Solo tú

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La voz de mi madre me levantó, abrí los ojos con lentitud y ahí estaba ella mirándome con una sonrisa, se ve cansada y sus ojos están un poco hinchados parece que lloro, suelto un suspiro

- Hola mamá- ella me abraza

- Hija, me temo que tendré que salir de la ciudad- de nuevo

- ¿Por qué? - estoy molesta

- Ya sabes mi trabajo y es muy compl...- miente

- Deja de mentir Marina, ambas sabemos que te vas para estar con ese idiota que llamas "pareja"- mi madre abrió los ojos muy sorprendida, todo se puso serio cuando le dije su nombre

- No me grites Katherine, no estoy de humor para lidiar contigo- levantó la voz

- PUES DÍMELO, ¿A CASO ME EQUIVOCO? - comencé a llorar

- BASTA KATHERINE, PIDO RESPETO-

- PUES DIME SI ME EQUIVOCO O NO- suspiro

- NO, NO TE EQUIVOCAS TE LO PRESENTARÉ HIJA, PRONTO- ambas estamos molestas y nos estamos gritando

- Mamá me duele el que no estés conmigo, últimamente han pasado tantas cosas y no estás aquí -

- Hija, entiende que yo..- la detuve no quiero oírla, no hoy

- Es que en serio no entiendo, no me explicas nada-

- Te prometo que será pronto, lo prometo-

- Ocupo estar sola mamá, hablaremos luego- ella asintió y salió de mi habitación

Tomé un pantalón deportivo, una blusa polo, una toalla y por último mi celular los coloque en una mochila, me puse un short de mezclilla y una blusa de tirantes junto mis converse.

Bajé sin mirar y sin escuchar las preguntas de mi madre, subí a mi moto, casi no la uso solo cuando me da un ataque y lo único que necesito es estar sola, mi padre me la regaló hace tres años ya que no sé conducir completamente bien, de esos tres años la he usado unas cinco veces, prefiero tomar el autobús o irme caminando a la escuela

Me dirigí al lago donde siempre voy cuando necesito pensar las cosas y estar sola

Llegué, estacione mi moto debajo de un enorme árbol, me quite mi blusa y mi short dejándome en ropa interior.

Corrí al lago y me metí en él, sentí el agua tibia en mi cuerpo, es tan relajante, sentir como todo se va con el tacto de algo natural, comencé a nadar libremente tal como lo hago en la piscina donde entreno de vez en cuando, me gusta este lugar porque el agua es clara y se ve la naturaleza, el clima es un poco frío y tengo que admitir que los árboles hacen una perfecta combinación.

- Ya estás mejor-

Solté un grito desde el fondo de mi garganta, jamás en mi vida me había asustado así, me giré temblando hacia la voz, vi a Daniel sonreí como un malito idiota arrogante

- ¿Cómo supiste que estaba aquí? - nade hasta la orilla, siempre tan oportuno

- Te seguí- fruncí el ceño

- ¿Me sigues? -

- A veces-

Lo ignore, salí del lago camine hasta mis cosas tranquilamente hasta que recordé algo, estoy en ropa interior, mierda.

- Debo decir que verte así me hizo estar duro- dijo con una voz más grave

Corrí a mi mochila donde tome la toalla y la enrolle en mi cuerpo, mire a Daniel con asco, el solo mordió su labio, debo decir que hoy se ve demasiado sexy, su cabello está despeinado, lleva un short de mezclilla color caqui, una chamarra café de cuero, una camisa azul y unos tenis Nike, se ve muy apuesto, la chamarra la trae arremangada por lo cual deja ver la tinta en sus brazos.

- Debo decir que eres un cerdo-

- Auch, muñeca- dijo señalando su entrepierna, cabe mencionar que lo hizo para darme entender que mi cuerpo lo pone muy duro

- Jodete- camine hasta mi moto

Su mano se enrolló en mi muñeca sin brusquedad y la jalo un poco, me giré hacia él, me sorprendí al sentí sus brazos cubriéndome, el olor de su cuerpo inundó mis fosas nasales relajándome.

- Vi tu pelea desde la ventana muñeca- me sentí molesta, lo aparte de un empujón

- ¿Por qué me espías? - el rodó los ojos

- Realmente no te estaba espiando, te iba a invitar a ir por un helado y me tocó ver esa escena- Se acercó más - El punto es que...estoy aquí- me deje llevar por sus ojos color avellana que me tienen idiotizada, una ola de aire helado enrollo mi cuerpo, él lo noto porque me cubrió con mis brazos

- Ven, vamos a sentarnos- me señaló el piso, no quiero estar en casa así que esta es mi única opción

- Bien-

Nos dirigimos a unos pasos del lago, me senté admirando tal belleza, Daniel me colocó su chaqueta en mis hombros dejándolo solo en camisa, sonreí por ese gesto tan lindo

- Gracias- el beso mi cabeza y por una extraña razón no lo aparte

-¿Quieres hablar del tema?- suspiré lento y cargado

- La verdad es que no- no me quiero sentir peor

- Bueno, es tu decisión preciosa- sonreí un poco

- Si-

Así estuve toda la mañana, junto a Daniel, ambos hablamos de temas trillado mientras reíamos por sus aventuras de niño, o como le conté sobre cuándo niña me metí una piedra a la nariz a jugando en el jardín de niños, a veces se burlaba de mi altura ya que él me saca fácilmente una cabeza, su risa es algo chistosa

Finalmente, Daniel no es tan malo, podemos convivir mucho tiempo sin pelear como gatos y perros

Capítulo Editado Y Corregido*

DangerWhere stories live. Discover now