Cábala (AU Clexa)

Capítulo 23

CAPÍTULO VEINTITRÉS

Clarke corrió las sábanas de la cama, y luego se giró a observar a Lexa, quien la estaba mirando atenta. En cuanto sus ojos se encontraron, una sonrisa se dibujó en el rostro de ambas chicas. La rubia se quitó los pantalones, luego se acercó a Lexa y comenzó a desabotonarle la camisa, mientras que ésta se quitaba sus jeans. La castaña se mordió el labio inferior y la rubia le dedicó una leve sonrisa.

-Creo que esta es la mejor película –Susurró Lexa mientras llevaba sus manos hacia la cintura de Clarke y la atraía hacia sí. La rubia sonrió ante las palabras de la chica, y asintió con la cabeza mientras hacía que la castaña quedara entre la puerta y su cuerpo. Clarke llevó sus manos a su cintura y quitó su remera.

-Definitivamente, la mejor película –Susurró la rubia antes de volver a unir sus labios con los de la otra chica.

Clarke comenzó a acariciar el desnudo abdomen de la castaña, mientras que colocaba su pierna entre las de ellas. Lexa acercó lo más que pudo a Clarke, mientras acariciaba su espalda subiendo hasta el broche del sujetador para soltarlo, sólo se separaron unos segundos para deshacerse de aquella prenda. Clarke separó sus labios, y comenzó a besar el cuello de Lexa, quien colocó una de sus manos detrás de la cabeza, sujetando los cabellos rubios, mientras que su otra mano se apoderó de uno de los pechos de la rubia.

-Clarke –Susurró Lexa en forma de gemido. La aludida sonrió al escuchar su nombre y poco a poco comenzó a inclinarse, sus rodillas tocaron el suelo, recargando su peso en ellas, mientras besaba el abdomen de Lexa, comenzó a bajar su braga. Lexa levantó primero un pie y luego el otro para que pudiera dejarlo a un lado, en cuanto sintió los labios de la rubia bajar, separó un poco sus piernas, pero Clarke tomó una de ellas y la levantó pasándola por sobre su hombro. Levantó la vista y sus azules ojos se encontraron con los verdes, ambas chicas sonrieron y la castaña inclinó la cabeza hacía atrás, recargándola sobre la puerta de madera. La rubia no se hizo esperar, llevó sus labios hasta la entrepierna de Lexa, primero pasó su lengua lamiendo a su paso y luego comenzó a besarla.- Oh –Susurró Lexa al sentir aquella caricia en su entrepierna, llevó una de sus manos hasta la cabeza de la rubia, y enredó sus dedos en sus cabellos. Clarke sujetó con fuerza las piernas de la castaña, y continuaba besando y lamiendo la parte íntima de Lexa. Los gemidos comenzaron a ser más seguidos, su respiración estaba acelerada y entrecortada, su pecho subía y bajaba demasiado rápido, mordió su labio inferior cuando comenzó a sentir la punta de la lengua de la rubia comenzaba a entrar dentro de ella. Mordió con fuerza su labio cuando sintió que el orgasmo estaba a punto de golpearla, y se aferró con más fuerza a los cabellos rubios. Un gemido escapó de su boca en cuanto llegó al climax, separó sus labios respirando rápidamente, intentando que su respiración se normalizara, pero estaba lejos de que eso sucediera, Clarke continuó besando su entrepierna, lamiendo y succionando sus jugos, la castaña volvió a ser golpeada por un nuevo orgasmo.

Clarke bajó la pierna de Lexa, colocándola a un lado, comenzó a besar el abdomen de esta, subiendo hasta llegar a su cuello y detenerse un tiempo allí, sentía cómo la respiración de la castaña aún no se había normalizado. Se separó para observar los ojos verdes, pero ésta los tenía cerrados. Clarke llevó su dedo índice hacia el labio inferior de su amante, lo recorrió acariciándolo con suavidad, y Lexa al sentir aquella caricia abrió sus ojos, una sonrisa se dibujó en ambos rostros.

-Te lastimaste –Susurró Clarke deteniendo su dedo sobre el pequeño corte que se había hecho la castaña.- ¿Estás bien? –Preguntó con suavidad. Lexa sonrió y asintió con la cabeza, atrajo a la rubia hacia sí y unió sus labios. Sentía su propio sabor en los de la otra chica, y también podía sentir el sabor a sangre por el corte. Llevó sus manos a la cintura de la rubia, y en un rápido giro dejó a la rubia contra la puerta, separó sus labios para inclinarse y poder quitarle la última prenda que le quedaba a la rubia, se quitó la camisa y el sostén, quedando ambas chicas en completa desnudez. Colocó su mano en la cintura de Clarke, la guió hasta la cama y juntas cayeron en ella.