La noche de los gemelos

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Salimos a toda prisa del bus, para el asombro del resto de los pasajeros. El cambio entre el aire caliente del transporte fue contrastante con el aire fresco de la tormenta que se estaba desarrollando. Corrimos hacia mi parada, la más cercana, e inmediatamente nos dirigimos hacia el área residencial. Atravesamos las tiendas del malecón, la de las figuritas de vinilo, restaurantes y pequeños comercios. Buscando refugiarnos lo mayor posible bajo los árboles, escuché nuestros pasos mojados en conjunto con la lluvia que poco a poco, comenzó a acrecentarse.

El área residencial es como se conoce al conjunto de viviendas próximas al parque, y al malecón. Nuestra ciudad cuenta con varias áreas residenciales, pero simplemente se les conoce por otros nombres: Las Montañas, Bosques, Rosas...
No sé quién eligió los nombres para esas áreas, pero así les llamamos. Cada una tiene una peculiaridad, como cada parte de la ciudad. Lo peculiar de la mía, es que contiene las edificaciones más grandes, y, por momentos, exuberantes. Muchas veces incluso rayando en el mal gusto.

-¡Vamos! ¡Estamos por llegar!-Grité hacia los gemelos, quienes me seguían muy cercanos-

No escuché palabra por parte de ellos.
Estaban usando sus chaquetas sobre sus cabezas para cubrirse en la medida de lo posible de la lluvia. Armin llevaba su mochila colgada hacia adelante, protegiéndola lo mayor posible. Solo me dirigieron una mirada segura y decidida para continuar con nuestra odisea.

Cruzamos el parque, y un gran arco de piedra dio anuncio de que estábamos por ingresar al área residencial del malecón. Fuimos corriendo de fachada en fachada, buscando el mayor refugio posible de la lluvia. El viento comenzó a empeorar, los truenos a incrementar, y nuestros ánimos a mermar.

-Maldita sea. Te odio Alexy. Mira que he terminado en situaciones malas por tu culpa, ¡Pero esto es el colmo! ¡Estoy casi completamente empapado!-Dijo Armin visiblemente enfadado-

-Ya cállate, ya vamos a llegar. Apuesto a que si estuvieramos aún en el bus estarías igual de insoportable: "Buuu, no tengo conexión, bwaaa tengo hambre..."-Respondió Alex, imitando los manerismos de Armin al hablar-

-¡Bien! Bien. Ya entendí. No tienes que hacer esto aquí. -Contestó Armin avergonzado- ¡Seguro que al rato estarás lamentándote por tu precioso atuendo!

-Déjenlo, mi casa está a un par de cuadras. ¡Sólo sigamos!

Tras hacer un último esfuerzo, llegamos a mi calle, donde mi casa se asomaba a la distancia. Una edificación blanca y amplia con cipreses que le adornaban en el lado izquierdo. La puerta, que estaba hecha de una madera clara, se encontraba subiendo unos escalones de granito que contaban con luces cálidas y tenues a los costados.

-¡Ahí vivo! ¡Corran! -Dije para dar la carrera final de nuestra travesía-

-¿E-esa es tu casa? -Escuché a Alex decir sorprendido detrás mío-

Saqué mis llaves mientras corríamos, pero simplemente presioné el botón que abría la cochera de manera remota. Entre más rápido agarrásemos refugio, sería mejor. Las amplias puertas oscuras de esta comenzaron a abrirse, y tan pronto como entramos, la cerré.

Completamente empapados, cansados y agitados, nos quedamos quietos recuperando el aliento. Armin se descolgó su mochila, y la abrió verificando que todo estuviera en orden. Suspiró aliviado cuando vio que ese era el caso.

-Bueno, casi todo en orden. Mi cuaderno está mojado.

-¿Cómo es que se ha mojado solamente tu cuaderno y no el resto de cosas que cargas?-Dijo Alex dudoso-

-Coloqué el cuaderno de manera estratégica para que cubriera al resto de cosas en mi mochila del agua. -Contestó Armin orgulloso-

Comencé a reír ante la confesión de Armin, y los gemelos, rápidamente lo hicieron conmigo.

Coronada [CDM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora