The Secret; Hereje [2] | Damon Salvatore [EN EDICIÓN]

Capítulo 14. - Temporada II.

Cielo santo, ayúdame.

Mis padres se miraron fijamente y su expresión cambió radicalmente a preocupación.

- Abby... - Mi padre se acercó con los ojos cristalinos y tomó de mis brazos. - ¿Estás segura de lo que dices? ¿Son... dos? –

- Sí... - Volví a asentir. –

- Mi niña... - Me abrazó con fuerza. Lo que antes había sido desilusión, ahora era tristeza. – No dejaré que nadie te lastime, te lo prometo. –

- ¿Lo dices por lo que los ancestros quieren? – Pregunté.

- Hija... en el Aquelarre, hay un duelo, por decirlo así... en dónde a los 16 años, unos gemelos deben luchar por ser el "líder" de todos nosotros... - Respiró profundo. – Y eso no ocurre desde... la muerte de tu tío. – Sus lágrimas recorrían sus candentes mejillas. – yo... yo no quiero que tú tengas que pasar por eso, hija. Lucharemos hasta el final, te lo prometo. De todos aquellos que quieren dañarles. –

¿Ritual? ¿Duelo? ¿De qué diablos...? Eso no puede ser, maldición.

No es suficiente con que Marcel, Katherine, Kai y Olivia hayan aparecido, sino, que ahora hay que sumarle mi aquelarre, que me quitará a mis hijos, eso jamás.

Damon ha estado en todas conmigo, tanto en las buenas como en las malas.

Se ha preocupado por el bienestar de todos nosotros, su familia.

Ahora que he estado desarrollando nuevas habilidades, siento una conexión más fuerte con él, que nos une día a día.

No sé si sea por el hecho de estar esperando gemelos suyos, pero es una sensación difícil de explicar.

...

Nos dirigimos a la mansión Salvatore, en donde todos estamos hospedados ahí, para mayor seguridad.

Bonnie, se vino con nosotros mientras mi embarazo continúa, Davina ya está instalada junto a Kol.

No podíamos separarlos, pero se quedó solo con la condición de protegernos los unos a los otros. Se ve un buen chico, solo espero no equivocarme.

- Iré a descansar. – Anuncié. – Estos pequeños succionan todo lo que pillen. – Sonreí. –

- Te llevo. – Afirmó mi mejor amiga. –

Asentí.

Dejamos atrás a Kol y Davina, quienes conversaban con exuberancia en el living. Bonnie, ya se había ido a descansar.

Damon y Stefan se encuentran fuera, buscando respuestas sobre el "ritual" de sacrifico para los ancestros, y buscar alguna forma de que eso no suceda.

- Si necesitas algo, solo me llamas ¿sí? – Ofreció mi mejor amiga. –

- Ok, gracias por todo Caroline. – Sonreí con una mano en mi vientre. –

- Para eso son las amigas ¿no? – Cerró la puerta y se fue a recostar, también. –

Me quedé observando todo a mí alrededor. Es increíble en cómo este lugar se convirtió en mi segundo hogar.

Pensar que hace muchos años que Damon y Stefan vivieron aquí, y cuantas cosas han pasado.

Si las paredes hablaran...

Me quedé observando hacia la ventana porque veía una silueta...

Katherine. Mi corazón de palpitar lento, pareció detenerse un momento.

Estaba apoyada elegantemente contra la barandilla del balcón, luciendo engañosamente joven y delicada con un largo vestido blanco.

Debió haber de haber saltado en busca de Damon.

Mi primer pensamiento fue en bloquear la puerta del balcón, para mantenerla fuera. El segundo fue armarme con una estaca y atacarla. Pero ella podía entrar fácilmente dentro; ya no estoy viva; no hay barrera que impidiese a un vampiro entrar a nuestra habitación. No había motivo aún para atacarla, cuando ella podría verme venir, mis ojos fijos a través del cristal de la puerta del balcón.

- Katherine. – Dije, saliendo al balcón, manteniendo mi voz neutra ¿Qué quieres? -

Mis pequeñeces... es un cortito, pero creo que es un capítulo que dice mucho. Espero que les haya gustado. No se olviden de leer mi otro libro.

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