Siendo tu reflejo, Dixon © (TERMINADA)

Capitulo 17

Había pasado una hora o quizás dos, en ese momento no podía estar contando cuanto tiempo había pasado desde que todo había comenzado, en fin. Me encontraba aferrada al cuerpo de Daryl, aún estaba con él. Me sentía por primera vez segura, por más expuesta que estuviese. El ballestero lograba darme esa seguridad, y no sé porque lo hacía.
El radio que Daryl llevaba comienza a sonar con la voz de Rick, diciéndole a Tobin que muchos iban para su dirección. Daryl toma su radio que estaba enganchado en su camisa y comienza a hablar.

- ¡Rick! ¿Qué está pasando allí? - Pregunta, y empieza a respirar rápido.

- Una bocina está sonando y viene de Alexandria. Todos se dirigen hacia allí.

- ¿Están sobre ustedes? - Le pregunta Abraham por su radio.

- Estamos más adelantados.

- Aceleraré y daré la vuelta. - Dice Daryl.

- ¡No! ¡Si lo haces el rebaño irá contigo! - Le dice Rick.

- ¡Necesitan nuestra ayuda!

- Daryl, todo se saldrá de las manos, sigue con el plan. - Daryl se queda callado. - ¡Daryl!

- Está bien. - Responde y suelta la radio.

Se lo notaba preocupado, sus músculos estaban tensos y la respiración se hacía notar cada vez más, subiendo y bajando rápidamente su pecho.

Luego de unos kilómetros, Daryl acelera la velocidad de su moto y nos situamos al lado del auto de Sasha y Abraham.

- ¿Ya llevamos 10 kilómetros? - Pregunta.

- Si, más o menos. ¿Por qué lo preguntas? - Pregunta Abraham.

- En el próximo cruce, giramos y nos volvemos. - Dice él. Yo quedo sorprendida.

- El plan era hacer 20 kilómetros más. - Dice Sasha.

- Lo lamento, pero tiene que bastar con 10. - Daryl estaba desesperado.

- El número que debemos hacer son 30. Esa es la misión. - Dice Abraham.

- Si quieren irse no se lo impediremos. - Dice Sasha. - Pero sin ustedes dos nos podrían parar. - Ella tenía razón. No podíamos dejarlos solos. Al fin y al cabo, ellos se habían arriesgado por el ballestero en el plan, para no dejarlo solo.

Daryl mira hacia adelante y ve un cartel de Alexandria. Entiendo lo que le está pasando por su cabeza. Otra vez vuelve el querido héroe Dixon. ¿Algún día entenderá que no puede salvar a todo el puto mundo? Entiendo, quiere ayudar y no niego que yo también quiero hacerlo, pero ¿enserio piensa que él solo va a poder? Me frustra, me frustra su modo de pensar y de intentar salvar al maldito mundo, tapando el sol con el dedo de su mano.

- Melody. - Me dice él, mirándome por sobre su hombro. Yo me acerco, expectante a que siga hablando. - Súbete al auto.

- ¿Qué? - Le pregunto incrédula. Sabía porque quería hacer eso. - No. Si quieres irte, tendrás que hacerlo conmigo.

- ¡Dios, Melody! - Grita haciéndome sobresaltar. - Súbete al puto coche y deja de ser una niña.

- ¡Soy una niña! ¡No, no me bajaré! - Él frunce sus labios y vuelve a posicionar el rostro en el camino. Yo miro a Abraham, quien me mira sin entender mucho lo que estaba pasando. - Esta loco. - Le digo en silencio, moviendo mis labios, lo cual el grandote entiende y larga una pequeña sonrisa.

- Confío en ustedes. - Dice Daryl mientras acelera a toda velocidad su moto y hace que apriete más su abdomen con mis manos. - ¡Espero que te cuides por ti misma, porque no te defenderé de lo que te suceda! - Me grita.