Capitulo 13: Recompensa

323 16 9
                                    

Mi cabeza calló sobre el sofá con resignación, rendida tras horas y horas de inútil sufrimiento. Mis cinco sentidos centrados en encontrar alguna pista sobre mi madre biológica, y eso era lo que había encontrado. Nada. Era consciente de que esa clase de información estaba restringida para el personal no autorizado, y en el fondo había sabido desde un principio que no me iba a topar de buenas a primeras con los expedientes de casos de adopción el día de mi nacimiento, menos en google, además de que no sabía con certeza si realmente había nacido un 9 de Octubre, o si ese fue el día en que me dieron en adopción. Todo esto suponiendo que había sido una adopción abierta, porque una adopción cerrada reducía mis posibilidades a 0, y pese a todo, era consciente de que ese era mi caso, una adopción abierta implica mantener el contacto con tu madre biológica, y eso era imposible.

Alcé mi cuerpo ya cansada de intentar un imposible y me apresuré a llegar a la cocina para tomarme un calmante. Mis nervios montando una revolución en mi cabeza. La paciencia jamás había sido uno de mis fuertes, menos en temas de suma importancia para mí, la ansiedad consumiendo mis huesos desde un principio, pese a que sabía que tan solo había un modo de encontrar alguna pista sobre mi madre, y era recurrir a mis padres adoptivos, pero algo dentro de mí se revolvía incomodo y dolido ante la idea, asegurándome no estar preparada, y ese algo se había convertido en un impedimento para mi, ya cansado, cerebro.

El sonido de la puerta retumbó en mis oídos, me apresuré a recibir a Harry ansiosamente, una hermosa sonrisa adornando su bello rostro, permitiéndome ver su gracioso hoyuelo. Mis ojos fijos en el en un incomodo silencio

“Hola” su ronca voz hizo alusión a mi presencia, mi cuerpo se removió nervioso en un intento por corresponder a su saludo. Mi boca entreabierta en busca de palabras, todo inútil resignándome finalmente a un leve asentimiento de cabeza “¿Qué hacías?” su mirada ahora fija en mi portátil. Mi cuerpo tenso se abalanzó para cerrarlo. No sabía cómo abarcar aquello, no sabía si era correcto contárselo a Harry, o si era correcto siquiera buscar a mi madre, por el momento prefería mantenerlo en secreto, hasta que mis ideas se aclararan.

“Nada” su ceño fruncido, no muy seguro de creer mis palabras, pero no pareció borrar su hermosa sonrisa

“Vístete, nos vamos a comer” ordenó su voz adquiriendo su habitual tono exigente, asentí levemente, de nuevo observando la autoritaria presencia de mi primo. Mis pies me guiaron hacia mi habitación, de nuevo adentrándome en mi dormitorio. Las puertas de mi armario se abrieron ante mí, mis manos rebuscaron, extrañamente indecisas, algo que lucir.

No solía dedicar excesivo tiempo a la ropa, no sentía la necesidad de ir a la moda, no me importaba para nada mi vestimenta y desde luego no acostumbraba a tardar demasiado en elegir atuendo, pero por alguna razón mi alborotado cerebro no era capaz de decidirse en aquella ocasión.

Finalmente agarré un cómodo vestido coral, ceñido hasta la cintura. Unos pequeños tacones blancos combinando un precioso bolso del mismo color. Lo observé durante unos segundos, recordando el día en que llegó a mis manos.

Algo punzó mi pecho, dando paso a una oleada de nostalgia. En ningún momento me había parado a pensar en lo mucho que mi vida había cambiado de un día para otro. El instituto decidí dejarlo aparcado por un tiempo, para probar otro tipo de actividades…algo que me llenara la vida, pero esa fue una decisión anterior a todo aquello. Sin embargo, dejar atrás a mis padres, a mis amigas, mi casa, mi…todo, había dado una zancada enorme sin ni siquiera detenerme a observar lo que había dejado atrás, y ahora ese error comenzaba a dejar su huella.

Pequeños golpes en la puerta llamaron mi atención, como de costumbre la puerta se abrió seguidamente sin dar ni un segundo a  una posible respuesta por mi parte, los ojos de Harry buscándome entre la inmensidad de la habitación hasta toparse con los míos propios

Beautiful liesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora