Capítulo 4: ¿Feliz cumpleaños?

8.7K 822 104
                                    

Si hay algo que realmente me pone de buenas, son los cumpleaños y el 2x1 del cine... pero mayormente los cumpleaños. y es que me emocionan los globos, los pasteles, soplar las velas y todo el ambiente que rodea al festejado; incluso he llegado a creer que me emociono más que el mismo cumpleañero, tal vez porque fueron pocos los cumpleaños que mamá me celebró. Pero no iba a dejar que eso le pasara a nadie más, así que preparé todo para que fuera un día inolvidable y... parece que así fue.

🌈

El agotamiento lo golpeó como nunca en su vida, tenía la estúpida idea de que si le gustaba el fútbol soccer, sería interesante inscribirse para las audiciones del equipo de la universidad, a pesar de que JAMÁS HABÍA TOCADO UN BALÓN EN SU VIDA. Y no, no contaba el haber jugado fifa por tantos años.

El entrenamiento iba a penas por la mitad, y Matt decidió tirar la toalla; hasta mucho había esperado para hacerlo, veinte minutos pasando el balón lo tenían con la lengua de fuera y sudando a mares, sin duda los deportes no eran, ni serán cosa suya.

Caminaba prácticamente por inercia hasta su habitación, antes de abrir la puerta, escuchó una serie de sonidos extraños, pero tratándose de Spot, todo era extraño. Se concentró solamente en entrar y lanzarse a su cama para dormir durante días completos hasta reponer energías.

La habitación se encontraba impregnada por la oscuridad, las cortinas estaban cerradas y no había señales de su extraño roommate. Al dar el primer pasó sintió una serie de extraños objetos de textura suave, además de inusualmente ligeros, que comenzaron a desplazarse a unos centímetros del suelo con forme Matt se abría camino entre ellos.

A muy poco estuvo de llevar su cuerpo a su confortante cama que le hablaba seductoramente, cuando las luces de la habitación se entendieron sin previó aviso e invadieron su vista, haciéndole cerrar los ojos con molestía mientras escuchaba unas voces gritar como locos: "¡Sorpresa!"

Cuando se adaptó a la luz del lugar, se topó con un mar de globos azules que cubrian el suelo, además de cintas del mismo color colgadas del techo. Frente a sí, encontró a Spot y Roger, acompañados de Melissa, la chica con la que había estado saliendo. Todos con una enorme sonrisa, mientras frente a ellos mostraban una pequeña mesa con un pastel en forma de pelota de fútbol con unas velas en forma del número 20.

—¿Qué es esto? —Inquirió, haciendo aligerar al grupo sus amplias sonrisas.

—¿A que te refieres?, es tu cumpleaños.

—¿Mi qué?, ¿a que hora te dije que hoy es mi cumpleaños, Spot?

El rubio comenzó a rascar su barbilla pensativo, mientras era atacado por el trío de miradas expectantes a su alrededor.

—Lo supuse. Ayer te escuché hablando por celular, dijiste que hoy sería un día muy especial y que estabas emocionado. ¿Qué otro día del año te pone así, además de un cumpleaños?... y que anuncien el estreno de los increíbles 2, pero eso no es importante ahora. Mira —sostuvo una bandeja con cuatro platos con lasgana—. Todas tus cosas favoritas están aquí.

Matt apreció el gesto que Spot le había dado en su "no-cumpleaños", y le causó una grata sonrisa que de inmediato contagió al grupo de chicos.

-—¡Felicidades al "no-cumpleañero", ese soy yo!

La pequeña pero especial fiesta comenzó. Spot había tomado cada detalle de los gustos de Matt para hacer aun más especial la sorpresa.

Matt se puso entre Roger y Melissa para que Spot les sacara una foto con su teléfono.

—Es tu turno —le indicaron a Spot, y Matt quedó de pie frente al pastel esperándo a éste para la foto.

Finalmente ambos posaron frente a la cámara con una gran sonrisa, los adornos azules y el pastel de vainilla.

Durante las siguientes horas, la fiesta marchó perfectamente, los cuatro chicos disfrutaron la fiesta, soltaban bromas y anécdotas divertidas mientras comían la lasagna que Spot había preparado. De un momento a otro, las parejas comenzaron a aislarse un poco, olvidando tal vez de la presencia del otro par, hasta que repentinamente, Melissa se disculpó y sin más, abandonó la habitación.

Spot y Roger lograron sentir cierta tensión entre la pareja. Matt fué tras su chica y al cabo de un rato, éste regresó al lugar con una clara tristeza, tanto en su rostro como en su repentibo cambio de actitud.

—Oye, Roger, ¿Crees que pueda hablar a solas con Matt?

—Claro, descuida, yo estaba por irme igual. ¿Nos vemos mañana?, pasarán la película de Space Jam.

—Ah... si claro. Hasta mañana Roger.

Por un segundo le pasó por la cabeza, felicitar a Matt, pero al verlo abatido y tumbado sobre su cama, prefirió irse en silencio.

Matt sintió unos pequeños toques sobre la espalda que comenzó a ignorar, pero estos se volvieron cada vez más insistentes con forme ganaban fuerza también, al punto que era imposible pensar en otra cosa que en los dichosos toques. Se volteó molesto y vio a Spot parado junto a su cama.

—¿Qué?

—Ven —Dicho esto, Spot se sentó sobre la alfombra, en el mismo lugar que usualmente utilizaba.

Matt lo miró con un claro cansancio y ganas de dejar de sentarse en el piso sobre aquella alfombra que, aunque estuviera muy suave, no tenía intención de conversar en ella todo el tiempo. Finalmente la insistencia silenciosa del rubio lo doblegó y tuvo que dejarse caer desde su cama como un bulto.

—¿Y bien?

—Spot, no quiero hacer esto, hoy no.

—Matt, si no lo sacas hoy de tu pecho, te consumirá mañana, ¿Quieres terminar siendo un ogro?.

—A veces me siento como uno. Melissa ya no quiere salir más conmigo.

—¿Te dio motivos?, ¿alguna explicación?

—Simplemente cree que vamos demaciado rápido. Me pidió espacio, que le diera tiempo para pensar las cosas. En este momento está más preocupada por sus estudios y siente que conmigo a su lado no puede estar al cien porciento. Tiene razón soy una carga.

—Matt, no eres una carga. Esta bien que estemos aquí para estudiar y salir como todos unos profesionistas, pero también debemos darnos el tiempo de vivir y enamorarnos, eso hacemos los jóvenes. Si no amamos hoy, mañana quién sabe que pueda pasar y vivirás arrepentido por el resto de tus días. Sólo, piensalo ¿si?

—Gracias Spot, siempre estas ahí para mí.

—Descuida —Ambos se pusieron de pie concluyendo su "charla de alfombra", y cada quien se dirigió a su respectiva cama.

—Oye Spot —dijo Matt de la nada —¿te diste cuenta de mi olor?

—Me percaté desde antes de que abrieras la puerta siquiera...¿Dónde estabas?, hueles a... —Pensó meticulosamente las palabras que usaría, pero dada la situación, tal vez Matt no necesitaba eso en ese momento— ¿sabes que?, olvidalo. Ven aquí —Se lanzó a darle un gran abrazo que inmediatamente fue correspondido.

A pesar del olor y el sudor seco en la piel del castaño, se esforzó por darle un grato y cálido abrazo. Todo sea por Matt y su "no-cumpleaños"

Gay RoommateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora