Coronada

11 1 0
                                    

Ya entrada la noche, escuché pasos.
Me senté en mi cama, estando aún cobijada del torso para abajo. Mi habitación, de manera extraña podía verla perfectamente, incluso cuando esta estaba en penumbra.

En el pequeño espacio que se forma entre el suelo y la puerta de mi cuarto divisé una luz. Miré la hora de mi reloj digital, pero no podía distinguirla del todo.
Pensé por un momento, adormilada...
Tenía que ser uno de los gemelos, de lo contrario saldría corriendo de mi casa, o por la ventana. Lo más rápido.

Me levanté y caminé hacia la puerta, buscando descubrir qué podría ser lo que mantuviera despierto a quien fuera que estuviera al otro lado de esta.

Tragué saliva y giré de la chapa.

-¿Quién esta ahí...?-Musité-

-No quise despertarte.-Escuché la voz de Armin... ¿O de Alexy? Eran muy parecidas, pero no podía ver a nadie frente a mi.-

Extendiendo mis manos hacia la oscuridad, otra mano se entrelazó con la mía, causándome un sobresalto.

-Tranquila, sólo soy yo.

Sus ojos azules emergieron de la penumbra de alguna forma, y me estaba sonriendo de la misma forma coqueta con la que Alexy lo hacía.

Él caminó dentro de mi habitación, instigandome a seguirle, aún tomados de la mano.
No le cuestioné nada, solo le seguí hasta mi cama. Como si de un hechizo se tratase, me sentía ligera y sentía como si el mundo me diera vueltas; cuando al observarlo mejor pude darme cuenta de lo que traía puesto:
¡Estaba completamente empapado!

-A-Armin, ¿Has salido a la lluvia? ¿Qué se supone que ha pasado?

Armin no dijo nada. Estaba parado frente a mi, como un maniquí. Su bata de noche escurriendo sobre el suelo de mi habitación.

-Oye... m-me estás dando miedo...

Quise soltarme de su mano, pero mi intento fue completamente en vano.
Al intentar zafarme, Armin se acercó a mi rostro a escasos centímetros.

-¡Ey! -Alcé mi voz-

Sus ojos azules eran más profundos que nunca, parecían incluso emanar luz. Para mi era completamente inútil intentar mirar a otro lado.

-Sólo hago lo que tú y Alex quieren.-Dijo el castaño mirándome con toda seriedad-

-¿Lo que Alex y y-yo queremos? ¿De qué estás hablando?

-Vamos a coronarte.. -Dijo Armin acercándose a mis labios-

¡BIB BIP BIP!

Mi alarma sonó desde mi reloj digital. Eran las 7:30 AM.

Todo... fue un sueño.

Dormí como un bebé. El día estaba nublado aún, pero ya había dejado de llover.
Me moví entre las sabanas saboreando los últimos momentos de estas antes de levantarme. Salí de mi bata de noche y comencé mi rutina matutina.
Antes de salir de mi habitación, recordé a los gemelos durmiendo aún en la habitación contigua a la mía.

¿Habrían dormido bien? Quizá después de este evento no me hablaría con ellos nuevamente. O al menos con Armin, puesto que con Alex tenía ya un trato.

Un trato... Lo que sea para callar a Ámber. Si bien Alex dijo que se encargaría de que Armin ayudase en esta treta, dudo mucho del poder de convencimiento que este primero pueda tener sobre el segundo.
Pensándolo bien, ¿Por qué había confiado tanta información en él?
Quizá, después de todo, sí era muy convincente.

Salí de mi habitación sigilosamente, eché un vistazo a la habitación de invitados solo para encontrarme con una puerta ya abierta.
Bajé las escaleras, y ahí estaban ambos. Aún en sus batas de noche.

Coronada [CDM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora