Will.

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—Entonces... ¿Vendrás mañana?—Preguntó Will mientras terminaba de curar mi herida.

Me quedé callado unos segundos.

—Siempre es divertido tener compañía—me dijo en un susurro.

Le miré e intenté sonreír.

—De cierta forma igual es divertido para mi. No hay muchas actividades para un hijo de Hades aquí—Will sonrió—. Pero... Siento que incomodo a varios pacientes que tienen.

Will soltó una risa a mi lado.

—Solo los niños, pero siempre pueden acostumbrarse—me respondió.

—¿No te detendrás hasta que diga que si?—Pregunté evitando sonreír.

Di que no.

Will volvió a sonreír.

—Para conocerte de hace tres meses leer tus expresiones es fácil—murmuré evitando sonrojarme—. ¡Esta bien! Vendré mañana.

Will ensanchó esa sonrisa.

—Espero que comas bien en la cena, Di Angelo, no quieres conocer la ira de Will Solace. —Sonreí dando media vuelta para irme.

—Si tu lo dices—fingí desinterés mientras salía de la enfermería.

Caminé hasta mi cabaña intentando mantener mi postura.

Pasaron las horas y sabia que Will hablaba enserio con eso de la cena, así que salí, realmente no quería un sermón por parte de Solace, especialmente porque sabía que si me daba ese sermón terminaría sonrojándome por su presencia y de esa forma delatando mis sentimientos.

Había varias personas ya reunidas en el comedor, a pesar de que no era verano.

Me senté en la vacía mesa de Hades haciendo una mueca, después de quemar una ración de mi comida jugaba con la misma, algo en ella no me atraía. Tras unos minutos de aquello, sentí una presencia sentarse junto a mi, mire a Will Solace quien traía su cena consigo, ah, y su típica sonrisa.

—Bla bla bla es la mesa de Hades bla bla bla, no me interesa, soy tu doctor y me tengo que asegurar de que comas adecuadamente, ya he hablado con Quiron y si tratas de negarte tendré que darte de comer en la boca—me advirtió Will, logrando sonrojarme.

Claro que esta situación atrajo sus miradas, pero a Will parecía darle completamente igual.

En un principio no respondí y cuando lo intenté ninguna palabra real logro salir. Solace, ¿qué me estas haciendo?

—Como quieras—murmuré apartando la mirada hacia mi plato, las mariposas esqueléticas que abundaban en mi estómago no eran buena señal.

Escuche a Will suspirar a mi lado.

—¿Es todo lo que dirás?—Le miré arqueando una ceja.

¿Qué esperaba? ¿Una serenata? ¿Flores? ¿Un beso?

—¿Qué puedo decir?—Le pregunté—. Si me niego dirás algo como: Ordenes del doctor o yo que sé, tampoco es como si me importara.

Will apoyo su codo en la mesa recostando su rostro en la palma de su mano. Bufó haciendo que su cabello rubio se moviera, intente no verme obvio al perderme en ese movimiento.

—Contigo no se puede, di Angelo—agregó negando con la cabeza, se estiró y luego sonrió—, supongo que eso es algo a lo que tendré que acostumbrarme.

—¿De qué hablas?—Pregunté.

—Ya sabes, soy tu doctor-apoyo su codo en mi hombro—, pasaremos un buen rato juntos.

Solangelo. ||One Shots||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora