Capítulo 143:...You were...

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  Mientras algunos disfrutan de sus vacaciones de semana santa, otras personas decidimos ponernos a actualizar historias pendientes antes de desaparecer por otra temporada XD Y bueno, para quienes estuvieron esperando ansiosamente la charla entre Axelle y Hadrien, pues aquí la tienen C': Espero haya quedado tan emotiva como pienso que salió. Ya me lo dirán cuando lean. Y, por cierto, para terminar de destrozar sus corazones...A este fic le queda poco para ver su cierre definitivo. Ahora sí, ¡disfruten la lectura y buen inicio de semana! 

*-*-*-*-*

—¿Seguro que has elegido la opción correcta, Daiki? —preguntó con preocupación notoria el italiano. Apenas y se habían alejado de aquella dispensadora de bebidas.

—¿Qué otra cosa podría haber hecho? Él iba a hablar con ella quisiera o no.

—Pero pudiste haber sido el primero en decirle lo que querías —estableció, viéndole de reojo.

—¿No deberías estar preocupándote más por tu amigo? —sus reacciones le extrañaban mucho.

—Hadrien tiene a Kai en estos momentos de apoyo, pero...tú no tienes a nadie en concreto —siseó, mirando en otra dirección. Pronto se toparían con un pequeño restaurante con mesas al aire libre.

—No lo necesito —chisteó.

—¿Estás completamente seguro de ello? Hacerte el duro no impresionará a las mujeres, Aomine —habló el peli rosa. Ambos cesaron sus pasos de golpe. Empezaban a creer en que las coincidencias de la vida existían y no les hacía ni puñetera gracia.

—De los que podría toparme, son justamente ustedes dos —sus celestes ojos solamente tenían atención para el blondo que yacía al lado del inglés. Parece que se escaparon para comprar café y unos panecillos.

—Tomemos un poco de café. Todavía hay tiempo —indudablemente las palabras de ese hombre poseían una doble connotación, pero él jamás lo confesaría abiertamente—. Si no lo hacen no podrán jugar este verano —ninguno de esos dos lo cuestionó y tomó asiento rápidamente.

—Están bien adiestrados, Craig —se burlaba animadamente Tatsuhisa.

—Pidan lo que quieran, yo invito —decía casual el inglés, tras tomar asiento junto con el blondo.

—Ah, gracias —Turletti tomó el menú entre sus manos, curioseando para pedir lo primero que sus ojos cacharan.

—¿Podrías dejar de verme con ese semblante de odio puro, Aomine? Hasta donde yo tengo entendido limamos asperezas hace casi tres meses atrás —mencionó con ese desechaba en manos. Su café aún estaba demasiado caliente para poderlo beber—. Pero indudablemente sé que preferirías que hubiera sido yo el que pidiera hablar con ella, no él...

—Kai, abstente de lanzar comentarios mordaces hacia él, al menos hasta que todo esto haya pasado —recomendaba Craig.

—Así que estás pendiente de todo, ¿no? —bromeó Marko.

—Las cosas siempre serán más fáciles de apreciar desde afuera, cuando no estás involucrado... Lo que en verdad me sorprende es que haya decidido dar ese paso —inevitablemente su bermellón mirada se puso en el único que pudo haber intervenido para ello.

—¿Qué? ¿Hay algo malo en que le dé consejos a las personas? —soltó con fingido drama el blondo—. Yo no lo obligué a nada.

—Como sea. Les pediré a ambos que dejen su comportamiento infantil a un lado y que sean conscientes de la situación —allí las peticiones de Craig eran absolutas o se abstendrían a las consecuencias—. Así que espero que estés a la altura del reto, Aomine.

P.D. I Love UDonde viven las historias. Descúbrelo ahora