·dangerous· [3]

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~Ella me recorrió en secciones,
Con ojos de deseo.
Me quedé atrapado,
En su telaraña de pecado~

III.


Salió del vestidor acomodando sus pantalones. Era cierto que le apretaban, pues se miraba desde lejos que su piel estaba aprisionada por la tela dorada y brillante que cubría la parte inferior de su cuerpo delgado. Pero aun así lograría bailar libremente, sintiéndose ligero y casi desnudo. Sujetó el cinturón negro con las manos y lo abrochó como Bush le había enseñado.

Bajo las luces artificiales doradas del escenario se miró como todo un rey cuando atravesó el escenario y comenzó a explicar el proceso; salir de la nave falsa que estaría presente, esperaría un poco y después retiraría el casco y los guantes para bailar y cantar Scream. Todos, de acuerdo con el plan de su jefe, siguieron los pasos con algunas confusiones las siguientes dos horas. A veces se frustraba pero recordaba lo importante que era sonreír para no enfadarse, no de nuevo. Recordó un par de palabras que su madre le dijo acerca de eso y se relajó notablemente para poder seguir con el trabajo. Sentía algo de calor en el cuello y en el rostro por esas horas que tuvo que bailar una y otra vez. La garganta se le secó unos momentos así que se detuvo hasta llegar a un costado del escenario y tomar un poco de agua de ese vaso cónico que le esperaba en una de las barras.

Acomodó su cabello, amarrándolo en una coleta simple y descuidada como siempre lo hacía. Soltó los rizos despreocupado y se agachó un momento para tomar el vaso y beber como un hombre del desierto que encuentra un oasis. Los miembros del equipo esperaban la continuidad mientras preparaban todo para reiniciar la canción. Michael sentía el líquido correrle por la garganta en grandes olas y cuando lo retiró se estremeció al encontrar a Lily de pie frente a él, lista para salir a escena. El vestido se pegaba a su perfecto cuerpo mientras se movía. El cabello suelto le ondeaba con las múltiples ráfagas de viento que producían los ventiladores del suelo del escenario. Sus largas piernas contorneadas daban la impresión de haberse trabajado durante años.

—Lista para la acción —dijo ella, meneando el cabello mientras ponía una de sus manos en su cadera, tal como lo indicaba el papel.

—Por supuesto. Empecemos —sonrió Michael quedándose a un lado, comenzando su canto y girando la cintura al bailar naturalmente, como sólo ese rey podía hacerlo.

No recordó a su esposa mientras movía sus manos de manera sensual. Las discusiones quedaban en el pasado cuando Lily se mecía junto con él, apegando su cuerpo y simplemente siendo ella. La música lo tomó en cuerpo y alma dejándose llevar por los acordes y las melodías que abarcaban una canción maravillosa. Por un momento, el corazón le dio un vuelco cuando le acarició la espalda a esa modelo natural que estaba junto a él. Michael no evitó sonreír al ver que Lily respondía coquetamente, tocando sus piernas sensibles al tacto. Reían, pero los ojos de aquella mujer estaban sumergidos en un deseo increíble que era imposible no ser notable para Michael.

Ella es peligrosa. Oh, vaya que sí, primor.

Algo le decía que el peligro era eso a lo que estaba expuesto todos los días. La gente hablaba, personas estaban. En su contra, querían matarlo, darle una paliza... ¿Por qué no una mujer sensual en su vida? Lisa pediría el divorcio, eso estaba por venir. Necesitaba algo más que una pareja que quería separarse, una mujer ardiente y deseosa de Michael Jackson, no de la fama y la fortuna que estaban rodeándolo como un montón de hormigas a un dulce de la calle.

Cuando acabaron la coreografía de Lily y Michael, él comenzó a bailar con los demás integrantes. Entonces los ojos de ella se encendieron como fuego al mirarle tras el muro. Algo dentro de ella se desenrolló como electricidad y le corrió por el cuerpo que sentía desnudo y apretado.

Lo estaba deseando más que nada en el mundo.

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