Capítulo 9: La pelea

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¿Alguna vez les ha pasado que antes de conocer a alguien, por el puro hecho de haberle visto la cara, sabían que no les agradaría en lo absoluto?, Como si se juzgara a un libro únicamente por su portada. A mi nunca me ha pasado, en cambio, comienzo a aborrecer a alguien una vez que lo conozco, y tal parece que entre un par de conocidos mios, eso ya está ocurriendo...

🌈

La suave brisa salada, el hermoso atardecer en el cielo que pintaba el panorama de cálidos y hermosos colores, mientras el sol corría a toda prisa a ocultatse bajo el borde del inmenso mar frente a sus ojos. Si todo esto sonaba perfecto, entonces no habían palabras para expresar el hecho de que Spot estuviese recostado cómodamente sobre su regazo mirando hipnotizado el crepúsculo, mientras él permanecía recostado sobre el tronco de un árbol en lo alto de una meseta, desde donde tenían la vista ideal, la más perfecta y pensándolo bien... también la más cursi, tanto que hacía preguntarse a si mismo ¿Qué había cambiado?, tal vez el amor que permanecía oculto mostró sus colores verdaderos, el rostro que siempre debió haber mostrado.

Cerró sus ojos brevemente dejando que los últimos rayos de sol acariciaran su rostro y se deslizaran sobre éste, mientras las estrellas se abrían camino en el cielo.

De pronto una sensación extraña le nació en la planta de su pie desnudo, era como si un objeto aterciopelado se restregara contra su pie de un lado a otro causándole una divertida sensación.

Matt se levantó entre bruscas y notorias sonrisas, no tuvo ni tempo de darse cuenta que Spot se encontraba en el suelo entre ambas camas con una pequeña pluma haciéndole cosquillas en el pie.

—Te atrapé, tienes cosquillas en los pies. ¡yo gano! —Celebró poniéndose de pie y levantando ambos brazos en señal de victoria.

—Pequeño tarado —Matt lo tomó desprevenido por la cintura y lo llevó a caer sobre su cama mientras recibía una lluvia de cosquillas de su parte.

—Matt. Basta. Por favor —exclamó entre risas.

—Me la debes. Me levantaste del mejor sueño que había tenido en mucho tiempo mocoso.

—Lo. siento. Me. Voy a. Orinar.

Tras escuchar la última palabra del rubio, Matt alejó sus dedos de las costillas ajenas y se recostó nuevamente sobre su cama, con la respiración que exigía tomar más del aire normalmente demandado. Ambos se encontraban en la misma situación, pero Spot boca abajo sobre el torso del castaño.

Una vez recobrada la compostura y recordando el reclamo del castaño, a Spot le surgió la duda respecto a ¿qué podía estar soñando Matt que le estaba causando una placentera sonrisa mientras intentaba pronunciar débilmente un nombre entre sueños?

—Matt, ¿Qué estabas soñando?

—Amm, con una hermosa vista y... alguien especial conmigo para compartirla. Era de aquellos sueños de los que jamás quisieras despertar y que ni siquiera sabes que es falso hasta que la cruda realidad de la mañana siguiente te abofetea el rostro sin ninguna delicadeza... o hasta que alguien te hace cosquillas con una pluma... —Aquello último lo dijo acusando al rubio con la mirada, pero este pareció no comprender la indirecta.

—Te entiendo, me pasa seguido. Una vez soñé que era un pastel de manzana y que nadie queria comerme; y por más que tratara de comunicarme con alguien no podía, pero finalmente me di cuenta que era feliz, que debía aceptarme y resignarme a lo que mi vida de pastel me deparaba.

Gay RoommateWhere stories live. Discover now