IV. Malditas ganas.

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06:30 PM. Sigo esperando. Ahora que lo pienso, ¿por qué diablos no acordamos una hora? Estoy demasiado ansioso, sólo quiero que mi vecino llegue... ¿O será que él está esperando que yo vaya por él? Con esa idea en la mente, me decidí en ir a buscarle. Tenía todo listo, sólo faltaba él. Incluso había comprado algunas cosas para comer a pesar de que él dijo que se encargaría de ello, no lo pude evitar. Estaba a punto de abrir la puerta y alguien la golpeó, así que no me tardé ni tres segundos en abrirla y sonreí al verlo. Ahí estaba él, mi vecino había llegado. Me sentí algo avergonzado ya que planeaba ir por él, agradecí que haya llegado de pronto; me ahorré la vergüenza.

Antes que cualquier otra cosa, lo saludé y lo ayudé con las bolsas que traía consigo, supongo que era la comida. De inmediato me hice a un lado y lo dejé pasar, también aproveché de recorrer su cuerpo con la mirada ahora que él no podría fijarse. Dios, lucía hermoso, perfecto. Se había vestido con simpleza como de costumbre, pero de todas maneras era bello. No importa lo que usase, siempre se vería bien.

Juntos pasamos a la cocina antes de hacer cualquier otra cosa, pues debíamos dejar todo lo que comeríamos en platos para llevarlos a la sala, además de los vasos y bebidas. En parte ya todo estaba listo en la mesa de la cocina, sólo faltaba terminar de servir. No quería que notara lo ansioso que estaba, ¿sería muy extraño? Se suponía que él traería la comida, no podía llegar y ver que ya estaba todo listo. En fin, en ello no tardamos nada. Me sentía demasiado nervioso a decir verdad, el lucía normal. Aunque pienso que se está mostrando diferente conmigo. Aún recuerdo cuando hablamos por primera vez, tan frío, tan serio... Ahora estaba ahí, conversando con total naturalidad de cosas triviales mientras ambos reíamos. Era como un sueño...

Al fin estábamos en el sofá de mi sala, nos sentamos juntos en el más largo, pues estaba frente a la pantalla. Toda la comida estaba en la mesa de centro, Jungkook había traído pizza y palomitas, yo había comprado un par de paquetes de papas fritas y helado, pero esto último seguía en el congelador. Acababa de poner la película y ambos estábamos cubiertos por la misma manta, aunque no estábamos sentados muy cerca en realidad. Cada uno tenía un trozo de pizza en la mano y comíamos con rapidez, creo que él al igual que yo, moría de hambre.

Habíamos elegido una película de terror, aunque en realidad no me gustan mucho. Tenía la ilusión de que el asustado sea él, no yo.

***

Ahora Jungkook y yo estábamos abrazados en el sofá. Nos habíamos acabado la pizza hace mucho y las palomitas las habíamos dejado en la mesa de centro nuevamente. Ambos teníamos miedo y nos abrazábamos bajo las mantas. Lo único bueno de todo esto es que tenía excusa para poder abrazar a mi vecino. Él temblaba entre mis brazos y de vez en cuando escondía el rostro en mi cuello, no podía evitar estremecerme. Sólo teníamos la luz de la pantalla ya que las cortinas estaban cerradas, además de que las luces de toda la casa estaban apagadas y comenzaba a anochecer o eso creo, no se asomaba ninguna luz por las cortinas. Sólo estábamos Jungkook, la luz de la pantalla y yo. Ah, también los constantes cosquilleos en mi estómago.

Pero de un momento a otro mi atención ya no estaba en la película, sino en Jungkook. Él seguía temblando entre mis brazos y decidí brindarle un par de caricias en la espalda para que se calmara, pero con ello sólo conseguí que me mirara ligeramente sorprendido. De la nada me puse demasiado nervioso.

— ¿Hyung?... —susurró con algo de timidez.

— ¿Qué ocurre, bebé? ¿Tienes miedo?...

— Sí... No... Bueno, sólo un poco. Usted tiene más miedo. —Me reí con levedad ante su intento de parecer rudo.

— Pero que pequeño más valiente, me siento orgulloso.

— Pero... Era otra cosa la que quería decirle... —De pronto lo noté nervioso, desvió la mirada y se sonrojó con sutileza.

el chico de al lado › yoonkook.Where stories live. Discover now