SARADA ES MÍA

Capítulo 18 -final-

AIRAM POV'S

—No puedo creer que me voy a casar con él —chillé realmente emocionada mientras Karin terminaba de acomodarme el tocado. 

Era el día de mi boda con ese hombre que desde que conocí había amado.

—Y eso que yo lo vi y lo amé primero —escupió Karin una apenas audible queja—, zorra —dijo haciendo un puchero.

—Cállate perra —dije después de una irónica risotada—, y procura mantenerte lejos de él, ¿ok?

—No será necesario—explicó con molestia—, tu marido ni bola me da.

—Porque me ama a mí —solté ufana y Karin sonrió haciendo negativas con su cabeza.

—Sabes, te ves demasiado nerviosa, te estás casando con uno que te comiste y vomitaste y te volviste a comer, ¿no deberías estar acostumbrada? —Intentando disimular mi sonrisa, agaché la mirada para ocultar mi felicidad desbordante—. Dime que traes —exigió Karin poniéndose frente a mí. Mis labios se extendieron al ancho de mi cara y subí mis hombros—. No, no, no, nada de eso, dime qué diablos está pasando —insistió poniendo sus manos en mis hombros.

—Estoy embarazada —informé no pudiendo contenerlo más. 

Karin abrió sobremanera su boca y ojos y dio un par de pasos atrás hasta que pudo sostenerse del tocador detrás de ella. Después de que el impacto se pasó un poco llevó una mano a su frente y la otra a su boca mientras aún me miraba fijo. 

—Tienen dos meses juntos y ya estás embarazada —dijo aún sorprendida—, ¿cuánto? —preguntó.

—Dos meses —respondí y ambas manos fueron a parar a su cabeza.

—Dios, espero después de esto no vuelvan a tener sexo —dijo algo horrorizada Karin—, mi hermoso Sasuke le atina a la primera, a este paso vivirán teniendo hijos y restablecerán el clan Uchiha ustedes dos solos.

—Eres una mensa.

—¿Sasuke lo sabe? —preguntó y negué con mi cabeza—. ¿Cuándo le dirás?

—Después de la boda —informé—, creo que es eso lo que me tiene tan nerviosa.

—Ay loca —dijo Karin abrazándome—, estoy tan feliz por ti... tienes que tener muchos hijos para que jamás estén solos, estar sola es bastante feo y malo.

Asentí, entendía bien lo que ella decía, todos los del Clan Uzumaki lo entendíamos.

—Lo prometo —dije—, y prometo también que, a partir de ahora, tú y yo no volveremos a separarnos demasiado.

Karin sonrió dejándome ver unas lágrimas que yo no podía derramar, se me correría el maquillaje si lo hiciera.

—¿Mami, estás lista? —preguntó Sarada entrando a mi habitación con un hermoso Kimono rosa, justo igual al que traía mi pequeña Myo que venía de la mano de su hermana. 

Asentí y, poniéndome de pie para tomar sus manos, caminamos hasta donde nuestros tres hombres favoritos aguardaban para que el mundo viera que éramos esa familia que meses atrás habíamos comenzado a ser.

—Soñé con este día tantas veces —dijo Sasuke cuando llegué hasta él—, que tengo miedo que sea un sueño más. Aunque sería el más hermoso de todos mis sueños, no quiero que sea un sueño.

—Este no es un sueño —aseguré pegando mi frente a la suya, mirando directamente a sus ojos—, es la realidad, así que agárrate que no hay vuelta atrás.

Sonreí llena de esa felicidad que me estaba embargando.

La ceremonia fue perfecta, aunque lo estoy imaginándola, la verdad es que lo único que recuerdo es que me sentía plena al mirar a mi esposo y a mis hijos. 

Cuando al fin fuimos esposos legalmente, después de ese hermoso beso que sellara el rito de boda, mientras aún estaba tan cerca de mí que mi corazón se volvía loco, le di la noticia.

—Sasuke, estoy embarazada —dije sin ser capaz de mirarle a la cara y mi mundo se volvió más estrecho y comenzó a dar vueltas. 

Sasuke, que me tenía en brazos, giró mientras sonreía hermosamente.

—Gracias, gracias, gracias —dijo—, en serio muchas gracias. Eres definitivamente lo mejor que me ha pasado en la vida, por eso te quiero en ella para siempre.

Y, llorando de felicidad, me besó.

ALGUNOS MESES DESPUÉS...

—¿Cómo está la segunda mamá más hermosa del mundo? —preguntó Naruto entrando a mi habitación con un muy colorido ramo de flores.

—¿Segunda? —pregunté enarcando una ceja. 

El rubio dejó las flores en el tocador y, pasando su mano por la cintura de su esposa, pegó su frente a la cabeza de ella.

—Y eso que no estoy contando a mi mamá —dijo burlón y reí.

—Yo estoy bien —dije negando con mi cabeza.

Naruto se había convertido, más que en mi primo, en mi hermano, y eso me encantaba.

—¿Y Sasuke? —preguntó percatándose al fin que en la habitación me encontraba solo yo. 

—Él está feliz y encantado por los gemelos, ese par lograron que incluso mi abuelo se olvidara de mí. 

Eso era un poco verdad, y me encantaba. Mis nuevos hijos tenían toda la atención y todo el amor que deseaba tuvieran. Sonreí al pensar que yo estaba tan feliz y tan encantada como el resto de mi familia.

—¿Cómo se llaman? —preguntó Hinata sentándose en el borde de mi cama.

—Son Hiroko y Hiroshi —informé y ella sonrió.

—Qué bonito —espetó—, ahora tienes seis hijos, tres niños y tres niñas. Debe ser ruidosamente adorable tener tantos niños en casa —asentí.

—Si quieres podemos intentarlo —propuso Naruto a su esposa, sonrojándola.

Entonces, sin dar tiempo a la Hyuga de negar o aceptar la propuesta, mi casi silente habitación se llenó de la alegría de mi vida. Entró Sasuke con sus seis hijos, dos en los brazos y cuatro caminando detrás de él.

—Te dejé atrás, dobe —dijo presuntuoso mi marido al ver a Naruto y me entregó a la pequeña Hiroko y al pequeño Hiroshi que comenzaban a clamar por mí. 

Hinata sonrió ampliamente y, abrazándose a su marido, viendo a toda mi familia congregada en una cama, dio una respuesta que nadie esperábamos, como tampoco esperábamos que en respuesta el rubio se sonrojara. 

—Vamos a alcanzarlo, hagamos que el Clan Uzumaki sea tan grande como el Uchiha —dijo sonriendo, invitándonos al resto a sonreír también. 

—FIN—

Wow ¿verdad?, ¿verdad que wow?... No sé, yo amo los finales felices; y este también me encanta. 

Gracias por leer esta historia, gracias por su apoyo, sus votos y comentarios. Los invito a leer más de mis historias.

Besos hermosuras (^3^)/