Altos y bajos

129 9 0
                                    

Una vez todos sentados en nuestros respectivos lugares, Delanay comenzó a explicar el uso de cada uno de los instrumentos que se encontraban dispuestos en cada una de nuestras mesas.
Por pareja, contábamos con un set de tubos de ensayo, un par de vasos de precipitados, una parrilla eléctrica, tres pipetas berales, un par de morteros de cerámica, pinzas y otros utensilios para manejo de materia orgánica, un microscopio y un par de franelas para limpieza.

-Al ser el primer día, su única tarea es generar un mapa mental sobre cada instrumento que se encuentra frente a ustedes y especificar su uso dentro del laboratorio. Necesitarán además una bata de laboratorio y lentes de seguridad para la siguiente clase. -Dijo Delanay al tiempo que escribía recomendaciones de tiendas para conseguir el equipo que pedía en la pizarra frontal del aula-

Armin tecleó rápidamente en su Laptop la información en el pizarrón sin realmente observar a la pantalla sobre la que se reflejaba el texto. Tenía la mirada baja, hacia su izquierda, como si escondiera algo en su mano. No pude evitar sentir curiosidad hacia qué era aquello que observaba. Y tampoco pude evitar sentir un poco de envidia hacia su destreza al hacer múltiples cosas a la vez, hacía ver el escribir en el ordenador tan sencillo.

Kim rompió mis pensamientos cuando habló con su grave y fuerte voz hacia Delanay.

-Disculpe, Delanay. ¿Qué son estas palancas? -Dijo Kim mirando con duda un par de palancas que se encontraban en cada una de nuestras mesas-

-Pongan atención todos, que esta es una excelente pregunta. La palanca roja es de gas. La utilizaremos para ciertos experimentos, y esta no debe ser abierta bajo ninguna circunstancia sin mi autorización. La palanca azul es de agua. Pueden utilizarla cuando necesiten, pero por favor, absténganse de cualquier comportamiento infantil que derive en el incorrecto uso de esta.

Escuché algunas risas en el aula, como si a más de uno ya se le hubiera ocurrido hacer mal uso de las palancas para alguna broma.

-Apuesto que a más de uno ya se le ocurrieron un par de ideas para sabotear a los demás, jaja. -Dijo Armin susurrándome en mi oído izquierdo divertido-

-Es justamente lo que pensaba, y tengo un par de nombres en mi cabeza de quiénes podrían ser los más probables en caer en la tentación.

Grrrbrrrr...

-Alguien no desayunó esta mañana, ¡Ja! -Dijo Armin aún más divertido al escuchar mi estómago rugir-

Sentí como un pequeño sonrojo subía por mis mejillas ante el comentario, pero no era ese el caso. Al contrario de lo que pensaba Armin, en realidad había venido bien desayunada.

-Uhhgh... creo que necesito ir al baño.

Sí, algo me había caído mal. Y si no tomaba prisa, ¡Tendrían que acordonar el laboratorio por contenido biológico altamente radiactivo!

-Doña Delanay, ¿Puedo ir al baño? -Dije levantándome de mi lugar con un poco de incomodidad-

-Ya están grandes para pedir permiso. Sólo salga sin hacer mayor escándalo, y no se tome toda la clase en el retrete. -Respondió Delanay con indiferencia mientras se preparaba para explicar otras cosas-

Escuché unas risas por parte de Ámber y sus insoportables amigas, pero no dejé que eso me afectara en mayor medida. Caminé entre las mesas hacia la salida del aula y al abrir la puerta miré discretamente hacia atrás, donde se encontraba Armin.

-Así que eso es lo que estabas haciendo... -Me dije a mi misma en voz baja-

Caminé a paso veloz hacia el baño del segundo piso, mientras pensaba en qué es lo que me podría haber hecho mal en el estómago al tiempo que le daba vueltas a la imagen que recién había visto de Armin jugando con su PsP bajo la mesa.

Coronada [CDM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora