Capítulo 25

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Clarke separó sus labios cuando sintió que era golpeada por un orgasmo, Lexa llevó sus labios al cuello de la rubia, sin quitar sus dedos de dentro de ella, con su otra mano la sujetó con fuerza de la cintura. La respiración de Clarke estaba acelerada, el pecho de la rubia bajaba y subía con rapidez, Lexa sin separarse de Clarke, caminó hacia una de las sillas del comedor, se sentó allí haciendo que Clarke se sentara en su regazo, con sus piernas a un lado, su entrepierna quedaba justo sobre el muslo de Lexa.

Lexa comenzó a masajear con su dedo pulgar sobre el clítoris de Clarke, quien se aferró a los hombros de la castaña cuando comenzó a sentir que esta regresaba con los vaivén dentro suyo, la castaña comenzó a hamacar su pierna, y Clarke llevó sus labios al cuello de Lexa, para comenzar a besarlo. Los gemidos de la rubia golpeaban en el oído de Lexa, quien se mordió el labio inferior aumentando más la velocidad, tanto de sus dedos como de su pierna, Clarke llevó una de sus manos hasta el borde del short de la castaña, pero ésta detuvo sus movimientos en cuanto sintió que la intención de la rubia era introducir su mano debajo.

-No –Susurró Lexa, con su mano libre tomó la de Clarke y la alejó de su short.- Todavía no –Volvió a susurrar. Clarke alejó su rostro para mirar los ojos verdes, Lexa sonrió y luego se mordió el labio, nuevamente comenzó a mover su pierna y sus dedos, pero con mucha más lentitud que antes, Lexa volvió a sonreír al ver el rostro de Clarke, con el filo de sus dientes rozó la barbilla de la rubia.

-Lexa –Susurró en forma de pedido, la castaña volvió a sonreír y comenzó a aumentar más sus movimientos. Clarke recargó su frente con la de la otra chica, y los ojos azules se encontraron con los verdes, ambas chicas sonrieron y Lexa aceleró más sus movimientos, no faltó demasiado para que la rubia fuera golpeada por un nuevo orgasmo.- Vas a matarme –Susurró con la respiración entrecortada, acortó la distancia entre ellas y unió sus labios. Clarke llevó sus manos hasta el borde de la remera de la castaña, y la fue levantando, obligando a la castaña a que saliera de dentro suyo, hasta tirarla a un lado.- Es mi turno –Susurró la rubia en cuanto separaron sus labios.

Lexa soltó una leve carcajada, mientras dejaba que la rubia quitara sus sostén, una sonrisa se dibujó en su rostro al ver que Clarke la observaba atenta, estaba a punto de decir algo, pero la rubia llevó sus dedos hacia los labios de Lexa, impidiendo que esta hablara. Clarke necesitó unos segundos para ponerse de pie, sus piernas aún le temblaban y no estaba segura de poder mantenerse de pie, pero para su sorpresa, lo hizo. Tomó la mano de la castaña y la ayudo a erguirse, la condujo hasta el sofá de la sala, una vez allí hizo que Lexa diera media vuelta.

-No duele –Susurró a Clarke, quien negó con la cabeza, levantó su mano y con la yema de sus dedos acarició la espalda baja de la castaña.- De verdad, Clarke –Lexa se giró para observarla de frente pasó sus brazos por la cintura de la rubia, a quien se la notaba preocupada.- Clarke –Le susurró, haciendo que la aludida dejara de ver ese golpe y fijara sus azules ojos en los verdes.- Te prometo que estoy bien –La rubia asintió con la cabeza, y no pudo decir nada más porque Lexa unió sus labios.- Sigue –Susurró contra sus labios, la rubia lo pensó unos segundos, luego llevó sus manos hacia el borde del short y lentamente los fue bajando, junto con las bragas.

Clarke se inclinó, y con un pequeño golpe en el sofá le indicó a la castaña que tomara asiento, y así lo hizo. Una sonrisa se dibujó en ambos rostros cuando sus miradas se encontraron, Clarke se arrodillo frente a ella y llevó sus manos a los muslos de Lexa, los acarició, bajando y subiendo por ellos, se irguió un poco y se acercó a besar uno de ellos. Lexa se mordió su labio inferior, y reclinó su cabeza hacia atrás, apoyándola en el respaldo del sofá. Clarke comenzó a subir más con sus besos, mientras separaba un poco más las piernas de la castaña.

Lexa dejó salir un gemido al sentir los labios de la rubia llegar a su entrepierna, y llevó sus manos a los hombros de ésta, se aferró con fuerza cuando sintió que la lengua de Clarke comenzaba a entrar en ella. Clarke llevó una de sus manos hasta la entrepierna de Lexa y comenzó a acariciar el clítoris de ésta, la castaña dejó salir un gemido en cuanto sintió aquellas caricias, Clarke continuó lamiendo a su paso, haciendo que gemidos brotaran del pecho de la castaña, el cual comenzaba a bajar y subir por la alterada respiración de ésta. Lexa estaba excitada desde antes de que la rubia comenzara a tocarla, por lo que no necesito muchos movimientos más para llegar al climax. Clarke lamió el jugo que emanaba de su entrepierna y una vez terminó se separó para observar a Lexa, quien todavía intentaba regularizar su respiración.

-Quédate ahí –Susurró Clarke, se puso de pie y se dirigió a la habitación, Lexa hizo lo que le pidió pero con la mirada seguía a la rubia, quien al regresar llevaba una sonrisa pícara en su rostro.- Cierra los ojos –Susurró, la rubia se colocó detrás de Lexa, hizo que se inclinara nuevamente la cabeza sobre el respaldar del sofá, unió sus labios en un lento y dulce beso.- No los abras –Dijo una vez se hubo separado, caminó nuevamente hasta situarse frente a la castaña, se inclinó y con la mano izquierda tomó el marcador que llevaba.- Listo –Dijo después de firmar el abdomen de la chica.- Para que Ontari y cualquier otra chica sepa que eres mía –Dijo con una sonrisa mientras se ponía de pie.

Lexa bajó la mirada hasta su abdomen, había sentido la punta de algo sobre ella, pero había durado un segundo, la rubia había firmado demasiado rápido como para que esta pudiera notar de qué se trataba. Lexa levantó la vista para verla y Clarke aún tenía esa sonrisa pícara.

-Se quita con el agua –Dijo sonriendo, le guiñó un ojo a Lexa y luego se dirigió al baño, cerrando la puerta detrás de ella. Una vez allí dejó el marcador sobre el lavabo, abrió el grifo y comenzó a quitarse la ropa, justo en el momento en que comenzaba a echar sales y algo de líquido para espumas, la puerta se abría y volvía a cerrarse.- Creí que no vendrías –Mintió mientras se giraba y observaba a Lexa, quien recorrió con la mirada el cuerpo de la rubia.

-Muy graciosa –Comentó Lexa con una sonrisa.- Podría dibujarte algo yo –Dijo mientras tomaba el marcador y volvía su vista a la rubia.- Así Niylah y todas las demás saben que eres mía –Imitó la castaña, Clarke soltó una leve carcajada y sin decir palabra alguna, cerró el grifo y entró en la bañera.

-Ven –Dijo después de sentarse en la bañera, recargando su espalda en ella. Lexa no necesitó que se lo volviera a pedir, dejó el marcador en el mismo lugar de donde lo había tomado, y entró junto a la rubia, sentándose delante de ella, pues había separado sus piernas para que ella entrara cómodamente.

Clarke llevó sus manos hasta el centro de Lexa, a pesar de que el clítoris de la castaña no necesitó estimulación, la rubia aun así lo hizo, acarició con su pulgar en aquella sensible zona mientras que con sus dedos índice y medio comenzaba a penetrarla. Lexa recargó su cabeza en el hombro de Clarke, mientras que de su boca salían pequeños gemidos, la rubia comenzó a acelerar sus movimientos, llevó sus labios al cuello de Lexa y comenzó a besarla. Sus embestidas cada vez eran más rápidas, la respiración de Lexa volvía a acelerarse, la castaña llevó su mano hasta la nuca de la rubia y la atrajo hacia sí uniendo sus labios, ahogando sus gemidos en aquel beso.

Se separó sólo para soltar un fuerte gemido en cuanto llegó al climax, Clarke detuvo sus dedos dentro de ella, por unos pocos segundos, nuevamente comenzó con la penetración haciendo que en pocos movimientos la castaña volviera a llegar a un orgasmo. La rubia esperó a que Lexa normalizara su respiración nuevamente para quitar sus dedos dentro de ella.

-¿Sabes que es lo positivo de conocer dos madres doctoras? –Preguntó Clarke mientras llevaba sus manos a los hombros de la castaña.- Que aprendes a hacer masajes. –Susurró contra el oído de Lexa, mientras comenzaba a mover sus dedos sobre aquella parte del cuerpo de la castaña.

-¿Qué tiene que ver eso? –Preguntó Lexa sin entender, cerro sus ojos, dejándose llevar por aquellos masajes, y no fue hasta esos momentos que no supo que los necesitaba.

-Cuando pasaba toda la tarde haciendo algún trabajo o estudiando, mi madre siempre llegaba con una taza de café y me hacía masajes –Contó tranquilamente la rubia, sin dejar de mover sus dedos sobre el hombro de Lexa.- Terminé aprendiendo, y ayudaron mucho –Comentó con una sonrisa.

Lexa dejó que Clarke continuara haciendo aquello que la estaba relajando, ladeando su cabeza de un lado hacia el otro. Clarke fue bajando por los brazos de Lexa, hasta llegar a su cintura y la abrazó, la castaña reclinó su cabeza, apoyándola sobre el hombro de Clarke, quien depositó un beso en la frente de la ojiverde.

Ambas chicas se quedaron en silencio, Clarke podía jurar que Lexa se había quedado dormida, sino fuera porque acariciaba los brazos de la rubia. Lexa se sentía relajada y completamente feliz, en mucho tiempo no se había sentido así, y agradecía poder estarlo con Clarke. El agua comenzaba a enfriarse, y el ruido en el estómago de Lexa hizo que Clarke sonriera.

-Creo que deberíamos dejar el café para otro momento –Susurró en el oído de Lexa, quien asintió con la cabeza.- Será mejor que comamos algo.

Ambas chicas salieron de la bañera, después de secar su cuerpo, ataron la toalla alrededor de su pecho y se dirigieron hacia la cocina. Comieron entre besos y caricias, por lo que una vez se terminó la comida, se dirigieron a la habitación para continuar con aquella sesión, pero esta vez, en la cama.

Cábala (AU Clexa)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt