Capítulo 11: Charla de Azotea

6K 667 56
                                    

Ha pasado una semana desde que el viejo Matt inundó de amargura la habitación, ya ni si quiera me miraba; intenté muchas veces convencerlo de una "charla de alfombra" para averiguar a que se debía, pero fue inútil, ahora estoy cansado y triste por lo que está pasando con él, por como cambio derepente, creo que debo dejar de preocuparme y comenzar a hacer algo por mí.

🌈

Excelente, ahora debía tragarse su orgullo sin un vaso de agua de por medio. Melissa le había ayudado, por más extraño que sonara, ya que fue una de las personas que mas daño le hicieron durante el año escolar. Lo importante ahora, era que debía volver a su habitación y pedirle disculpas al chico con el que se había estado portado como un idiota por una semana; el único problema radicaba en: qué le respondería cuando éste le preguntara las razones de su comportamiento.

Se llevó una sorpresa cuando entró a su habitación y descubrió a ésta embargada por la soledad; no habían rastros del rubio, además, éste no le había avisado de que saldría aquella noche; no es que fuera su obligación hacerlo, pero siempre lo hacía, incluso cuando se levantaba a media noche y le pedía que lo acompañara al baño porque le tenía miedo a la oscuridad en la que quedaba inmerso el corredor durante las noches.

Sacó su teléfono a prisa y comenzó a marcar el acceso directo de Spot, segundos después, cayó en cuenta que era más que inútil, ya que escuchó bajo las sabanas del rubio, el opening de "Adventure Time", el tono que Spot tenía configurado para recibir llamadas, lo cual no hizo más que alterarlo el doble. ¿A dónde se había metido ahora?

Revisó los primeros lugares que se le venían a la mente, desde el baño, el corredor, hasta las escaleras, pero no habían señales, como si de pronto se hubiese desvanecido. Era improbable que hubiese ido al cine con el idiota de Roger, ya que todos los edificios del campus cerraban a las nueve de la noche y si su reloj no mentía, ya era un poco más de las diez.

Teniendo mil y un lugares más por revisar a lo largo y ancho de todo el campus, Matt bajó hasta llegar frente de su edificio, llevó sus manos a la cabeza con desesperación, como queriendo arrancar uno a uno sus cabellos, hasta que algo inexplicable dentro de él lo obligó a mirar hacia arriba, hacia donde la iluminación del edificio se desvanecía para dar paso a una enorme manta oscura decorada con cientos de estrellas.

🌈

¿Qué carajos le pasaba al mundo de pronto?, se preguntaba Spot atacado por cientos de miles de preguntas que orbitaban su conciencia, la repentina actitud que Matt había adoptado para con él y el hecho de que Roger de pronto haya decidido dejar de buscarlo como si hubiese dado por terminada la relación... otra vez.

Ya nada le interesaba, sólo escapar un instante de tanta locura. En un arrebato de coraje y pérdida de la fe, salió vistiendo nada más que un pantalón deportivo y una playera blanca de tirantes; tomaría un poco de aire, sólo que no tenía idea de dónde, considerando que en casi cualquier lado alguien lo vería y era, precisamente, lo que quería evitar a toda costa; entonces su mente le dio una magnifica respuesta, una que se encontraba al final de las escaleras, luego del quinto piso.

Tras subir quien-sabe-cuantos escalones, descubriendo con sus jadeos que tenía la condición física de una galleta, pudo por fin respirar aliviado antes de abrir la pesada puerta metálica que conectaba con la azotea.

Una fría ráfaga de viento le dio la bienvenida al lugar más tranquilo que podría encontrar en todo el territorio de la Universidad. Cerró la puerta tras de sí y avanzó hasta la orilla donde tomó asiento muy tranquilamente, pensando en dos cosas: "¿Que hermosa vista" y "¿Por que rayos no traje un abrigo?, hace un frío del demonio".

Pero intentó enfocarse en lo primero. Las pocas luces en las distintas edificaciones, que parecían mezclarse con la luz de las estrellas en el cielo, le hicieron perderse un momento en ese bello panorama frente a sí.

Llegó un momento en el que el frío a su alrededor parecía querer hacerse notar con cada vez más fuerza, tanta, que era necesario llevar sus brazos a acobijar su cuerpo en un abrazo que intentaba mantenerlo a temperatura, sólo para no tener que abandonar tan bello espectáculo de luces.

De pronto, un repentino calor, seguido de una suave textura, lo hizo calmarse y sentirse reconfortado, a la vez que confundido. Al mirar a su lado Matt venía sentandose junto a él a la orilla del edificio, mientras sobre sus hombros reposaba una sudadera que el castaño le había colocado para abrigarlo.

—¿Charla de azotea? —Inquirió Matt con una sonrisa, una que no le dedicaba al rubio en bastante tiempo.

—Tu empiezas —Dijo arropándose entre la suavidad de aquel suéter.

—Perdoname por cómo he estado actuando.

—Por un momento pensé que ibas a decir: "...por haber sido un idiota".

—¿Crees que suene mejor? —El rubio asintió con una leve sonrisa y luego de un suspiro, Matt corrigió sus disculpas—. Bien, "Perdoname por haber sido un idiota, Spot"

—Ahora dime ¿Por qué has estado muy distante conmigo?

Podía escucharse con claridad todo el dolor que las palabras de Spot albergaban. Un sentimiento de culpa comenzó a crecer en su pecho cayendo en cuenta que en toda la galaxia no existía un ser más "mierda" que él.

Quería hacer bien las cosas por primera vez en diecinueve años, quería que las cosas con Spot se dieran de la manera más fácil posible, pero aquello no existía. Vio frente a él, como su idea de una vida universitaria ordinaria, plagada de fiestas, alcohol y ver televisión por varias-muchas horas, se quebraban como enormes muros de cristal. Pero no, tenía que enamorarse... de su roommate... de su mejor amigo y... ¡de un hombre!

Se sintió como un completo cobarde, la escena era ideal para abrirse y exponer sus sentimientos hacia Spot, pero una vez más, la oportunidad se escapó entre sus dedos como la arena, y su silencio fue la única respuesta que obtuvo el rubio a su lado.

—¿Por qué?, ¿Por qué me haces esto?. Yo no soy fuerte, Matt. Yo no puedo pretender que nada me pasa cuando por dentro me estoy rompiendo. Has estado siendo muy frío y cruel conmigo, y ni si quiera tengo bien claro el "por qué".

En un intento desesperado por que Matt no lo notara, agachó la mirada y comenzó a liberar todo su dolor, todo el sufrimiento que oprimía su pecho y que se manifestó mediante una serie de lágrimas que al verlas hicieron doblegar el alma del castaño, torturándolo mentalmente por haber causado aquello.

—Spot, por favor no llores. Te pedí perdón, ya te dije que soy un idiota, y y y, también un vagabundo y hasta un ogro si quieres, soy todo lo que tu quieres que sea, pero no me tortures de ese modo. ¿Qué dices Spot?

Volteando la mirada para que Matt no lo viera tan vulnerable soltando más lágrimas, llevó una de sus manos a limpiar su rostro, dejándolo únicamente con un notorio enrojecimiento y una hinchazón que no podía evitar.

—Da igual, ya está hecho Matt —concluyó al ponerse de pie repentinamente, dejando al castaño con un vacío gigantesco creciéndole en el pecho y devorándolo todo a su paso.

Si ya se aborrecía, ahora se odiaba y aquello era un nuevo nivel de baja autoestima. Había herido sin querer a la persona más importante que tenía en ese momento y mucho más de lo que había pensado. Spot podía ser alegre y lleno de ocurrencias tontas como un pequeño niño, pero había olvidado que también sentía, que podía sufrir y llorar como los demás.

Matt quedó sólo, sentado a orillas del techo, su vista estaba al frente pero él viajaba entre sus pensamientos. Mientras se torturaba mentalmente, una última pregunta vino a darle un vuelco a su curiosidad: «¿A qué se había referido Spot con el: "ya está hecho"?»

Temía lo peor de aquellas palabras, que habían sonado tal vez más frías que el viento que rozaba su rostro en esa triste noche. Suspiró abatido y no hizo más que volver a su habitación, mañana sería un nuevo día en el que sólo tal vez, podría arreglar las cosas; después de todo, podía contar con su encanto natural... estaba totalmente perdido.

Gay RoommateWhere stories live. Discover now