Mi vecino es simplemente perfecto. Ahora no existía más luz que la que se alcanzaba a colar a través de mi delgada cortina, pero era más que suficiente para alcanzar a contemplar la notable belleza de mi menor. Su piel lucía tan pálida y fría, pero un color carmín era ligeramente notorio en sus mejillas. Estaba acurrucado junto a mi cuerpo y me abrazaba con tanta fuerza que hasta me sorprendía. Pero era un momento tan hermoso, imposible de describir correctamente. Nuestras miradas no dejaban de cruzarse y había una sonrisa fija en mi rostro. Puede que para Jungkook mi sonrisa fuese la de un completo idiota, pero para mí representaba la mayor felicidad que he sentido en mi vida entera.

Aquella noche hicimos el amor. Hicimos el amor en el sentido más bello e inocente de la palabra. Fue una noche en la que nos dedicamos a darnos besos y caricias, más que a dormir. Pude descubrir tantas cosas nuevas y descubrí que amarlo así era incluso mejor que tener relaciones con él. Aunque en realidad no lo puedo afirmar aún. Sin embargo, fue tan bello que hasta pude olvidar mi deseo carnal. Era suficiente tenerlo entre mis brazos y acariciándonos, susurrándonos que nos queríamos. Pues hasta eso era suficiente para mí, saber que Jungkook me quiere. Él no ha sido claro conmigo, no me ha dicho si le gusto o no, no me ha dicho lo que en realidad siente, no me confesó lo que descubrió tras el beso que nos dimos, pero me dijo que me quería y eso me basta. Cabe decir que durante esta noche no volvimos a besarnos. Tal vez mi vecino no se atrevía a volver a hacerlo o simplemente no sentía ganas, pero aunque mis labios no volvieron a sentir los de mi menor, el resto de piel en mi rostro sí se deleitó con ellos.

No puedo decir exactamente en qué momento nos quedamos dormidos, sólo sé que nos acariciamos hasta más no poder.

***

Al amanecer, Jungkookie seguía acurrucado entre mis brazos. Ya lo había visto en las mañanas, pues siempre iba a mirarlo a la ventana apenas sentía sonar la alarma de mi pequeño. Sin embargo, me di cuenta de que no se puede comparar a verlo despertar en mi cama y abrazado a mí. Lucía tan inocente y frágil, tan mío. Aquel día mi sonrisa no quería borrarse de mi rostro.

Lamentablemente, recordé que era día martes y mi semblante cambió. Como siempre, Jungkook debía asistir a clases y yo no podía volver a faltar al trabajo como hice ayer. Tuve un fin de semana muy largo ahora que me doy cuenta y si me regañan al llegar al trabajo o me despiden, pues habrá valido la pena.

Ya que soy algo sobreprotector, insistí en llevar a Jungkook a su escuela y nada de lo que me dijo me hizo cambiar de opinión. Me encantaba verlo con su uniforme en realidad y ahora estábamos en la entrada del establecimiento. Mi vecino cambió un poco su actitud cuando nos bajamos del vehículo, se puso algo distante y evitó que tuviéramos mucho contacto. Sentí que se avergonzaba de que estuviera allí y me dolió que así fuese. Lo peor fue cuando aquel chico de mejillas regordetas apareció. Jungkook esperó a que no hubiesen muchos alumnos para despedirse de mí con un beso en la mejilla, pero fue tan fugaz que casi no pude reaccionar. Y planeaba abrazarlo para despedirnos como correspondía, pero ese amigo suyo apareció y tuve que soltarlo.

— ¡Jungkooke! ¿Te he contagiado mi mal de llegar siempre atrasado?

— Calla, Jiminnie... No llegué tan tarde.

— ¡Oh! Tú otra vez, ¿eres tío de Jungkookie? —dijo dirigiéndose a mí. Su tono de voz y aquella grosera forma de dirigirse a mí me molestó. Sin embargo, lo que más me encabronó fue el hecho de que rodeó los hombros de Jungkook con su brazo mientras hablaba. ¿Será que son más que sólo amigos?

— No, soy su vecino.

— Ya, Jimin, te he dicho que no me gusta que me abraces así. —Ahora era Jungkook hablando y sinceramente, me alegró que lo apartase. Creo que nunca antes había estado tan celoso.

— Vendré por ti a la salida, Jungkookie, así que no hagas planes. Cuídate.

***

— ¿Aló? ¿Suga?

— Sí, soy yo. ¿Estás ocupado?

— No, hoy salí antes del trabajo. ¿Quieres que nos juntemos? ¿Tienes algo?

— Estoy muy enojado, necesito que me calmes. ¿Puedes venir?...

— Voy para allá.

Hoseok cortó apenas dijo esas palabras y dejé caer mi celular en el sofá. Creo que ver a ese niño me afectó demasiado. Siento que lo detesto. No puedo creer que esté tan celoso de un niño, pero no lo puedo evitar. Estoy furioso. Sólo deseo que Hoseok llegue pronto. No puedo seguir así, no puedo estar así ahora que Jungkook vivirá conmigo durante un tiempo. Debo aprender a controlarme, no puedo arriesgarme a espantarlo.

Habrán pasado tal vez unos diez minutos y alguien tocó el timbre. Supe de inmediato que era Hoseok. ¿Quién más podría venir a visitarme? No soy un hombre de muchos amigos.

Efectivamente, era Hoseok.

— Ahora dime, ¿qué te ocurrió?

— Otra vez ese tipo... ¿Es muy tonto que esté celoso de uno de sus amigos?

— ¿Hablas del chico con el que se encontraron la otra vez? —cuestionó mi amigo mientras se dejaba caer en el sofá.

— Ese mismo... Si los hubieras visto, joder. Hasta parecía que eran pareja. Lo abrazó de una manera tan... Agh, tengo demasiada rabia.

— Yoongi, cálmate. Creo que si tu vecino tuviese pareja te lo habría dicho, ¿no crees? Dices que lo de ustedes va progresando, ¿no?

— O sea... No es tan así en realidad... Te contaré lo que pasó ayer.

— Vale, vale... —dijo algo distraído mientras observaba algo en la mesa de centro y luego lo tomó mientras sonreía algo curioso. Apenas vi lo que sostenía, supe que era de Jungkook—. No sabía que te gustaban las figuritas de The Avengers, Suga.

— Es de Jungkook... Está viviendo conmigo ahora porque su mamá tuvo que viajar. ¿Sabes lo que me pidió ayer?

— ¿Qué te pidió? —cuestionó estando aún concentrado en el juguete.

— Me dijo que lo besara, en los labios... Y lo hice. Es por eso que estoy tan furioso... ¿Será que sólo estuvo jugando conmigo?

— ¿Te pidió que lo besaras? ¿Te dijo que le gustas o algo?

— No, no me dijo nada... Sólo que quería descubrir algo.

— ¿Y qué quería descubrir?

— No me lo dijo. ¿Crees que está jugando conmigo?

— No lo creo, Suga. Sólo estás celoso de su amigo. Tal vez a ese chico le gusta. Por cierto, ¿a qué hora llega el niño?

— Debo ir por él justamente ahora —dije mientras me ponía de pie rápidamente al darme cuenta de que mi vecino estaba por salir.

— ¡Entonces corre! —exclamó entre risas mientras dejaba el juguete en su lugar—. Yo cerraré todo, así que tranquilo.

— Te amo.

— Lo sé, cariño. Ahora mueve esas piernitas.

Y tras levantarle el dedo del medio, salí corriendo de mi casa en dirección a mi auto. Son en estos momentos en los que agradezco tener una llave de repuesto y que Hoseok sepa en dónde está escondida. Sólo espero que al llegar por Jungkook no esté ese amigo suyo. A pesar de que estoy más calmado, siento que lo golpearé si lo vuelvo a ver cerca de mi vecino.

😢
¡No me maten! De verdad lamento haber tardado tanto en actualizar;;. La falta de tiempo me lo impedía... Ojalá que les guste mucho el capítulo y compense la espera. Denme muchas estrellitas y dejen sus comentarios que me encanta leerlos<3.

el chico de al lado › yoonkook.حيث تعيش القصص. اكتشف الآن