05

1.1K 63 8
                                    

Había pasado poco más de  una semana desde la visita de los padres de Augustus y desde entonces no habían dejado de marcarme para ver cómo estaba , donde estaba , que hacía , si ya había comido o si tenía algún malestar. Sé que solo lo hacen por qué les importa demasiado pero admito que ya está empezando a ser molesto. 

Mi semana acababa de empezar y ya iba de la mierda, ya que los padre de Augustus y los míos empezaron a presionarme para que fuera a hacerme la primera revisión del embarazo. Habían sido tantas sus insistencias que ahora mismo me encontraban en un centro de maternidad que había en el centro de nuestra ciudad , a punto de hacer la primera revisión de mi bebé.

-No entiendo por qué tenemos que venir a un centro de maternidad con una enorme lista de pacientes cuando tengo a la mejor doctora de cabecera en un consultorio a diez minutos de casa , y sin fila- protesté en voz baja a mi madre mientras me cruzaba de brazos, ya que no quería armar escándalo en medio de la sala de espera llena de mujeres embarazadas que al igual que yo, de seguro traían las hormonas alborotadas y a cualquier tipo de escándalo se despotricarían de sus casillas.

-Por la simple y única razón que la doctora María no es ginecóloga- dijo mi madre en tono burlón y eso solo hizo que me frustrará aún más.- será solo está vez -prometió mi madre dándome una palmita en la espalda- luego deberemos buscar un especialista en casos como el tuyo cariño.

Solté un suspiro y solo me tranquilicé ya que de verdad estaba actuando como una idiota sin sentido. Tal vez eran las hormonas, si , si eran ellas.

-¿Lancaster?-preguntó en voz alta una enfermera y levante la mano- acérquese, es la siguiente.

Me paré con ayuda de mi madre , y con mucho cuidado de no atropellar a nadie con mi bombona o mejor dicho , Phillip, empecé a caminar mientras sentía el peso de las miradas del resto de personas en la sala, inclusive de la propia enfermera que me veía con una sonrisa compasiva.

¿Lo harán por mi apariencia de pordiosera, el hecho de que estoy enferma o por que soy demasiado joven para tener un bebé?

Deje de lado mis dudas y me adentré en compañía de mi madre al consultorio donde un hombre de aproximadamente 35 años nos recibió con una sonrisa.-Buenos días -dijo en tono amigable al tiempo que la enfermera cerraba la puerta del consultorio.- Mi nombre es Connor Clayton y seré tu ginecólogo el día de hoy así que, ¿cuál es tu nombre?

-Hazel y vengo a realizar mi primera revisión por mi embarazo- dije en tono seco y yendo directo al punto , ya que cuanto más rápido acabe esto, será mejor.

Al parecer se dio cuenta de lo que intentaba hacer y soltó una risita mal disimulada que solo logró que mi rostro se endureciera aún más. -Si me enviaron un reporte previo a tu situación ¿Realizaste una prueba de farmacia o de sangre?- preguntó mientras tecleaba algo en su ordenador y mi madre me daba pequeños toques en la pierna para que actúe más relajada.

-De sangre- respondí y al parecer empezó a teclearlo en su ordenador.

-¿Has tenido síntomas recientes? ¿que tan pesados son?- preguntó y empecé a explicar que no eran muy constantes y podía sobrellevarlos con mucha paciencia y el solo asintió mientras no paraba de teclear en su ordenador, supongo que hacía un nuevo reporte.

-Todo parece estar en orden, pero al ser tu embarazo algo diferente , mandaré a hacerte unos estudios más , solo para confirmar que todo esté en orden- dijo en tono relajado mientras se colocaba de pie y se acercaba a mi- muy bien llego la hora de la revisión, por favor colócate de pie.

Luego de pesarme , tomar la medida de mi vientre y mi presión, llego el momento que tanto esperábamos mi madre y yo: conocer a mi pequeño bebé.

Mi ginecólogo , o mejor dicho , Clayton me pidió que me recostará sobre una camilla que se encontraba en un rincón del consultorio y me levantará un poco la camiseta mientras el acomodaba una extraña máquina. No tardo mucho en colocar un raro y frío líquido azul sobre mi vientre y empezar a pasar sobre el una especie de aparato que lograba proyectar el hogar de mi bebé.

-Lo he encontrado, pueden mirarlo justo aquí - dijo señalando en la pequeña pantalla en la cual se veía todo completamente distorsionado e intente encontrarle forma , hasta que logre visualizar una  bolita formada que parecía....¿una cabeza? y luego un pequeño brazo y... ¡dios! Era realmente impresionante como ya tenía gran parte de su cuerpito desarrollado.
Mi corazón empezó a latir más de lo usual , pero no se trataba por qué estuviera asustada, si no por qué me emocionaba de una manera tan inexplicable que alguien tan pequeñito esté creciendo dentro de mi.
Podía verlo, podía ver a mi bebe tan pequeño , tan indefenso como con cada día que pasaba se volvía cada vez más y más parte de mi ser. -está más avanzado de lo que pensé- dijo con una sonrisa y lo mire algo extrañada.

-¿Avanzado? ¿a que se refiere?- preguntó mi madre curiosa y el doctor Clayton empezó a explicarnos la situación hasta ahora.

-Llevas 16 semanas de embarazo- dijo sonriendo tanto que parecía que si rostro seria partido por su sonrisa. - es casi imposible de creer que nadie haya sabido de tu embarazo aún cuando está tan avanzado. Por suerte todo indica estar muy bien así que no hay de que preocuparse, siempre y cuando cuides de tu salud y la del bebé.

Una vez que se dio por finalizada mi revisión, me pare con mucho cuidado y empecé a limpiar el restante de líquido que quedaba en mi vientre mientras mi madre hablaba con el ginecólogo.
Luego de que me entregara una lista de cosas que debía evitar comer y un par de fotos de mi primera ecografía como recuerdo , salí del consultorio con una sonrisa en la cara mientras no podía parar de mirar la foto de mi pequeño. Aquella sensación que acababa de sentir un par de segundos atrás y que sentía cada vez que miraba aquella fotografía no se igualaba con ninguna otra emoción que haya sentido o pueda sentir.
Ahora tenía una razón más para vivir , y era mi pequeño bebé.

***

Bajo la Misma Estrella (Continuación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora