Prom. |camren|

diez.

Punto de vista de Camila

Pasar mis dís sin Lauren fueron más dolorosos y tristes de los que pensé. Llorar cada noche mientras veía a la chica frente a mi ventana fue lo más lejano a lo que pensaba Lauren me haría sentir de volver a ser amigas.

Lauren por su parte parecía no tener problema en volver a su vida anterior... sin mí. De hecho, los días siguientes no cruzamos palabra alguna, ni siquiera coincidimos en algún lugar de la escuela que no sean las clases en un salón donde todos podían elegir qué lugar tomar y por su puesto, Lauren volvió a su lugar de siempre, al fondo del salón.

La única diferencia ahora era que ella tenía un estilo atractivo, estaba soltera y todos parecían estar embobados por sus malditos ojos verdes que derretían a cualquiera.

"Mila, ¿Vas a ir con Austin al baile?" Estabamos con un par de amigos más, todos ellos organizadores de la gran fiesta como yo.

"Obviamente irá con Austin." Defendió el chico de rulos que solía ir a las fiestas de Austin.

"A menos que quieras ir con el idiota de Shawn." Atacó burlonamente, Tom, el máximo anotador del equipo de futbol.

"JA" me burlé ironicamente. Iba a ser muy hipocrita estar de acuerdo con sus estúpidas palabras cuando Shawn y yo hace unos días nada más estabamos directamente relacionados, compartiendo de las bebidas en casa de Lauren. "¿Idiota? Preferiría tenerlo a él de amigo que a unos tipos que apenas pueden sus neuronas hacer sinapsis por tanta mierda que se meten".

Le di una mirada a Dinah, quien asintió entendiendo mi punto y se paró de la mesa para irse lejos de aquel grupo junto a mí. Cuando estuvimos varios metros más allá, no pude evitar reirme junto a mi amiga.

"¡Qué cojones!" Reía divertida Dinah y me abrazó sin dejar de sonreir. "Te quiero, Mila. Mani y todos ellos son unos grandes chicos, no merecen que idiotas como Tom o Taylor hablen así..."

"He aprendido a quererlos, son amigos reales no como los otros..." Suspiré apenada al recordar mi sorpresivo alejamiento de ese circulo. "Pero ya no puedo verlos, todo eso me hace mal. ¿Sabes? Los extraño..."

"¿Los extrañas o extrañas a la idiota de Lauren?." Dijo Dinah, dando en su punto como siempre sin dejar las bromas de lado, su puchero era de las cosas más tiernas del mundo y siempre que hacia ello quería decir que Dinah realmente estaba triste así que solo pude sonreir, intentando parecer más animada para ella.

"Nadie fue más idiota que yo. Lauren siempre estuvo actuando, yo me confundí y pensé que algo estaba pasando entre nosotras." Confesé avergonzada, mi mirada estaba fijada en un punto. Podía sentir mis mejillas arder. "Empecé a enamorarme de ella tan profundamente que olvidé que Lauren solo quería recuperar a Lucy."

"Pero Lucy tiene novia ¿no dijiste eso?" Dinah intentaba asimilar toda la información pero parecía más confundida que yo con todo lo que pasaba. "Lucy ya no es un tema para Lauren, pero supongo que sigue siendo una capulla con necesidad de ir por ahí besando a chicas. Taylor obviamente fue la más sencilla opción, es una perra." Se burló.

Me encogí de hombros como respuesta, no sabía que decir a todo ello. Parecía cierto, pero ya no podía creer en nada sobre Lauren y sus intenciones. Un día despreciaba y casi repudiaba a Taylor y otro día estaba haciendole una endoscopia con su lengua. ¡Idiota!

"Venga, Mila..." me animó la más grande. "Sabes que Lauren solo besaría a Taylor si estuviese drogada, o fuese la salvadora del mundo y los labios de Taylor fueran el arma mortal a la invación zombie."

"Creo que no sucedio ninguna de las dos cosas e igual se besaron." Comenté, siguiendole el juego.

"No, pero sabes a lo que me refiero." Defendió su argumento Dinah. "Lauren no la besaría si estuviese en toda su racionalidad, ella no es así."