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—Nunca me dejes de escribir notas, bestia —dijo Guillermo desde detrás de Samuel, mientras sus brazos rodeaban la cintura del mayor.

—Lo que quiera mi niño —respondió Samuel, con una enorme sonrisa en los labios mientras se giraba para quedar frente a frente con el menor—. Tu sólo pide por esa boquita.

Samuel miró a los ojos a Guillermo y puso una de sus manos en su mejilla, mientras el menor mantenía ambas manos en las pretinas del pantalón del mayor.

—Sí —dijo Guillermo.

—¿Sí? —preguntó Samuel, sin entender del todo a qué se refería Guillermo.

—Sí quiero salir contigo esta noche, chiqui —respondió Guillermo.

—¡Hey! Eso es mío —dijo Samuel, riendo.

—Te quiero mucho, Samu —dijo Guillermo, abrazándolo fuertemente.

—Y yo a ti, pequeño. No tienes una idea de cuánto —respondió Samuel, hundiendo su nariz en su cabello.

Guille | wigetta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora