Capítulo 11. - Temporada II.

943 44 13
                                    

Premonición.


***Narra Abby***

¿En qué día volverá todo a la normalidad?

Es una respuesta que no creo encontrar por un largo tiempo, y supongo que no volverá a ser normal nunca más.

...

- Que preciosa te vez con el vientre abultado. – Dijo Damon con voz emocionada. –

- ¿Qué? ¿Dices que me veo bien así... gorda? – Hice pucheros. – parezco una ballena. – Protesté. –

- No, no. Para mí te vez hermosa, y los amo. – Besó mis labios. – Ya solo quedan un par de semanas para que estos preciosos se dignen a salir. –

- Sí... - Acaricié mi vientre. – Y es recomendable salir a caminar, así que... haré eso. – Asintió con la cabeza. –

- Ve con cuidado. –

Tomé mi botella de agua y salí a caminar para recorrer por última vez estos lugares. Pronto tendremos que volver a Mystic Falls, este no es nuestro hogar.

Para salir del territorio de la casona caminando, hay que recorrer el bosque, ya que el camino de salida a la carretera es de tierra.

Con esta panza me canso con mayor rapidez, asique decidí descansar en una roca para beber un poco de agua y refrescarme, el sol está más fuerte de lo común.

Cerré mis ojos para sentir algunos rayos de sol en mi cara y escuchar a las aves cantar, es tan relajante. Podría quedarme horas oyendo.

Pero los vuelvo abrir cuando siento una risa irónica. ¡Por favor, no! Otra vez se vuelve a repetir lo mismo. Voltee para verle la cara.

- Katherine. – Dije en voz baja. – De inmediato como pude me levanté, pero me agité más de lo que estaba. Y los bebés se manifestaron dando pataditas, en el peor momento. –

- Abbigaíl, que sorpresa encontrarte por estos lugares. – con ambas manos señala el lugar sínicamente. – Pero si estoy aquí no es para alagarte. – Toma una rama caída del suelo y la rompe, quedando una astilla grande y puntiaguda. –

- ¿Qué haces? – Pregunté asustada. - ¿Por qué no te vas y nos dejas en paz? – Retrocedí unos pasos, pero casi tropiezo. –

- Esto deberían haberlo hecho hace mucho tiempo. –

Sin dejar que respondiera o intentara siquiera defenderme, se acercó a mí a velocidad vampírica. – con esto del embarazo no puedo utilizar mis habilidades y como saben me drenan toda la magia. – Se pone por detrás y me toma por el cuello apuntándome con la rama que rompió.

- ¿últimas palabras? – Me mira vengativa. –

- ... - No me salen palabras, tengo miedo. Los bebés... -

- ¿No? Bien, terminemos rápido con esto. –

Me mira por última vez a los ojos y me entierra la rama en todo el corazón, haciendo que mi respiración se agite y se acabe con más rapidez. Me siento débil y suelto un grito agudo para caer y azotarme contra el piso. LA respiración me empieza a faltar poco a poco, me asfixio.

- Abby... - Escucho a lo lejos con mis ojos cerrados. – Abby... - Reitera, pero esta vez siento que me mueve. –

Logré abrir por completo los ojos y di un respiro profundo para reincorporarme.

The Secret; Hereje [2] | Damon Salvatore [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora