Capítulo 11: Un imposible

380 19 17
                                    

El leve sonido de la puerta surcó mi mente. Mis parpados se dignaron a devolverme la visión breves segundos. Incredulidad reflejada en aquellos ojos verdes esmeralda que permanecía fuera de órbita, fijos en los míos.

Le miré durante un segundo, las lágrimas se incrementaron, una oleada de alivio recorrió mi cuerpo, incluso antes de que Harry actuara liberándome de su agarre, ya tenía la certeza de que todo iba a estar bien.

La mirada de Harry aún clavada en mi, su cuerpo inmóvil junto a la puerta. Su atención habitual en él no tardó en hacerle comprender la situación.

La oscuridad una vez más adueñándose de sus preciosas esmeraldas claras, su ceño fruncido con evidente violencia. Los músculos de su rostro tensos, marcando a Dan como su próximo objetivo. Su respiración claramente agitada, haciéndose notar. La boca de Dan detuvo su tarea, su cuello girando levemente para toparse con la figura de Harry, repentinamente cerca de él.

“Nunca te dijeron que es de mala educación interrumpir momentos… ¿Cómo decirlo? Íntimos” Fuego ardiendo en los ojos de Harry de pura rabia. El silencio como respuesta.

Su puño se alzó veloz estampándose en la cara de Dan con brutal fuerza, haciendo al cuerpo de este retroceder breves centímetros.

Al fin mi cuerpo recobró su libertad, mi brazo izquierdo se apresuró a tapar mi pecho desnudo, mis ojos aún fijos en la escena

Los labios de Dan tensos en una siniestra sonrisa.

“La escena se repite, pero parece que ha habido un cambio de papeles” espetó con un divertido tono. Ojos fijos en mí, mientras que los míos observaban a Harry, en espera de su reacción. La mirada de Harry sin embargo permanecía perdida bajo sus rizos, escondida.

Ya Había conocido esa parte de él, esa faceta oculta que tan solo salía al exterior cuando la furia consumía la conciencia de Harry.

“Harry...” Mis labios susurraron su nombre, ya era tarde. Su puño se aventuró una vez más contra la mejilla de Dan. Demasiado rápido para que el pudiera detenerlo. Chocó su puño contra el rostro ya preocupantemente deformado de Dan tres, cuatro, cinco veces…

La sangre parecía brotar de todas partes, su labio parido, su mejilla magullada, su nariz rota, su frete abierta…

“Harry detente” ordené, como ya esperaba, hizo caso omiso a mis palabras, pero debía detenerle, a pesar de ser un cerdo sin escrúpulos ni cerebro, el chico al que estaba golpeando seguía siendo mi novio, seguía siendo Dan…seguía queriéndolo “Harry te lo suplico…para” las lágrimas abarcaron mis ojos pero las contuve aún a riesgo de parecer más estúpida de lo que ya resultaba llorando. “Harry, le quiero” Su ataque se detuvo un segundo, analizando mis palabras, que causaron el efecto contrario al pretendido. Volvió a la carga, los golpes cada vez más intensos. “Harry, ¡basta le vas a matar!” parecía no estar escuchándome. Continuó golpeándolo…la sangré corría a través de las blancas baldosas del suelo.

Incapaz de mantenerlas más ocultas, las lagrimas corrieron de nuevo a través de mi rostro.

“Harry” susurré “No te mereces esto” Mis labios hablaron por si solos. Harry detuvo su tarea confuso ante mis palabras. Se detuvo finalmente para mirarme por primera vez en toda la noche. Sus ojos recorriendo mi cuerpo desnudo frente a él. El sonrojo acudió a mis mejillas bañándolas de un tono rosado.

“Alexia” sus labios pronunciaron mi nombre, perdidos.

“Harry, llévalo a su casa” rogué, esquivando su mirada. Pese a mi agradecimiento sobre su acto heroico, estaba molesta con él. Por no detenerse, por estar a punto de cometer una locura, por hacerle daño a Dan…

Beautiful liesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora