Capítulo 10.

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Jennie estaba frente a mí, en el sillón, al igual que Scott. Y Ronald estaba a mi lado, intentando explicarles a mis dos mejores amigos el asunto de los cazavampiros.
Los dos estaban atentos a cada movimiento que hacíamos, incluso si una mosca volaba por los alrededores.

—Yo... —Empecé—. Esto es un tema serio, Jennie, puedes dejar tu espejo a un lado.

Ella sonrió apenada, y entonces comenzó a prestar atención.

—Ayer vino Ronald a mi casa para avisarme que algo para nada nuevo, grave y muy urgente de saber estaba ocurriendo en el mundo de los vampiros. Será difícil de creerlo pero de igual manera tendremos que hacerlo, porque así va a ser siempre, y tenemos que cuidarnos los unos a los otros, así que pido que divulguen con sus vampiros conocidos este tema.

—Hace días escuché a unas amistades vampíricas mías hablar sobre el tema de los cazavampiros, y que estaban llegando de nuevo a Londres. Yo no me lo creí, claro, porque había investigado bien que Londres es un lugar donde prácticamente los cazavampiros estaban extintos, pero después empecé a escucharlo de mas personas, y más personas, y no tuve más que creer. —Empezó Ronald—. Los míos ya están investigando más sobre el tema, pero todavía no llegan a una conclusión estricta sobre lo que está sucediendo, sólo sabemos que son muchos, y muy inteligentes, y planean acabar con cada ser que tome sangre en el mundo.

—Creemos que han venido en parte porque tú causaste controversia, Scott, al matar a aquella chica. No estoy diciendo que tuviese la culpa, sólo digo que ellos creían que Londres estaba poco plagado con vampiros, y al salir la noticia de la muerte, todos han decidido viajar y acabar con nosotros. —Dije, suspirando.

—Suponemos que tienen un plan bastante inteligente, y que va a ser difícil pasar desapercibidos de ellos, pues en estas últimas horas han encontrado muertos a tres vampiros, uno de ellos por quemaduras graves, y ése mismo cadáver estaba lleno de agua bendita.

—Así que necesitamos cuidarnos los unos a los otros de la manera más responsable posible, y tratar de no salir a la calle de día, y menos, de noche, porque saben que acostumbramos a cazar en horario nocturno.

Se quedaron callados y asintieron.

—Ya nada va a ser como antes. —Dijo Jennie, por fin.

—Ya nada es como antes. —Añadió Ronald con un toque de decepción.

Aeternum.  [EDITANDO]Where stories live. Discover now