Compañeros de mesa

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-Oh... Armin... ¿Verdad? -Dije fingiendo no recordar su nombre por unos segundos-

No quería que mi entusiasmo por conocerle fuera tan evidente. Ya era suficiente para mi con haber pasado media clase sobrepensando una simple mirada suya.

-¡Sí! Uhm... Mucho gusto. Aunque ya me he presentado antes, he, he... -Pausó por un momento, medianamente nervioso-
Así que, te gustan los videojuegos...

Veo que me puso atención al hablar...

-Verás, tengo algo aquí que me gustaría que vieras... -Continuó agregando Armin mientras sacaba de su mochila una pequeña consola azul oscuro-

-¡Oh! ¡Una PSP! Qué vintage. -Dije sin poder evitar acercarme a él con emoción- ¿Qué juegos tienes?

-Jajaja, ¿Vintage? Tengo varios, puedo mostrarte. Sin embargo, mi honorable PSP es toda una guerrera. Necesitaré que le muestres más respeto.

-Ah, ya veo. Discúlpeme, su excelencia. No quise llamarla... vieja. -Dije haciendo una reverencia burlesca hacia la consola que Armin movía entre sus manos-

Armin rió suavemente, mirándome con satisfacción en su rostro.

-¡Krysta! ¡Por fin! -Gritó Rosalía enérgica desde el otro lado de la sala mientras se acercaba a mí para darme un abrazo-

Armin y yo nos levantamos ante la repentina llamada de Rosalía, quien se acercó a toda velocidad a mi persona-

-¡Rosa! ¡Tranquila! ¡No ha pasado mucho tiempo!-Dije sonriendo un tanto nerviosa-

-¿Estas bromeando?- Se ha separado de mí- ¡Las vacaciones se hicieron eteeernas!
Te extrañé tanto, y esperarías que al regresar, uno lo haría con el pie derecho, pero cuando lo primero que ves al llegar al Sweet Amoris es a... esa... -Dijo cambiándo drásticamente el tono de su voz mientras volteaba su mirada hacia el fondo del aula - De pronto, las horas se hacen eternas.

Rosalía siempre me pareció alguien hilarante y elocuente, aunque impulsiva por momentos. Su pelo largo y platinado brillaba con intensidad, como de costumbre, y sus ojos miel estaban enmarcados con un elegante delineado.
Cuando se trata de vestir bien, Rosa nunca falla. Combinando con su pelo, portaba un vestido corto blanco, y un pequeño chaleco tipo blazer gris oscuro sobre este.
Tenía una cara de fastidio monumental, puesto que estaba mirando a Amber y su clan.

Esta última se encontraba alardeando acerca de lo que se había comprado en las vacaciones de verano, con su voz pretenciosa y chillona. El solo ver la escena me frustró tanto como Rosa ya lo estaba.

-Hola Krysta, pensé que no llegarías...-Dijo Lysandro sonriendo amablemente, quien se acercó a nosotros apacible-

-¡Lysandro! ¡Mi victoriano favorito!-Exclamé efusiva-

Lys se sonrojó suavemente, y me dedicó una mirada inquisitiva que casi parecía preguntarme: "¿Tenías que decir eso?" Rosa soltó una pequeña risilla y le revolvió el pelo de manera cariñosa.

- ¡Así es Lysandro! ¡Mi segundo victoriano favorito! Porque mi número uno es Leigh.-Dijo Rosa siguiéndome el juego-

Leigh es el hermano de Lysandro, ambos con gustos Victorianos en su vestir. A diferencia de Lys, que tiene el pelo color plata, Leigh lo tiene en un tono cobalto.
Este último tiene una tienda de moda en el centro de la ciudad, muy aclamada por el nicho de personas con gustos refinados y de época en su vestir. Además de esto, Leigh es también el novio de Rosa, quien también tiene un gusto por esta época.

-Vaya, parece que eres de muchos amigos, ¿No es así?-Me preguntó Armin sonriendo-

-¡A-ah! La verdad es que...

Coronada [CDM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora