Capítulo 15

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-La relación se derrumba-


Después de eso salí corriendo.

No supe por qué, pero...

Algo dentro sentí como que tiro...

Y luego apretó...

Y dolió mucho, mucho...

Han pasado como dos semanas. He rechazado las llamadas de todos, e incluso he dejado la universidad por el momento. No quiero verlo.

Me he enterado por boca del Edgar, que vino a verme a casa hace poco, que la boda del Jaime ahora se hizo "publica" y que han adelantado la fecha para dentro de un mes.

De todas las llamadas perdidas que tengo en el registro de llamadas y buzón de voz, ninguna es de él. Esto apesta.

Creo que nunca había tomado tanto, la cabeza me da muchas vueltas. No es que me guste mucho la cerveza o algo pero, casi siento que quiero ahogarme en ella...

Como cuando me ahogaba en sus besos...

La pieza esta sola. Miro fijamente el techo de mi habitación; estoy tan mal que creo ver la cara del Evo culiao.

Esto es injusto...

Sollocé leve. Me acurruque en forma fetal en el suelo. Estaba helado, pero en realidad quería estar así.

Quiero sentir el calor de un abrazo suyo...

El tono de mi teléfono volvió a sonar desde el velador. Medio curao aun, lancé una almohada contra el desde el suelo, pero para nada hizo que se callara.

— Agh...—ese irritante sonido solo hacía que me doliera la cabeza.

Levante la raja como pude del suelo, gateando hacia el mueble para recoger el teléfono. Observe la pantalla de mala gana.

"Comunista culiao"

Me sorprendí. Esta era la primera llamada en mucho tiempo.

¿Por qué recién me esta llamando?

Tire el teléfono a la cama sin ganas. Seguía sonando. Me tapé los oídos.

Deseaba tanto contestar; quería oír que tenía que decir para mí. Pero a la vez, odiaba tanto que recién me estuviera llamando, no quiero darle el derecho siquiera.

Por fin la wea se calló. Suspire aliviado y abrace mis piernas aun medio mareado.

¿Por qué lo hiciste, Jaime...?

Volvió a sonar sobresaltandome del susto. Mire la pantalla y de nuevo era él.

¡Ya para! Si sigues... Terminaré contestando...

Apreté mis dientes. No paraba. Sonaba y entraba por mis orejas de manera irritante. Tiraba de mi pelo con estrés. Esto es un castigo.

— ..... ¿S-si?—maldición. Termine contestando.

— ¿Nico...?

— ... ¿Qué es lo que quieres, Jaime?—susurré.

— Y-yo... Bueno... ¿Cómo estás?

Un reto maraco fuera de límites -jaidefinichon- [Jainico]Where stories live. Discover now