El plan

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Estando los tres bajo el marco de mi puerta, me despedí incómodamente de los gemelos. Un par de figuras se aproximaron a nosotros.

-Mucho gusto Krysta, me llamo Arnaud. Disculpa las molestias que esto te haya ocasionado. Te agradecemos mucho que hayas hospedado a Armin y Alexy.-Dijo afable el hombre rubio-

-Sabemos que pueden ser un par complicado. -Dijo la mamá de ambos bromeando, mientras tomaba del brazo a Arnaud, su esposo.-

-Cualquier cosa que necesites no dudes que puedes contar con nuestra familia, ¿Si? Nuevamente gracias.

-Sí, n-no es nada. ¡Mucho gusto! -Dije para sólo volver a hacer una seña de despedida con mi mano hacia toda la familia-

Armin y Alexy me sonrieron tímidamente.  Alex hizo una última seña antes de seguir su camino junto con su familia.

Su mano imitaba la figura de un teléfono.

¿Un teléfono? ¿Pensaba escribirme?

Estando en la constante soledad de mi casa empecé a darle vuelta a todos los acontecimientos sucedidos entre el día anterior y el actual. Inmediatamente entré a redes, solo para encontrarme decenas de fotos de lo que la inundación había hecho por toda la ciudad: caos vial, ramas de árboles caídos, cientos de residuos de basura esparcidos por todas las calles...

Tenía montones de mensajes: De Rosalya, Lys, Iris... Principalmente acerca de la lluvia, pero también buscando saber más información acerca de lo que Peggy había publicado. ¿Es que acaso era tan relevante lo que ella dijera?
Cada mensaje de ellos era un mayor motivante dentro mío que me hacía querer continuar con el plan hecho por los gemelos y yo. Deseaba fervorosamente pisotear a Ámber y tener control sobre lo que los demás pensarán de mí con todas mis fuerzas.
¡Quería venganza! Al entrar el año pasado al Sweet Amoris, muchas cosas me trajeron abajo. Traté de hacer lo mejor de ellas, e hice amigos. Sin embargo siempre está esa chica. Siempre ve alguna oportunidad para hacerme la vida imposible, siempre busca tirarme. Estoy cansada. No va a arruinar mi año ni va a tener control sobre este; ¡Voy a triunfar sobre ella!

En fin, supongo que lo que realmente importaba era el Sweet Amoris. Reanudaríamos clases al día siguiente, aparentemente. Principalmente para participar de voluntarios y ayudar a limpiar los patios del instituto y las calles aledañas a este.

-Vaya caña. De verdad empezamos este año con todo... -Me dije a mi misma-

La puerta del garage comenzó a retumbar en la casa al abrirse. Escuché un auto ingresar; Casi salté de la sorpresa, y vi cómo mi padre entraba rápidamente a través de la puerta de vidrio conectada a la cochera.

-¡Hija! Vine tan pronto como escuché de la tormenta, ¿Estás bien?

-¿P-papá? -Dije sorprendida, incorporándome inmediatamente para abrazarlo-

Me abrazó como si fuera la última persona en la tierra, para luego separarse de mi y agregar:

-Lamento no haber estado aquí contigo, he estado repleto de trabajo y sabes que necesito estar de un lado al otro, yo...

-Está bien papá, yo entiendo.-Dije sonriendo, enternecida por verlo tan preocupado-

-Siento que voy a vomitar, estaba tan nervioso por llegar -Agregó comenzando a menearse de un lado al otro, tomando aire-

Me dirigí a la cocina a buscar un vaso para servirle agua, él se sentó en una de las tres sillas dispuestas en la barra de granito que fungía de comedor la mayoría del tiempo para nosotros.

Le acerqué su vaso de agua, y sin saber muy bien qué decir, pregunté acerca de su viaje.

-Volveré mañana mismo, escapé para acá en el primer momento que pude. A veces tenemos tiempos muertos en este tipo de viajes, y estaba en un distrito cercano gracias al cielo. -dijo al tiempo que bebía de su vaso y se frotaba la frente intentando relajarse- Las calles están hechas un desastre, pero Finnick es un excelente chofer.

Coronada [CDM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora