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20 semanas de gestación .

Habían pasado ya dos semanas desde que me habían dado de alta en el hospital y todo parecía y de viento en popa a excepción por los síntomas de mi embarazo que empezaron a hacerse más y más presentes cada vez.

Desde náuseas matutinas , hasta mareos que me hacían tener malos ratos en la facultad, si, al parecer mi bebe se divertía mucho viéndome pasarla mal.

Debido a los constantes malestares y mi última entrada al hospital, han decidido bajar la cantidad, y hasta suspender el uso , de algunos de los medicamentos que consumo a diario , pues según  mi oncóloga, la doctora María y mi ahora ginecólogo, el doctor Connor Clayton, el alto contenido de los químicos que tenían mis medicamentos podían dañar física o intelectualmente el desarrollo de mi pequeño. No me he opuesto a nada de lo que han decidido, por el contrario he decidido apoyarlo más que nunca , pues la salud de mi pequeño es lo más importante ahora.

-Hazel, se nos hace tarde para llegar al grupo de apoyo-dice mi madre mientras pasa corriendo por delante de mi habitación. Me coloco de pie y empiezo a sacudir un poco mi ropa pues se arrugado al momento en que me he recostado a descansar un poco.

-Mamá realmente no tengo ganas de ir hoy, además el bebe está algo juguetón hoy-dije fingiendo malestar mientras salía de mi habitación con rumbo a las escaleras. Mi madre salió casi al instante de su habitación con las llaves del auto en una mano y con la otra me ayudó a cargar mi bombona hasta llegar a la planta baja.

-Lo siento linda , pero irás de todas maneras - dijo mamá a la vez que recogía su bolso de sofá e iba caminando tras de ella haciendo un puchero mientras pensaba en la manera de organizar una marcha que le recalcará a mi madre la palabra: "Derechos humanos".

***

Mamá me dejo junto a la entrada de la iglesia cerca de las cuatro de la tarde y luego se fue afirmandome que pasaría por mi una hora después, exactamente. Luego que la viera arrancar el auto y dirigirse a algún lugar desconocido, empuje la pequeña puerta de la entrada y me adentré hasta llegar al pequeño ascensor con capacidad de dos persona por viaje.

-¡Hazel!- escuche detrás mío a la vez que sentía como unos delgados brazos me rodeaban por la espalda- ¡he estado súper preocupada , no vuelvas a asustarme así!.

Di media vuelta y me encontré con el siempre sonriente rostro de Emily. - Lo siento por dar tanto a líos , pero ya estoy de vuelta- dije devolviendo el gesto y le di un pequeño abrazo en forma de saludo que ella correspondió muy alegre. Creo que de verdad le alegraba verme viva.

Tomamos juntas el ascensor mientras le platicaba de forma muy resumida mi situación hasta ahora y el pequeño accidente de hace dos semanas. Cuando se abrieron las puertas , caminamos hasta una pequeña mesa en el cual había un surtido de galletas y limonada gratis. Tomamos uno de cada uno y mientras terminaba de explicarle todo, nos dirigimos hacia dónde se encontraba Isaac.

-Lo bueno es que ya estás bien- dijo Emily mientras se detenía al lado de Isaac y se acercaba a darle un beso en la mejilla. Salude a Isaac y este me devolvió el saludo casi de inmediato para luego empezar a hacerme las mismas preguntas que Emily con respecto a mi salud y el bebe.

-Pero lo bueno de todo esto es que al final de todo salió algo bueno- dije sonriendo tontamente luego de contar por segunda vez los recientes sucesos y Emily me miro algo confundida.

Bajo la Misma Estrella (Continuación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora