Capítulo 010 "Ser diferente"

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El local está atestado de gente. Hay humo y luces de colores por doquier, y la música está tan alta que incluso oír mis propios pensamientos es una tarea complicada, y soy de esos que piensan muy alto.

Supongo que debería sentirme culpable por el hecho de estar aquí con Lucas, al menos después de lo ocurrido. Pero la verdad es que estoy emocionado. No hay nadie más con quien quisiera estar en un lugar así. Siempre me he considerado una persona fiestera, y cuando entré en A lack of reason deseé que las fiestas pasaran a ser la orden del día.

Noto cómo las miradas de todos se clavan en mi nuca al entrar. Es una sensación horrible, una sensación que odio.

La multitud baila alocadamente al ritmo de I don't care, I love it, y Lucas y yo no tardamos en unirnos a esa danza común. Bailar es una de esas cosas que la mitad de músicos adora y la otra mitad odia. Yo estoy en la mitad.

Siempre dicen que debes ser diferente y mostrarte como eres en realidad, pero cuando lo haces, hay una sociedad entera dispuesta a señalarte con el dedo y criticarte.

-¿Cómo has encontrado este sitio?

Cuando era pequeño jugaba a imaginarme en cualquier otra parte del mundo. Me gustaba creer que había algo mejor para mí fuera de prisión.

-Casualidad.

Nada ha sido casualidad en mi vida. Absolutamente nada.

Tenía trece años cuando supe que era gay. Siempre había sabido que era diferente, aunque tardé mucho en enfrentarme a esa realidad. Me crié en un pueblo pequeño, de esos en los que todos se conocen y cualquier cotilleo es descubierto por los vecinos. La presión por no destacar era constante en cada pequeña casa.

Todos los chicos debían sentir adoración hacia los deportes y todas las chicas debían saber cocinar. A mí me encantaba el fútbol, y cocinar no era lo mío, pero esa normalidad no duró mucho.

Pasaba las tardes jugando con mi hermana pequeña y sus amigas, porque la inocencia que ellas tenían me parecía mucho más atrayente que cualquier juego de peleas. Comencé a necesitar cosas que no lograba encontrar allí, como alguien que entendiera que los chicos sí lloran y sentían de la misma forma que el sexo femenino. Los estereotipos es lo primero que te rechaza.

A los quince años todos comenzaban a tener sus primeros besos y relaciones. Por aquel entonces había una chica que siempre me miraba en clase y él me dijo que eso era porque le gustaba. Él era algo así como mi kryptonita.

Había sido mi mejor amigo desde que teníamos cinco años, y siempre había estado ahí para mí. Teníamos cosas en común, y cosas en total desacuerdo. Nunca he sido de los que creían en las almas gemelas, porque si a dos personas les gusta lo mismo jamás encontrarán la emoción necesaria. Yo sabía que aquella chica que me miraba no tenía ninguna posibilidad conmigo, porque yo le quería a él.

Es duro para un chico de quince años darse cuenta de que te gusta tu mejor amigo hetero, así que imaginad lo que me costó sincerarme con él y contarle mis sentimientos. Es una de esas charlas que tarde o temprano saben que llegarán, pero nunca parece el momento indicado. El día en que eso ocurrió le perdí.

Al día siguiente todo el mundo sabía que era homosexual. La gente dice que no tiene ningún problema frente a la homosexualidad, pero cuando ven a dos hombres cogidos de las manos piensan que es algo antinatural. Eso me dolió, porque creí que podría confiar en él. Aprendí la importante lección de no mostrarte tal y como eres a menos que quieras sufrir.

A lack of reasonWhere stories live. Discover now