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Bien. Creo que fue una mala idea creer que podría decirle a los Waters lo de mi embarazo, es decir , ¿porque les importaría?. Creo que tal vez podría ocultarlo los siguientes meses hasta que nazca, pero...¿y cuando lo vean?, demonios Hazel creo que solo piensas con los pies.

Llegaron puntuales , como siempre, y fue una sensación muy rara al verlos cruzar la puerta de mi casa con un pie de manzana en los brazos de la señora Waters y una sonrisa en ambos rostros. Es como si no fueran los Waters que yo conocía, había algo diferente en ellos.

-¡Hazel te ves preciosa como siempre!-exclamó la señora Waters ahogándome en un fuerte abrazo sorpresivo que devolví pero no con la misma efusividad.

-Muchas gracias , siempre es un gusto verlos-le respondí con una sonrisa y luego me acerqué al señor Waters para estrecharle la mano en forma de saludo.

Mi madre y mi padre los saludaron muy emocionados, realmente les encanta recibir visitas y aún más cuando se trata de los padres del chico que me devolvió las ganas de vivir.

-¡La comida se va enfriar así que vamos!-dijo mi madre con una sonrisa y todos empezamos a encaminarnos hacia el comedor donde una deliciosa cena vegetariana nos esperaba.

***

-Siendo honesto nunca he sido un fanático de los vegetales , pero Amy créeme que esta ensalada me hace adorarlos, ¡está exquisita!-comenta el señor Waters y mi madre suelta una risita nerviosa seguido de un gracias.

Empiezo a dar vueltas y vueltas a las rodajas de tomates que inundan en su mayoría mi plato mientras escucho como mis padres y nuestros invitados empieza a discutir sobre antioxidantes.  Realmente no tengo ganas de comer vegetales, lo cual es raro ya que mi alimentación se basa en un 98% vegetales, 2% carne.

-¿Cómo has estado Hazel? -me pregunta la señora Waters tratando de incluirme a la conversación, lo cual agradezco y a la vez odio pues recuerdo el motivo por el cual quise que vinieran y eso hace que empiece a temblar , de nuevo.

-Ah, si si todo mu-muy bien- digo torpemente sonriendo y todos sueltan una risa disimulada mientras el señor Waters susurra un 'ella actúa tan tierna' y para luego volver a lo que estaban, su ridícula charla de antioxidantes.
Siento como mi estómago empieza a revolverse y creo que arrojaré toda la cena. Suelto un suspiro dejando salir todo el aire que había acumulado en mis pulmones y trato de ser menos cobarde y solo soltar esas palabras que tanto juegan entre mis labios.

-Estoy embarazada, es todo lo que necesitas decir no seas cobarde- me digo internamente a mi misma y escucho como una preciada copa de mi madre se estrella contra el suelo. Mierda, ¿lo pensé o lo dije?

-¿qu-que estás diciendo Hazel?- me pregunta aturdido el señor Waters mientras su esposa no para de mirarme fijamente a los ojos sin expresión alguna. Bravo Hazel Grace, vas a hacer que les de un ataque.

Volteé a dar una mirada rápida a mis padres y ellos solo me miraron algo ¿preocupados? , tal vez era más una expresión más de susto pero de igual forma eso no quita que mi corazón estaba a punto de estallar de tan rápido que iba.  Al diablo , ya abrí la boca así que tendrá lo que tenga que ser, solo espero que no haya necesidad de llamar al 911.

-Estoy embarazada, me he hecho los exámenes correspondientes y todos han dado positivo -digo mirando a mi plato ya que se me es imposible mirarlos a los ojos, y menos aún cuando escucho salir un grito de la señora Waters -creo que estaría demás decir que Augustus es el padre. He tomado la decisión de tenerlo y criarlo por cuenta mía , mis padres están de acuerdo conmigo ya que no creo conveniente un aborto o mucho menos darlo en adopción. A pesar de cuál sea la respuesta que reciba de parte de ustedes  quiero que sepan que mi decisión está tomada...eso es todo. 

Nadie dijo una sola palabra y eso empezó a aterrarme , así que lentamente alcé la mirada y me encontré con una señora Waters llorando a mares mientras el señor Waters apretaba con delicadeza su mano.

-¿Es todo eso cierto?-preguntó luego de un largo silencio y mi madre asintió sin expresión alguna.-esto...eso...¡es maravilloso!-exclamó soltando una enorme carcajada mientras se paraba de su lugar para dirigirse a mi y abrazarme con una increíble fuerza.

Fue solo hasta ese momento en que sentí la calidez de su cuerpo abrazando el mío que pude soltar un enorme suspiro y devolverle el abrazo. Ahora que ellos lo sabían y aceptaban de tan buena forma los hechos, me sentía aún mejor. Era como si hubiera tirado una maleta que venía arrastrando desde hace mucho, aunque solo hubiera pasado una semana desde que me enteré de la noticia.

Todos empezamos a llorar y abrazarnos sin razón alguna , y ahora que lo pienso de seguro nos veíamos como unos tontos, pero unos tontos felices por la llegada de una nueva esperanza de vida.

Hablamos por horas sobre el futuro milagro que llegaría. Surgieron dudas y temores de parte de los Waters,  sin embargo nos encargamos de informarles el progreso de mi embarazo hasta ahora y sus temores disminuyeron un poco. Imaginamos un nuevo mundo junto al bebé y por un momento todo parecía ser mejor, era un increíble e indescriptible sentimiento que nos llenaba el corazón a todos ,pero sobretodo a la señora Waters que se comportaba como una niña pequeña que acaba de recibir el regalo que tanto ha deseado.

Cuando menos lo notamos , el reloj marco las diez de la noche y nos empezamos a despedir de los Waters , pues ya debían marcharse. -Detesto tener que irnos y aún más cuando nos enteramos de está increíble noticia- protestó la señora Waters haciendo un puchero y suelto una pequeña risa- Cariño llámame  si te sientes mal ,no importa la hora que sea, estaremos a la orden para ti y el bebé.

-Esta bien , por favor no se preocupen y vayan con cuidado- dije y la madre de Gus me dio un cálido abrazo para luego sentarse en el asiento del copiloto de su auto.

-Adiós mi niña-dijo el señor Waters dándome un beso en la coronilla -cuídense mucho ,¿Si?-dijo haciendo referencia al bebe y asentí con una leve sonrisa. Luego de que terminara de despedirse de mis padre y prometer volver a visitarnos pronto , el señor Waters subió su auto para luego desaparecer en medio de las calles de Indianápolis.

Bajo la Misma Estrella (Continuación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora