- Marinette, volviste - al oír eso me abrazaron con fuerza.

- Aah ... hola señorita Arrendel -.

- Te extrañe mucho, pero, ¿Que haces aqui? -.

- Vine el fin de semana, debo volver a clases para el lunes -.

- Ya veo, bienvenida querida - me sonrió y luego volvió a ayudar a otras chicas.

La señorita Arrendel siempre fue muy atenta conmigo, ella decía que se alguna manera yo le recordaba a su hija puesto que la apartaron de su lado y no supo que paso con ella ya que le negaron el saberlo, puesto que tuvo antecedentes de abuso a menores.
Hasta donde se ella no hizo nada tan grave, pero honestamente eso a nadie le importa. Cuando llegó a este estudio pidiendo trabajo mi madre la acepto. Mi madre tiene la política de que todas las personas tienen una segunda oportunidad si en su corazón muestran un sincero arrepentimiento.

-Flashback de ese momento-

Mientras Sabine, madre de Marinette se encontraba haciendo el papeleo de las nuevas estudiantes que se unirían al estudio llegó una señorita de aproximadamente 30 años que fue en dirección donde Sabine.

- Hola, buenas tardes, soy la señorita Collet Arrendel, quería ver si no necesitaban una instructora de ballet, fui instructora y coreografía en varios estudios antes, el welshdance, el Gyademi y el estudio Agreste pero por el momento no tengo trabajo -.

- Por supuesto que podría contratarla, pero, ¿Porque la cara larga? -.

- Mi hija, me la quito el gobierno ya que tengo antecedentes de abuso a menores - su mirada estaba por el piso y con un tono de voz triste, el tono de una madre que perdió a su hija.

- ¿Me pide trabajar en un lugar donde hay niñas pequeñas con antecedentes de abuso? -.

- Se que no es la mejor presentación que tengo, pero ... - fue interrupida por Sabine en ese momento.

- Yo siempre e dicho que un corazón arrepentido tiene una segunda oportunidad, puede trabajar aqui, pero tendré que ponerla a prueba, ¿acepta?. - Sabine le puso una tierna sonrisa.

- ¡¿Enserio?!, no me importa estar aprueba, por supuesto que acepto -.

-Fin del Flashback-

- Marinette, hija - Esa era mi madre que venía hacia mi con una gran sonrisa.

- Hola mamá - le sonreí de vuelta, las piernas me temblaban un poco, después de todo jamás había estado separada de ella tanto tiempo como ahora que entre al estudio.

- ¿Que haces aqui bebe? -.

- Vine por este fin de semana, ya que el lunes tengo audiciones para la primera presentación, y bueno, con eso de que me lastime necesito algo de ayuda profesional - dije con tono juguetón lo ultimo.

- Viniste al lugar indicado - dijo mi madre dramáticamente - Pero te parece que volvamos en un rato, en este momento estoy algo ocupada con las pequeñas -.

- Podría ayudarte como antes si quieres -.

- Claro que si, adelante -.

Fue agradable el estar en mi viejo estudio ayudando a las niñas pequeñas, me traía tantos recuerdos el estar ahí que solo podía sonreír.
Cuando acabo la clase fui con mi madre a casa despidiendonos de todos.
El estudio estaba muy cerca de nuestra casa, cuando llegamos mi madre fue a la cocina ya que se entero de mi "desayuno" y de inmediato empezó a cocinarme algo mientras hablábamos.

- ¿Que tal todo en el estudio? -.

- Bien, tengo Buenas amigas aunque aún me cuesta llevarme bien con otras -.

- Me alegra que tengas Buenas amigas ahí, por cierto, ¿Ya conociste al Señor Agreste? -.

- Si, lo conozco, el Está presente en las prácticas para las audiciones -.

- Oh ya veo, eso es ... genial -.

- Por cierto madre, cuando el me llamo a su despacho me dijo que fue el quién me mando la carta, pero ... me dijo que lo hizo porque le debía mucho a una persona, ¿acaso sabes a ... - No termine de hacer mi pregunta ya que mi madre había tirado el vaso de agua que tenia de las manos.

- No se de que me hablas, la comida esta lista, cirvete por favor - su tono fue frio, era como si le hubiese recordado algo malo, dicho eso mi madre dejo la cocina y subió las escaleras hacia su habitación.

No podía dejar las cosas así, algo había pasado, mi madre no es así, la seguí hasta su habitación pero la puerta estaba cerrada.

- Madre, ¿que pasa?, por favor déjame entrar - estaba preocupada por ella, más porque no es de las que van a su cuarto y se encierran, al ver que no hubo respuesta alguna tras varios momentos decidí dejarla sola y bajar a desayunar.

Ella me dirá que le pasa cuando este lista.

El siguiente capítulo lo subiré mañana en la tarde, si no ... ya me vi esquivando las chanclas :(
Ya viene lo bueno, el pasado de Sabine en la compañía Agreste y que le paso al padre de Marinette.

Saludos y gracias por leer mi historia.

Siguiendo tus pasos [MiraculousLadybug] [Pausado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora