Capítulo 32: Estudios

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Pasamos la noche en el hospital, por más que le insistí en que se tome un taxi y vaya para el departamento, no quiso. Le hice un lugar en mi cama para que se acueste conmigo y dormimos abrazadas hasta que entró la enfermera y nos dijo que "las camas del hospital son sólo para pacientes".
Me desperté y Mica ya no estaba a mi lado. Pasaron a dejarme el desayuno pero no lo toqué, se quedaron sin café así que me dieron un té asqueroso con unas tostadas rompedientes, incomibles.

- ¿No estás comiendo eso, o sí?- la vi entrar, abriendo la puerta con el codo, con dos vasos térmicos en sus manos y un paquete de papel madera agarrado con su pera.
- Mi amor.- esbocé la primer sonrisa de la mañana.- no toqué nada, es un asco.- dije señalando la bandeja.
- Que bueno porque te traje café con leche y medialunas calentitas.
- Mmm vení.- extendí mis brazos para abrazarla, uno con dificultad por la vía intravenosa puesta.- Buen día mi amor.- la besé.
- Buen día bebé.- la volví a besar.- ¿cómo te sentís?- dijo dándole un sorbo al café. Me encogí de hombros, no dije nada, ella cambió de tema.

Desayunamos y nos reímos recordando la cara de la enfermera cuando nos vió abrazadas en la cama, intentando olvidar un rato la mala noticia de ayer.
Minutos después, llegó el oncólogo: un hombre de unos treinta y pico, con buen aspecto y bastante simpático.

- Buen día.- sonrió.
- Buen día.- dijimos al unisono.
- ¿Cómo están?
- No sé, nerviosas supongo.- respondí agarrando la mano de Mica y apretándola.
- Bueno, estén tranquilas, sé que no es muy grato el momento pero vamos a buscar la solución. Empecemos por lo primero, voy a examinar nuevamente los resultados de la tomografía.- sacó de su carpeta los papeles del estudio.- esto es un diagnóstico, para asegurarnos vamos a tener que hacer una biopsia. Eso se hace en cirugía, se extrae una pequeñisima parte del tumor y se examina.

No quería llorar pero fue más fuerte que yo, me tapé la cara con las manos, Mica al darse cuenta me abrazó y dejó varios besos en mi mejilla.

- Tranquila, te voy a dar una buena noticia. Por lo que veo está alojado en un lugar donde puede operarse y no es tan riesgoso. De todas formas, vamos a esperar los otros estudios y después a consultar con un neurocirujano.

- ¿Y en caso de no poder operarse?- preguntó Mica.
- Bueno en ése caso...- leyó mi nombre en los estudios- Gabriela puede someterse a un tratamiento de quimioterapia para reducir el tamaño del tumor.
- ¿Gabriela?- preguntó Mica y el médico miró desentendido.
- Yo no soy Gabriela.- dije frunciendo el ceño.
- ¿No sos Gabriela Martinez?
- No, soy Bárbara Martinez.
- Aguardame un segundo.- el oncólogo salió de la habitación.

Mica se quedó mirándome con un leve brillo en sus ojos. Es muy probable que esté pensando lo mismo que yo y eso es muy bueno.
El médico entró sin darnos tiempo a hablar.

- Tengo muy buenas noticias.- sonrió.- el hospital traspapeló tus estudios con los de la otra paciente. Se habrán confundido por el apellido.
- No te puedo creer. ¿Entonces qué tiene Bárbara? Esto es un desastre. Quiero hablar con un superior.
- Él no se encuentra hoy en el hospital. Acá tengo sus estudios.- los sacó de la carpeta y empezó a examinarlos.- no es mi función pero conozco bastante y al parecer está todo en orden, no hay ninguna anormalidad en el cerebro.- me volvió el alma al cuerpo.
- Ay le agradezco tanto.- Abracé con todas mis fuerzas a Mica y lloré con ella, está vez de felicidad.
- Es un placer, por favor. Ahora llamo al médico. Con permiso, me voy a retirar.
- ¡Muchísimas gracias!
- No es nada chicas. Hacen muy linda pareja.- nos guiño el ojo y se fue.

Respiré, Mica también. Acariciando sus nudillos, busqué su mirada y la encontré, me perdí un sus ojos bastante tiempo y me encontré en su boca, suave y lento beso, con amor.

- Tuve mucho miedo.- dijo acariciándome el pelo.
- ¿Y si encuentran algo peor?¿Por qué convulsioné? Yo no soy epiléptica, tampoco me había pasado nunca.
- Bueno amor, ahora le preguntamos al médico. Lo importante es que tu cerebro está bien. ¿Vos cómo te sentís?
- Estoy bien, ¡quiero volver a casa!, esta cama es una mierda.- Mica largó una carcajada.- ¿te reís? Vení, acostate conmigo y vas a ver.
- Ya me acosté ayer, pero si insistís.- me miró con picardía, se acostó a mi lado y estampé un beso en sus labios. Se transformó en un beso apasionado y la mano de Mica comenzó a recorrer mi pierna.- ¿Alguna vez lo hiciste en un hospital?
- ¡Ay Micaela! No, acá ni se te ocurra. Nos llegan a ver y me muero de vergüenza. Además tengo esto en el brazo, me lo voy a arrancar todo.
- Sh, dejate llevar.- me susurró al oído y siguió con lo suyo.

Acariciaba mis muslos con la yema de sus dedos y ese cosquilleo hacía que me excite el triple.
De mi boca, bajó a mi cuello y no le importó nada, dejó varias marcas, quiso avanzar más allá pero la bata hospitalaria se lo impedía.
Luego de recorrer mi pierna nuevamente con su mano, subió acariciando mi panza y se situó en mis pechos, apretándolos.
Bajó su mano, otra vez, me había puesto de tal forma que sólo el contacto de su mano con mi ropa interior me hacía gemir. Cruzamos miradas y la mía pedía por favor, la interpretó muy bien porque enseguida su mano comenzó a masajear mi centro. Me tapé la boca con la mano para no gemir tan alto, Mica introdujo sus dedos dentro de mí y empezó a moverlos sin parar.
Cuando los gemidos se hicieron incontrolables, se acercó a mi boca y comenzó a besarme tratando de callarme. Un placer desmedido invadió mi cuerpo, dejó una marca más en mi cuello y pegué un leve gritito.
- Shhh, nos van a descubrir amor.- dijo y reí en voz baja.
- Vos me querés hacer convulsionar otra vez.
- Ni en chiste lo digas.- besó mi mejilla y me tapó con la sábana como si nada hubiese pasado.

Comencé a besarla yo y con mi mano hábil quise empezar a pasearla por su cuerpo. No me dejó.

- Hoy no, te vas a lastimar con el suero. Ya va a haber tiempo.

Me besó y la puerta nos interrumpió. Mica se sentó rápidamente en la silla, al lado de la cama y ambas dijimos: -adelante.
- Permiso.- entró el doctor Fuentes con los estudios en la mano.- ¿Cómo están?
- Bien.- respondimos.
- Me alegra. Les pido mil disculpas por el mal momento con el error en los estudios.
- Ya pasó pero deberían ser más cuidadosos porque juegan con la salud física y mental de la gente, no es así.- dijo Mica, con enojo. Jamás la había visto así.
- Ya lo informamos, no se va a volver a repetir. Con respecto al cuadro de Bárbara Martinez, no tienen de qué preocuparse. Lo que tuvo fue una convulsión febril, a causa de la fiebre. Generalmente se da en niños pero hay casos aislados en adultos. Acá te dejo el alta, igual antes hablá con la enfermera.- me dió el papel.- Las dejo tranquilas, que tengan mucha suerte.- se fue.

- Wow, chica mala.- le dije riéndome.
- Amor, este tipo de cosas son intolerables. Mira si era al revés, te decían que estaba todo bien y te mandaban a casa pero en serio tenías un tumor. ¿Qué hubiese pasado?¿Qué será de Gabriela Martinez? Apuesto lo que quieras a que en este mismo momento ni debe saber que un tumor está acechándola.
- Tenés razón mi amor.- y la tenía. Está bien dar la razón cuando alguien la tiene.

El Viaje (Barbica) #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora