Capítulo 6

3K 243 87
                                    

Lamento no haber avisado pero me había ido de viaje. Trataré de seguir subiendo. Disfruten de este capítulo asquerosamente empalagosito xD

___________

-Salgamos juntos-

Hacia calor, así que el Jaime me invitó a tomarnos un helado. Y como se me cocían hasta las weas le seguí no mas po. No es que me gustara la idea de comer fuera con este weon.

– Uno de chocolate con vainilla y... ¿Nico tú que querí?– me miró.

– Cualquier wea helada...

– Deme otro de vainilla entonces...–rió.

Y así nos comimos unos helados al lado del ventilador cagao que había en la wea de heladería.

Creo que debí haber escogido un sabor yo, no me gustó nah la vainilla.

– ¿Y esa cara? ¿no tres gustó el helado? Te comí to'o el helado culiao mira que costó plata la wea y yo no ando cagando plata weon...

– Uy el culiao pesao ¡Si me voy a comer la wea!–lamí el helado enojado. Ya casi me lo había terminado incluso.

El Jaime se rió por lo bajo. – Nico...

– ¡¿Ahora qué wea querí?!

– ¿Erí una guagua? Tení todo el hocico manchao...

Me toque la boca y me la limpie con la mano no mas, como los machos.

– Nico culiao no seai cochino... Seguí sucio mas encima.

Buscó en la mesa servilletas y cuando las encontró se levantó de la silla para poder acercarse por encima de la mesa.

– Jaime no te pongai maricon... Yo puedo limpiarme solo.

Ni me pescó y solo me limpió. Sonreía levemente mientras me limpiaba con suavidad.

Se volvió a sentar y seguir con su helado como si nada. Yo me había congelado literalmente, incluso ya ni calor tenía. Jamás había visto una sonrisa que me pareciera tan linda, tierna y sincera. Me siento tan gay por decir esto ; - ;

Me miró una vez mas y rió.

– ¿Qué paso? ¿ya te diste cuenta que te gusto?

– ¿Ah...?

– No hay pa' que sonrojarse.

– ¡No me he sonrojado! ¡weon mentiroso!

Esperé que terminara su helado.

– Nico...

– ¿Mm?

Me tomó la mano disimuladamente por encima de la mesa. Me ericé entero.

– ¿Querí pololear conmigo?

¡¿Qué?! ¡¿Qué chucha puedo responder a semejante wea?!

– Y-y-yo... ¡Ah! Que rico helado Jaime, muy rico... Muchas gracias, pero debo irme así que... ¡Adiós!–salí corriendo de allí como pude. Casi me cague.

– ¡Nico!

Solo corrí sin siquiera voltear o saber donde chucha iba. No podía respirar bien. Me ahogaba.

Llegue a un parque y me senté en uno de los columpios. Estaba oscuro y no había nadie. Mejor para mí, quería estar solo.

Quería calmarme pero no podía. No sé que esta pasando, un día éramos amigos y ahora... Y ahora...

Si tan solo ese almuerzo jamas hubiera ocurrido y ese reto no hubiera pasado ahora estaríamos bien.

Estaríamos bien, ¿verdad?

Esto duele.

– Oe... Este eh nuestro parque culiao... Sale se aquí...

Levanté la mirada.

– No quiero problemas ahora... No más...–pensé en voz alta.

Me pare del columpio y estaba dispuesto a irme pero tres sujetos salieron de repente.

Conchetumare.

– Oigan enserio que yo no...

– Hermanito... Nos falta plata pa' la dura así que coopera culiao...

– Es que yo, ahora no tengo nah enserio que no.

Un tipo me golpeo por la espalda y me quito la mochila, la dieron vuelta entera. Sacaron y rompieron todo.

El golpe me había dolido y no me dejaba pararme.

Los tipos no habían conseguido lo que querían, estaban furiosos.

Me golpearon hasta aburrirse. Sentía que nunca iban a parar.

– ¡Ya paren weon!–pedía.

Me sentía estúpido, tonto, idiota. ¿Acaso no soy un hombre? Debería poder defenderme.

Pero son tres weones contra uno solo.

Me dolía todo y comencé a asustarme cuando los tipos no paraban y ya comenzaba a marearme.

– J-Jaime...

En eso los golpes cesaron. Ya no sentía dolor.

Uno de los tipos cayo al suelo a mi lado.

– ¿P-pero... Qué? –trate de levantarme.

– Nico... Nico ¿tai bien?

– ¿Ah?

Fue ahí cuando, me di cuenta que, fue él quien me salvó.

– No te movai... Esperate quedate quieto...

No podía creer que estuviera ahí.

– ¿Cómo me encontraste... Jaime?

– Nico, hay una cosa que nunca voy a hacer...

– ¿Ah?

– Dejarte solo.

– Jaime...

Me tomó en brazos, igual que una princesa el conchetumare. Pero ahora no estaba en posición ni de pelear ni de negarme.

– Jaime... ¿Cómo me encontraste?

– ¿Mm?...–sonríe–. Porque eres el único que vendría a este parque asqueroso...

Reí y él también.

– Jaime...

– ¿Mm...?

– Sí...

– ¿Sí qué... ?

– Sí quiero pololear contigo.

__________

@DubuTofuu

Un reto maraco fuera de límites -jaidefinichon- [Jainico]Where stories live. Discover now