importaba tener otro amigo demás en se grupo.

—A ella ni siquiera yo la conocí. —Me reí suavemente—. ¿Tienes algo nuevo qué contar?

—Venía a preguntarte algo, más bien. —Me acomodé en mi asiento—. ¿Qué opinas sobre el casamiento de nosotros?

—Yo... —Negué con la cabeza y tomé mi frente—. Por ahora quiero sólo una amistad, y que el tiempo haga lo que se necesite. No estoy preparada para esto, me gustaría preservar tu amistad.

—Entiendo perfectamente... —Sonrió de lado—. Pero a mí me gustas un poco.

—Podría decir lo mismo de ti, pero en estas épocas y condiciones yo creo que mejor me lo guardo. —Miró a otro lado asintiendo—. Aunque sí me gustas un poco.

—¿Sí?

—Un poco, no ilusiones. —Sonrió y asintió.

—¿Puede llegar a haber un nosotros en un futuro? —Fruncí la nariz.

—Siendo sincera el futuro es un tiempo muy corto y no tan bien especificado. —Me encogí de hombros—. En unos siglos, cuando seamos maduros y entendamos lo que es verdaderamente una relación.

—Es perfecto, es un agradable método para decirle a alguien que no está preparado. —Me reí por lo bajo—. Aunque en el fondo era eso lo que quería escuchar.

—Me da gusto que sea eso lo que querías escuchar porque si no lo hubiese sido estaría muy mal. —Le tendí la mano—. ¿Amigos?

—Amigos.

Aeternum.  [EDITANDO]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt