Capítulo 118: Más que acciones

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  Solamente diré que ese Hadrien es un desmadre XD Y que gracias a él se presentará uno de los más momentos más ansiados dentro de toda la historia... Aunque también es el que se encarga de arruinarlo. Ya sabrán a qué me refiero cuando terminen de leer :D ¡Qué tengan un lindo inicio de semana! 

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Tras lo ocurrido con el italiano, todo el ambiente se tensionó aún más y cada uno de ellos subió el nivel de su juego. Ahora tenían menos deseos de que esos hombres encestaran un punto más.

—¿No te lastimaste verdad? —preguntaba burlesco uno de los que habían ocasionado la caída del castaño.

—Deberías ser más cuidadoso, pequeño —secundaba su otro cómplice—. Jugar basquetbol puede ser peligroso.

—Malditos canallas —Hadrien tenía los nervios crispados igual que el resto.

—Quieren que caigamos en su juego, pero eso no va a suceder —sentenció el rubio.

La contienda continuó, notándose tanto las malas intenciones de Tanaka y sus compañeros, como la posición de sus contrincantes de ser sumamente cuidadosos para no caer en sus tretas, al mismo tiempo que se encargaban de anotar más puntos.

Después de todo, los únicos que causaban molestia, hablando a nivel de habilidades y técnica, eran Tanaka y el tirador de tres puntos.

El tiempo avanzó rápidamente y pronto estarían en el último cuarto con una monstruosa ventaja sobre el marcador.

Y mientras ellos estaban exhaustos y bañados en sudor, Aomine y los demás parecían apenas estar calentando. La victoria quedó claramente del bando de Kai.

—Al final eran sólo palabrería barata —sonrió burlón Hadrien y aunque contaba con algunos moretones, no tenía nada grave.

—Dense cuenta de su error y corrijan sus pasos antes de que su actitud los meta en mayores problemas —recomendaba Leo a esos alborotadores.

—En primer lugar no tenían ninguna oportunidad contra nosotros —Aomine tenía ojos para el pelinegro. Aún quería golpearlo.

—¿Todavía desean ser humillados?

—¡Maldito! —Tanaka se había movido hacia el rubio, tomándole del cuello, fulminándole con la mirada. Lo detestaba tanto que quería destrozarle ese rostro y esa sonrisa burlona que tenía.

—Siento mucha pena por ti. Mira que es irónico que me aborrezca tanto y que la gran mayoría de las decisiones y cosas que has venido haciendo, han sido producto de quererme superar —otra frustración se unió a su lista. El puñetazo que le mandó de lleno a su cara su fácilmente bloqueado—. Mejor dígnate a vivir como quieres o continuarás amargándote.

—¡Que te calles imbécil!

—Parece que todos están muy motivados —comentaba el italiano en cuanto notó que esos chicos querían unirse a la acción.

—Cada uno de ellos son unos idiotas —aseguraba el alemán. Para él no era problema meterse en problemas; él los amaba.

—Ni se les ocurra —les amenazó Tatsuhisa—. Si se enteran que estuvieron en una pelea, los suspenderán de sus equipos... Estos indudablemente serán unos soplones.

—Sí, sé un buen compañero de equipo.

—Actúa como el capitán que supuestamente intentaste ser —criticó con severidad notoria Tanaka.

—Solamente evito que ellos cometan la misma estupidez que tú —agregó, liberándose sin dificultad alguna de su agarre.

—Siempre te creíste la gran cosa con tus notas impecables, tu popularidad y lo bueno que eras en el baloncesto —mascullaba con el ceño torcido y haciendo una mueca de amargura tras recordar algo como eso—. Me lo quitaste todo.

P.D. I Love UWhere stories live. Discover now