No finjas tus sonrisas.

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-Ella solo estaba ligando conmigo, y como ha visto que no lo ha conseguido,  ha intentado joderme.-Suspiré.-Y esto tampoco lo ha conseguido, porque yo tengo las ideas bastante claras y se que quiero tener a esos niños. Nada ni nadie me lo va a impedir, nena. 

Ella seguia abrazada a mi, no queria despegar su cara de mi pecho. 

-Justin, ¿Puedo irme una semana con Brisa a Canadá?

-Cariño, yo ahora no puedo ir.-Dije acariciando su espalda.

-No, quiero pasar una semana sola allí. Necesito un descanso.-Cogí sus hombros para apartarla un poco de mi pecho y poder verle la cara.

-Alba, no me pidas esto, por favor.-Ella cerró los ojos para que no se le saliesen las lágrimas.-Por favor.-Supliqué.

-Necesito volver, aunque solo sea por una semana.-La solté y bajé mis brazos de golpe. Subí un brazo para pasarlo por mi pelo.-Da igual, de todas formas sabia que no ibas a aceptar.-Se dirigió al coche y se apoyó en la puerta con los brazos cruzados.

Yo suspiré intentando pensar, no queria dejarla sola y mucho menos una semana entera. Estaria preocupado las 24 horas del día. Ella debia entenderme.

-Alba.-Me acerqué a ella.-Entiendeme.-Rocé su brazo para acariciarla.

-Abre el coche.-Habló casí ordenandome. Negué con la cabeza y abrí el coche. Ella se metió al lugar del copiloto y me esperó alli. 

Yo apollé mi cuerpo en el coche, poniendo mi espalda en la ventanilla de Alba. Bajé mi cabeza intentando pensar. Por una parte solo seria una semana y ya está, todo olvidado. Ella volveria y todo volveria a la normalidad. Por otro lado no queria dejarla sola. Desde que estoy con Alba hay muchos Paparazzi paseando por esa zona y no quiero que le hagan daño.

Al cabo de unos minutos decidí entrar al coche. Alba estaba con el codo apoyado en la ventanilla y la mano sujetando su cabeza.

Me senté sin decir ni una palabra y arranqué el coche. No queria ir al bus ya, así que pensé en llevar a Alba a un restaurante lujoso. Sabia que a ella no le gustaba el lujo, pero por un día no pasa nada.

Unas calles mas adelante habia uno muy conocido. Tenia parking subterranio, así que lo metí allí. Aparqué y baje del coche volteando para abrirle la puerta a Alba.

Ella bajó sin mirarme. Me estaba cansando de esto. No podía soportar que se enfadara conmigo por cosas así, ella sabe que necesito protegerla y a miles de kilómetros no podré hacerlo.

Le cogí de la mano y ella no la soltó. Cuando estabamos en la puerta el camarero nos paró.

-Será mejor que entreis a la sala VIP.-Dijo mirandome.-Un cantante de tanta fama como tú puede estar en peligro en una sala como esta.-Dijo preocupado.

-No creo, voy muchas veces a restaurantes y bares corrientes y nunca me ha pasado nada.

-Hazme caso, a este restaurante vienen muchos paparazzi y hemos tenido muchos problemas con ellos.-Asentí. Él nos llevó hasta la sala VIP. Era practicamente igual, pero habian caras mucho más conocidas.

Nos sentó en una mesa de dos, a todo esto, Alba no habia dicho ni una sola palabra. Le cogí la mano y con mi pulgar la acaricié. Ella suspiró.

-Sabes que no me gusta que te gastes dinero en mi en estos lujosos restaurantes.-Por fiiiiin una palabra sale de su boca. 

-Alba.-Hice que me mirara a los ojos.

-Dime.-Supiró.

-Mmm...nada, da igual.-No me atreví a decirselo. Mi madre me dijo que se lo digera lo antes posible. Pero de todas formas, pienso que ese no era el momento adecuado.

Una vida diferente.Justin Bieber♥Where stories live. Discover now