CAPÍTULO 24

2.4K 121 10
                                    

JESÚS

He ganado la pelea. Si, la he ganado.

Pero de que me sirve ganarla si definitivamente hoy es uno de los peores días de mi vida?

Si yo hubiese sabido que mi chica iba a acabar en un hospital por culpa de algún gilipollas lo último que habría echo es invitarla a la pelea.

Ahora me encuentro en el hospital agachado en un rincón sintiéndome culpable. Culpable de que mi chica esté en una camilla sin dar señales de estar bien.

Soy incapaz de dejar de llorar. Me siento impotente y culpable. Joder. Odio esta situación. Si alguien debería de estar ahí soy yo, no ella.

Como María no esté bien juro que seré incapaz de mirarme al espejo y verme nunca más.

Antes de poder reaccionar soy cogido por el cuello de mi camiseta y estampado fuertemente contra la pared del hospital.

Al mirar al frente observo al padre de mi chica, hombre que todavía no he conocido pero viendo como me trata se que sabe quien soy.

Y merezco el desprecio que estoy teniendo. Merezco los golpes. Esto es mi culpa.

PADRE DE MARÍA (LUCAS)

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

PADRE DE MARÍA (LUCAS)

L: Por tu culpa!?! Todo esto es tu culpa!?!  Maldito hijo de puta!?! Mi hija esta en una puta cama por tu puta culpa!?! 

No quiero defenderme así que no lo hago. Dejo que el hombre me pegue fuerte contra la pared y recibo golpes.

No me duelen. No pienso defenderme. Merezco esto. Lo merezco sin duda alguna.

A decir verdad el hombre es fuerte. Se ve joven, quizás de unos 45 años pero está muy bien físicamente.

Obviamente podría ganarle si quisiera, pero no quiero. Ni tengo fuerzas ni tendré fuerzas.

L: voy a romperte la cara!?! No te quiero volver a ver cerca de mi hija?!? Juro matarte como te vea otra vez a su alrededor!?!

Una sola lágrima baja por mi mejilla. Una lágrima de rabia, de impotencia.

Impotencia de saber que tiene razón. Al fin y al cabo fui yo quien la hizo ir a esa pelea. Si ella no hubiese ido esto no hubiera pasado.

Estaba recibiendo golpes hasta que la voz de Daniel me hizo volver a la realidad.

D: pero que hace usted?!? Deje a mi hermano en paz!?!

Mi hermano siempre estaba ahí para mi. Pero esta vez me merecía esto. Así que dejaría que este hombre me pegase todo lo que quisiera y que se desahogara contra mi si así lo deseaba.

Dani apartó a Lucas que así se llama el padre de mi chica de mi y caí sentado a mis pies. Hundiendo mi cabeza en mis piernas.

Rendido, dolido, echo mierda.

POLOS OPUESTOS-Jesús Oviedo {ACABADA} EN EDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora